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 8 FRASES QUE JAMÁS DEBERÍAS DECIRLE A TU HIJ@



Julio 12, 2020, 05:59:46 am
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Desconectado Irene Zambrano

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8 FRASES QUE JAMÁS DEBERÍAS DECIRLE A TU HIJ@
« en: Julio 12, 2020, 05:59:46 am »
8 FRASES QUE JAMÁS DEBERÍAS DECIRLE A TU HIJ@
Por Mireia Navarro Vera

Ser padres no es nada fácil y cada día aprendemos algo nuevo. Es un trabajo en continua formación y nunca serás lo suficientemente bueno como para que no te sorprendan con una novedad. A nuestros días les faltan horas, trabajo, lavadoras, extra escolares, cenas, baños…muchas veces perdemos los nervios y en esos momentos usamos frases que pueden dañar la autoestima de nuestro hijos. Otras, las usamos porque las hemos oído decir en muchas ocasiones a nuestros padres
Aquí os dejo una recopilación de las frases que más afectarán a nuestros hijos:

1. Nunca haces nada bien
Tu hijo acaba de tirar la sopa al suelo y eso que ya se lo habías advertido mil veces y de pronto, lleno de rabia, le dices: siempre igual, nunca haces nada bien. ¿Cómo crees que le sentará a tu hijo/a oír esa frase?
No solo le dices que no hace las cosas bien, además no le das opción a mejorar porque las palabras nunca o siempre no invitan al cambio ni a la mejoría.
La próxima vez que tu hijo/a rompa algo o se equivoque, respira hondo antes de hablar y recuerda que la frase que le digas influirá en sus sentimientos, en su autoestima y en su manera de afrontar los problemas en el futuro.

2. Fíjate tu hermano lo bien que lo hace
Debemos evitar siempre las comparaciones, no solo entre hermanos, también entre compañeros/as del colegio o cualquier otro niño/a. Cuando hacemos esto, les estamos diciendo “nunca serás tan bueno como él”. Otra frase que lejos de invitar al cambio, te ancla en el mal comportamiento y la desmotivación.

3. No llores
No queremos que nuestros hijos sufran, por eso cuando les vemos llorar por algo lo primero que nos sale es: no llores por esa tontería, no es para tanto. Cuando realmente lo que deberíamos decirles es: entiendo que estés triste por lo que te ha pasado. Con la primera frase les transmitimos: eres tonto por llorar por eso, con la segunda frase les decimos te entiendo, sé lo que sientes y estoy a tu lado.
Las emociones negativas no deben ser evitadas, son emociones tan importantes como las positivas y necesitan ser vividas y comprendidas. Lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es aceptarlas, ellos tienen que llorar, estar tristes y frustrarse.
Lo que es importante para ellos debe ser importante para ti, por muy insignificante que sea. Si tu hijo/a llora porque se ha peleado con su mejor amiga/o y aunque tú sepas que mañana volverán a ser amigos/as, no debes decirle que es una tontería, debes darle la importancia que para ellos tiene.

4. No tengas miedo por esa tontería
El miedo es algo que nos acompaña a lo largo de nuestra vida y es muy importante que así sea, porque gracias al miedo podemos evitar conductas de alto riesgo. Cuando somos pequeños los miedos son más irreales (el lobo, los monstruos,..) y cuando vamos creciendo los miedos se vuelven más reales (a los ladrones, a las catástrofes naturales,…).
Cuando nuestro hijo/a nos confiesa que tiene miedo a la oscuridad o al lobo, lo que no podemos hacer es decir que no deben tener miedo, que eso es una tontería o que los lobos no existen. Así no les ayudamos. Al contrario, debemos darle la importancia que tiene y buscar una solución juntos.
Podríamos decirles algo así: recuerdo que cuando yo era pequeño también tenía miedo a la oscuridad y siempre quería dejar una luz encendida. ¿Crees que si te dejo la luz del pasillo estarás más tranquilo/a? Además podemos comprar una linterna para que puedas encenderla si por la noche la necesitas.

5. Eres tonto o qué
Frases de este estilo, en las que cuelgas una etiqueta negativa a los niños/as son un verdadero lastre para la autoestima. Decirle a un niño/a que es feo, o es tonto o gordo o cualquier adjetivo descalificativo es como colgarles al cuello una cadena con un gran peso. Si yo soy algo significa que no voy a cambiar, es muy diferente decirle a alguien: “eres malo” a decirle” te has portado mal”. La primera frase te dice que eres así y que no hay remedio, la segunda frase solo dice que has hecho algo mal, pero también puedes hacerlo mejor.

6. Ya no te quiero
Tu hijo/a pequeño/a se ha enfadado mucho contigo y te dice “ya no te quiero” y tu respuesta sale fruto de tu dolor, tu frustración y tu enfado y le dices “yo tampoco”. Los sentimientos no deben estar sujetos a las emociones, son algo más duradero y estable. Sería mucho mejor decir: “pues yo sí que te quiero aunque ahora esté muy enfadada contigo”.
Somos los encargados de educar a nuestros hijos y dentro de esta educación también debemos enseñarles a diferenciar emoción de sentimiento. No debemos decirles que ya no les queremos cuando realmente lo que pasa es que nos hemos enfadado.

7. Siempre me avergüenzas
Cuando tu hijo/a espera a estar rodeado de gente para llamar con malas maneras la atención, es fácil que pierdas los nervios y uses frases como “me has avergonzado delante de tus tíos”. Este tipo de frases no hará que deje de comportarse así, al contrario, tendrá justo el efecto contrario. Tal vez necesita más atención y debes dársela antes de que empiece a portarse mal. Busca una solución pero no le digas que te avergüenzas de él/ella porque esa frase seguro que no es la solución.

8. Ojalá no hubieras nacido
Esta frase solo puede tener una finalidad y es hacer daño. No busca el cambio ni busca educar, es fruto de un estado de nerviosismo y frustración que hace que digas algo que probablemente no es cierto. Nuestros hijos/as necesitan saber que les queremos a pesar de los errores que cometen.


 

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