LA VEJEZ

[Francisco de Sales]

LA VEJEZ

En el otoño de mi vida después del camino recorrido, me descubro tratando de evadir, o quizás de disimular, los significados de las palabras.

La verdad mi aversión es a esta sola palabra: VEJEZ.

Es curioso que leyendo una novela encontré de pronto, en el relato de la protagonista, la pauta para plantearme en serio este tema.

Esa noche interrumpí la lectura y me quedé quieta, escuchándome a mí misma, mirándome hasta el fondo, como la “protagonista” de la  historia de mi vida. Llegué entonces a la conclusión de que he llegado a esta etapa de la vida: LA VEJEZ.

No tiene caso seguir evadiendo las palabras cuando se llega a la aceptación de la realidad.

Pero…¿Que significa envejecer?

Ser vieja es ser diferente y sin embargo la misma siempre. Todo lo que fui, y lo que soy, todo eso sobrevive encerrado en mí, completo, a veces algo disminuido, otras veces enaltecido.
Depende de cómo me vea a mí misma hacia dentro.
Todo está ahí incrustado, adherido; como la corteza del  árbol, añeja pero útil; preservando la savia de la vida.


Envejecer no es como la metamorfosis de la mariposa. (Quizás el nacer o el morir si lo sean).

Envejecer no es una metamorfosis. Envejecer es un acumulamiento de vivencias, de experiencias… fragmentos tan diversos como las notas de una partitura o las estrofas de un poema.

Ahí están todas las palabras, todas las lágrimas, toda la risa. Lo bueno y lo mejor. También los errores, las faltas. Lo recibido y lo entregado; lo aprovechado y lo desperdiciado. Las rebeldías y las resignaciones. Las esperanzas y los desalientos. Los sueños y los deseos insatisfechos.
Están también las saciedades y las ansiedades. Los días grises y los momentos plenos.
Siguen ahí los olores, los sabores, los sonidos, las imágenes... me veo revolviendo las mixturas, repartiendo los aromas, sazonando la comida… haciéndola rendir.

Están ahí todos los secretos, las caricias intercambiadas en la complicidad de la noche, la ternura en un murmullo; iluminándolo todo como una luciérnaga. Cuando el amor era motivo y centro.

Están los amaneceres radiantes, que no había tiempo de admirar y el canto matinal de un ave... como un reproche.
El apuro de las mañanas, las prisas de los mediodías, el cansanciode las noches. Están los insomnios y el alivio de ver aparecerun nuevo día.


Nada se ha perdido. Todo ha quedado ahí.

Aunque haya sido tanto el camino transitado, aún no termina el viaje; ni el aliento en las venas, ni los apetitos que causan extrañeza; persisten los sueños, los deseos de dispersos deleites... de noches encantadas.

Hay aún resonancias en el cuerpo, anhelos en el alma, armonías en concierto;  añoranzas, nostalgias junto a redoblados bríos para vivir el presente.

Envejecer es llegar a la cima; ver lo que se ha logrado y valorarlo.

La vida no se detiene: va siempre hacia  adelante.

El tiempo no es nuevo o viejo, es un instante eterno... para disfrutarlo.

OCTUBRE 16 DE 2011.

[Gaizka84]

Algo importante que me gustaría añadir:

Cuando se envejece suelen suceder una serie de circunstancias irremediables.
Por ejemplo, uno se jubila, se deja de trabajar, se tiene mucho tiempo libre.
Y algo importante se va deteriorando nuestro cuerpo, incluso nuestra mente va perdiendo facultades.
El dejar de trabajar y el deterioro del cuerpo/mente, en muchos casos ocasiona en las personas un sentimiento infravaloración.
Mucha gente empieza a decirse "ya no valgo para nada".

Esa infravaloración viene condicionada por la identificación de nuestro "Ser" con nuestra mente y cuerpo, y con la idea que nuestra misión en la vida es "hacer".

¿No creeis que antes de pensar que uno no vale para nada, se debería pensar cual es la misión que uno tiene?

La misión en la vida de nuestro "Ser" está implícita dentro del mismo nombre. Ser.

Por suerte, las leyes de la vida, no se rigen mediante leyes humanas. El prestigio, el dinero, el estatus,la juventud, sólo son cosas que se transforman y cambian de unos a otros, pero que de por sí, no tienen ningún valor. Sólo son convencionalismos humanos. Recuerda que el resultado de toda experiencia viene determinado por el observador y su percepción totalmente subjetiva. Es tu misión calibrar esa percepción para ir eliminando tus patrones negativos de pensamiento y conducta, para poco a poco revelar la alegría innata en uno mismo.
Si lo haces con el corazón abierto y con honestidad, seguramente encuentres cual es tu papel y te aseguro que no te arrepentirás.

Recordar que el simple hecho de observar, moldea la realidad, y que tan solo una sonrisa cambia el mundo.

Es decisión de uno si decide aprovechar hasta el último soplo de vida para crear belleza o sonrisas, o si decide abandonarse solo porque ya no le gustan las circunstancias.

Yo repito: No os abandoneis porque el hecho de que hay que hacer y hacer cosas para sentirse realizado es una ilusión promovida por el materialismo más recalcitrante. Vuestra oportunidad y la de todos comienza siempre Ahora!

[luzelena]

Claro que al envejecer van a ver cambios y circunstancias que no se pueden evitar. Pero hay otras que no son irremediables. Por ejemplo la de sentirse “desvalorada”...eso depende de cada persona y de su forma de ver la vida.

En tus palabras he descubierto la ventaja de tener un empleo o profesión, (según se le quiera ver) en lo que una nunca se jubila. Ser “ama de casa” o ejecutiva del hogar tiene esa ventaja, claro también hay desventajas: nadie te da una pensión, tampoco seguro para el retiro, ni menciones honoríficas por tu desempeño.
Pero en cambio mientras estés sana sigues teniendo trabajo. Tú eres la que decide lo que quieres ir dejando y la misma naturaleza que es sabia te va ayudando.

Los hijos se van a vivir sus propias vidas precisamente cuando tus fuerzas van disminuyendo…menos comidas que preparar, los afanes por la limpieza disminuyen y el tener más tiempo para ti es una bendición.

Si estamos preparadas veremos esta época de la vejez no como un drama. Es una época en que la sabiduría nos insta a que empleemos bien nuestro tiempo y nuestra energía y vitalidad.

Yo la veo como una oportunidad de disfrutar de un mayor numero de posibilidades, para experimentar distintos roles y para retomar y desarrollar talentos e intereses.
Puede ser una época de creatividad o sensualidad, o una
época para la meditación o la terapia.
Y para las que sí se jubilan, una época para dedicarse más a la familia.
Con más tiempo disponible para dejar nuestra huella en el mundo.
Más que con nuestro consejo; con nuestra actitud podemos animar y facilitar que otras personas crezcan y florezcan.

Aún siendo viejas seguimos involucradas en el proceso de una historia inacabada.

Envejecer bien es un objetivo que vale la pena desear.

Y como dices; "nuestra oportunidad y la de todos comienza
siempre ahora.

Besos. 

Ofelia.

[Gaizka84]

Muy bien Ofelia, me gusta tu optimismo!

He puesto muchos casos, no que sea irremediable el sentimiento, lo irremediable es el deterioro físico o incluso mental (aunque el mental no siempre).

Una vez, estaba leiendo en el banco de un parque, y se sento a mi lado una señora que se puso a hablarme.
Me habló sobre su vida en general, y en cierto momento de la conversación, me dijo que anteriormente le gustaba ir a correr, o andar mucho, pero que ahora le dolía la pierna y apenas podía caminar del parque a casa, y añadio "ya no valgo para nada".
Y en ese momento no supe que contestar!!, sí, le dije lo clásico, que eso no era cierto bla bla bla!, pero me quedé en blanco en ese momento!! Me fastidió mucho el no haber podido ofrecerla una respuesta convincente.

Ahora cada vez estoy más seguro que nuestro objetivo principal es ir quitando los patrones negativos de conducta, refinando nuestra percepción subjetiva, y ayudando al resto a que haga lo mismo. Por medio del amor, la compasión etc. El resto son vanidades y sentimentalismos inservibles.

Besos

[Irene Zambrano]

Me parece, Ofelia, que somos casi de la misma edad.
Le agradezco esta defensa de las personas de nuestra edad. Me hace usted valorarme más y valorar este momento.

Besos y abrazos.

[Ofelia]

Querida Irene:

Ante todo agradezco tu respuesta.

Valorar el momento es estar contentas de llegar a esta etapa de la vida; que es la "la maduréz de la maduréz".

Sean cual hayan sido los caminos recorridos hemos llegado al momento de conclusiones y desenlaces; sabemos que unas puertas se cierran, pero otras se abren.

Si nos reconocemos como mujeres maduras con estusiasmo, pasiones y alma. Si aun la mente,  el corazón y el cuerpo siguen funcionando razonablemente bien y valoramos el hecho de estar vivas... nos daremos cuenta que lo que dá sabor a la existencia es implicarse y comprometerse profundamente con ella.

No importa la edad,  todavía tenemos mucho que aprender, que disfrutar y que compartir. Y aunque quizas ya tengamos aprobadas algunas materias en esta escuela del vivir, si llegamos a graduarnos será hasta el último día.

 Un abrazo y mi cariño.

[Irene Zambrano]

Querida Ofelia:

Desprendes una energía y una vitalidad, al mismo tiempo que una paz y la sensación de haber encontrado tu propia felicidad, que a mí, y a muchas otras mujeres de nuestra edad, nos faltan.

¿Cómo la haces?

Un abrazo en la distancia.

[Ofelia]

 
Querida Irene:

Me gusta que me percibas, como yo misma quiero sentirme.
 Creo que en gran parte, es cuestión de actitud.
Si acepto mi realidad, valoro lo que tengo: familia, salud,
amor, amistad, libertad para tomar mis propias decisiones… y todos los demás valores.

Si me doy cuenta  de lo logrado; claro contando con la ayuda de los que están y han estado a mi lado; pero bien consciente de mi inversión en cariño, esfuerzo, tiempo  y dedicación. No espero a que alguien venga a decirme lo valiosa que soy; yo misma me estoy dando cuenta.

El responder con esta reflexión hablando en primera persona me sirve para decirte que no siempre las tuve todas conmigo.
En un tiempo de crisis, necesite que alguien viniera en mí
ayuda  y con solo hacerme ver esta verdad me hizo reaccionar.
 Creo que con el hecho de estar aquí, te darás cuenta de quien se trata (he leído casi todos sus artículos, y él sabe lo agradecida que estoy).

Por último y para responder a tu pregunta. Me gusta que  la hagas en tiempo presente, porque así es más sencillo
responder. Refiriéndome  al aquí y al ahora.

¿Cómo le hago?
A partir de valorarme veo la vida, no desde su totalidad, no me preocupo de lo que vendrá después. Vivo el día a día haciendo lo que me gusta.
Salgo con mis amigas; las que lo han sido desde hace mucho tiempo, que no son más de tres. Nos reímos mucho, no tanto de los chistes que nos contamos como de las vivencias que a veces resultan más divertidas.
 Hace ya bastante tiempo que también pertenezco a un grupo ya que practico la natación, durante el verano. Este es un grupo muy especial porque hay mujeres jóvenes y otras de mi edad, tenemos un ambiente muy bonito de amistad…festejamos cumpleaños, fiestas patrias, etc.
Estoy también en un taller de lectura; (siempre me ha gustado leer) he leído mucho sobre superación personal;
pero en este grupo se lee novela. El libro se lleva a casa
y cuando lo terminas haces un pequeño resumen para compartirlo.  Ahora se le está dando un nuevo giro hacia
la escritura de nuestros propios relatos, historias o cuentos.
Además de todo tengo también mis deberes como “ejecutiva” del hogar (Apoco no suena mejor así) jajá.
Mi esposo está siempre en casa por incapacidad, se vale
por si mismo, pero no del todo;(secuelas de embolia).

Bueno Irene, ya casi te conté toda mi historia.

Resumiendo: creo que el secreto es hacernos presentes en la vida con alegría y buen ánimo... hasta que se pueda.

Un abrazo y mi cariño.     

[Irene Zambrano]

Querida Ofelia:

Tu respuesta es casi una filosofía de lo que hay que hacer en la vida. Se nota que no lo has copiado de un libro, sino que hablas desde tu corazón.
Eso me gusta de ti.

Espero que sigamos en contacto.

Un abrazo