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 39 – LAS EMOCIONES Y LOS SENTIMIENTOS



Junio 21, 2020, 07:19:14 am
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Desconectado Francisco de Sales

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39 – LAS EMOCIONES Y LOS SENTIMIENTOS
« en: Junio 21, 2020, 07:19:14 am »
CAPÍTULO 39 – LAS EMOCIONES Y LOS SENTIMIENTOS

Este es el capítulo 39 de un total de 82 -que se irán publicando- en los cuales se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL.


“Los sentimientos que se pueden contar con palabras
 dejan de ser sentimientos y pasan a ser definiciones.
Las definiciones de los sentimientos matan a los sentimientos”.

“Siento, luego existo”.

“Aprovechar los sueños y los sentimientos mientras seáis jóvenes”.
(Juana Marín)

“Los sentimientos son la base de una comunicación íntima”.
(Anónimo)

“Para ser feliz uno ha de expresar todos sus sentimientos.
La libertad es poder expresar los sentimientos”.

“No te preocupes en explicar emociones. Vive todo intensamente,
 y guarda lo que sentiste como una dádiva de Dios.
 Si crees que no vas a conseguir aguantar un mundo donde vivir es
 más importante que entender, entonces, desiste de la magia”.
(Brida, de Paulo Coelho)

“Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo,
 las hacemos negativas cuando las reprimimos”.
(Jorge Carvajal)

“La grandiosidad y la libertad de una persona están en su capacidad
 para expresar espontáneamente sus sentimientos”.

“La diferencia entre saber y sentir es la misma que hay entre mirar y ver”.


Aclaro desde el principio que en este asunto de los sentimientos y las emociones no hay un acuerdo universal en el uso de estas dos palabras. De hecho, la tendencia común es a utilizarlos indistintamente para expresar lo mismo.
Si te quedas con la idea, y si eres capaz de dejar que surjan libremente los naturales y procuras rectificar los artificiales que te sean desagradables, entonces es exactamente igual si cambias la palabra sentimiento por la palabra emoción.

Yo escribiré desde el punto en que entiendo este asunto: las emociones son las expresiones instintivas y espontáneas en la naturaleza humana y los sentimientos son nuestra reacción personalizada y el posterior uso de las emociones; están siempre condicionadas por nuestra educación, modo de vida o circunstancias personales.
Por tanto, las emociones surgen del fondo del Ser de un modo natural y esencial, con franqueza y sencillez o grandiosidad, y los sentimientos son las respuestas que da nuestro estado de ánimo del momento, o el que tenemos asociado mental o inconscientemente para esa situación. Incluso ante la misma emoción podemos reaccionar de distinto modo según el día que tengamos, según se cumplan o no las expectativas que teníamos previstas.

El terreno de los sentimientos es en el que, generalmente, peor nos desenvolvemos.
Estamos más acostumbrados a los asuntos que son tangibles y conocidos o que creemos tener dominados.
Los sentimientos son etéreos, inclasificables, sensibles, absolutamente personales y personalizados; se nos escapan del control y ni siquiera se pueden describir de un modo que los explique.
Hasta tal punto que, en nuestra necesidad de tenerlo todo controlado, confundimos lo que creemos o pensamos que sentimos, con lo que realmente sentimos.
Es mejor dejar de pretender convertirlos en razón cuando son solamente vibración y así poder sentirlos cada vez con el efecto distinto que nos pueden provocar en cada momento distinto. Es mejor no tener una respuesta automática preparada, sino dejarse afectar por las emociones y dejarlas ser lo que son.
Jamás sentimos el amor de la misma forma, ni siquiera cuando es hacia la misma persona, y jamás el mismo sentimiento tiene siempre la misma intensidad y el mismo efecto.
Una emoción de las que aparentan ser desagradables no afecta igual en un momento eufórico que en otro momento depresivo.


CADA EMOCIÓN PUEDE DESENCADENAR UN SENTIMIENTO. Pero no obligatoriamente. Sucede en el caso de que uno no sepa vivir la emoción tal como es y con lo que implica. La no aceptación de la emoción es lo que puede desencadenar una manifestación exaltada y generalmente desproporcionada a la que llamamos sentimiento.

Las emociones son ajenas a nuestro control, porque forman parte de nuestra naturaleza esencial, son instintivas, ingobernables, y debieran ser libres para manifestarse sin censura y tal como son.
No nos dejan otra opción buena más que la de abandonarnos a su efecto y dejarnos empapar por ellas; seguir su paso por nuestra vida en el instante en que se producen notando qué nos aportan, y sentirlas como una señal de la existencia de la Vida en nosotros.
Ellas son las que nos permiten que se haga realidad  una de las gracias concedidas al ser humano: la capacidad de emocionarse y vivir esos estados.

LAS EMOCIONES: Es el conjunto de respuestas neuroquímicas y hormonales que nos predisponen a reaccionar ante ciertos estímulos externos. Están relacionadas con el aprendizaje, la atención, la memoria y las respuestas emocionales. Cuando no somos capaces de vivir las emociones tal como son, las acompañamos de una cierta conmoción somática que produce una reacción en forma de euforia excesiva, de dolor no natural, de desesperación en vez de rabia o de cualquier manifestación extrema.

Las emociones básicas son: enfado/ira, miedo, felicidad, tristeza y amor.

Si se presenta una emoción que no nos gusta es conveniente beber agua, caminar un rato, centrarse en la respiración… cualquier actividad que sea un cambio que nos saque de ella y relaje nuestra mente hará que cambie la composición química de la sangre y dejemos de centrarnos en lo que nos produjo esa emoción.


LOS SENTIMIENTOS: son un estado afectivo del ánimo producido por causas que lo impresionan vivamente. Por tanto, sentimiento es la suma de una emoción más un pensamiento, pero este pensamiento casi nunca es objetivo sino subjetivo, o sea influenciado por las evaluaciones, interpretaciones, prejuicios, o las normas o morales personales, ya que todo ello puede estar contaminado.

Las emociones tienen una duración limitada y tienden a extinguirse por sí mismas. Se calcula la duración de una emoción en 90 segundos. Sí, está bien escrito: 90 segundos.
Son los sentimientos y los pensamientos que tenemos asociados o adjudicados a cada emoción quienes alargan –en muchas ocasiones masoquista e innecesariamente- el efecto. A veces uno las prolonga artificialmente para regodearse –para bien o para mal- en ese sentimiento.


VIVIR LAS EMOCIONES, SÍ ES INTERESANTE.
VIVIR LOS SENTIMIENTOS… NO SIEMPRE ES INTERESANTE.

Una de las facetas apasionantes de la vida es poder vivir las emociones con intensidad y consciencia.
Para poder hacerlo así es imprescindible que estén sin contaminar, intactos, intachables, libres de los condicionamientos con los que nos manejamos habitualmente que nos exigen tener preparado un modelo de sentimientos en respuesta ante cada emoción.
Las emociones son estados afectivos de ánimo, del alma, y en sí son buenas porque son una expresión natural del ser humano.

Conviene conocer nuestras propias emociones, saber por qué motivo surgen y, sobre todo, cómo nos comportamos cuando estamos inmersos en ellas. Si lo hacemos bien, desaparecerán. Si no resolvemos esto bien, pasarán a convertirse en sentimientos  y comenzará nuestro sufrimiento, desconcierto, abatimiento, tristeza… cualquiera de esos estados que nos van a dejar enojados y dolientes.

Desde el Yo Observador miremos tranquilamente en qué estado nos encontramos: el entusiasmo, el dolor, el berrinche, cómo estoy de nervioso, de enfadado, qué cantidad siento de indignación, y una vez visto, decidamos qué vamos a hacer con ello.
Yo debo decidir, y no debo permitir que uno de mis yoes, desconocido y con dudosa capacidad de tomar determinaciones importantes, sea quien decida.

Los sentimientos buenos, en cambio, aportan sal a la vida: afecto, bienestar, felicidad… conviene utilizarlos a menudo, sacarles el jugo, la parte amable que le aportan a nuestra existencia, la sonrisa que nos plantan, y la visión encantadora de la vida que nos muestran.


TEN EN CUENTA

No se deben aplazar las emociones: hay que vivirlas en el momento que se producen. No se pueden dejar para luego recrearlas en otro momento. Sería imposible. Cuando están latentes conviene investigarlas, sobre todo si nos parecen desagradables, y conocer el origen de su formación para poner remedio y evitar que se repitan.


REFLEXIONES

Sin emociones y sentimientos, el ser humano sería monótono (de un sólo tono, o sea, aburrido) y uniforme (de una sola forma, o sea,  aburrido).
¿Qué tipo de vida tendríamos si no pudiéramos sentir felicidad, ilusión, alegría, satisfacción, o amor?, ¿Te imaginas una persona apática, sin expresión en el rostro, inconmovible, inalterable, insensible...?   
Todo esto es lo quiere decir falta de emociones y sentimientos.

Para mí, es más importante lo importante lo que uno siente que lo que uno sabe. Siento, luego existo, parafraseando al poeta, refleja claramente mi opinión.

La vida sin sentimientos puede llegar a ser aburrida.


DESDE UN PUNTO DE VISTA MÁS ESPIRITUAL

Para mí, las emociones son palabras de nuestro Creador, mensajes muy personales que verifican nuestra capacidad de estar vivos y saberlo. Nos recuerdan Su Presencia.
Son soplos de aire de vida que nos recuerdan el aspecto más espiritual del ser humano, y nos recuerdan que no debemos olvidarnos de nuestra auténtica esencia, que es divina.


RESUMIENDO

Repito: hay diferentes versiones de ambos estados, diferentes clasificaciones, algunas contradictorias y otras exactamente opuestas. No es tan importante acogerse a la definición adecuada como al hecho de que en nuestros estados hay una parte que es natural –que no se puede ni se debe modificar- y otra parte que es nuestra reacción o respuesta de aceptación o rechazo. Y en esto sí que podemos trabajar para que no sea automática y aparentemente incontrolable, permitiéndonos en cada ocasión un tiempo de reflexión para responder del modo que consideremos apropiado.
Una persona que está en un Proceso de Desarrollo Personal y Espiritual es responsable de esto último.

Saber distinguir entre ambas cosas, por lo tanto, es más importante de lo que aparenta.
Las emociones son naturales, son un aviso de nuestro estado emocional, una manifestación necesaria como humanos que somos porque manifiestan nuestro estado real, tienen un sentido explicable en todos los casos.
Los sentimientos son provocados, son una reacción, una respuesta programada y no siempre adecuada, una manifestación que se puede modificar para que se adecúe más al nuevo Ser que estamos construyendo.


Francisco de Sales



 

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