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 ESCUCHA TU SABIDURÍA INTERIOR



Noviembre 11, 2011, 05:47:38 am
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Desconectado lucía riaño

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ESCUCHA TU SABIDURÍA INTERIOR
« en: Noviembre 11, 2011, 05:47:38 am »
ESCUCHA TU SABIDURÍA INTERIOR


¿Si quieres tomar una decisión o necesitas un consejo, a quién preguntas? ¿Sueles confiar en los demás, más que en ti mismo? ¿Necesitas siempre que sea otro quien te guíe? En ocasiones, todos sentimos que hemos perdido el rumbo, sin embargo, debes saber que las respuestas a tus preguntas están dentro de ti.

Todos nos encontramos a veces, en momentos en los que parece que nada de lo que hacemos, nos sale bien. Si este es tu caso, hay una buena noticia para ti: ha llegado el momento de probar tu propia sabiduría interior.

Cuando no saber qué decisión tomar y alguien te dice que escuches a tu corazón, se refiere a que, hagas lo que hagas, te ocupes de seguir tu felicidad. En el pasado, las personas que hablaban consigo mismos, eran consideradas unos dementes. Actualmente, esto ha cambiado mucho y ahora, la psicología recomienda a las personas que se hablen a sí mismas y escuchen su voz interna. Pero esto no es fácil hoy día, porque vivimos en un mundo que está orientado hacia lo exterior y no hacia el interior de las personas. La mayor parte de las acciones que realizamos durante el día, están dirigidas a cosas como nuestro trabajo, las personas que tenemos alrededor, aquellas con las que convivimos, hablamos, etc. y es muy poco el tiempo que pasamos a solas, salvo si es para trabajar. Pero para escuchar nuestra voz interna, es necesario que se dé, este tiempo en soledad. Si siempre estás intentando mantenerte ocupados o en compañía de otras personas, es difícil que descubras que existe una voz interna que te guía, si se lo permites. Algunos la llaman intuición, otros, sabiduría interior. Para unos, es realmente una voz que creen escuchar en los momentos más difíciles o relevantes de su vida, en los que se sienten realmente perdidos. Para otros, es simplemente una brújula que les guía, día a día, en el camino que quieren recorrer. Sea como sea, solo funciona cuando le das el espacio de silencio que necesita, para manifestarse. Por eso, hablar contigo mismo es el primer paso para redescubrir la sabiduría que está dentro de ti.


Obsérvate, tus sensaciones te hablan

Si aún no has conseguido conectar con tu guía interna, es importante que te pares a percibir lo que sientes. Cualquier síntoma, negativo o positivo, es una llamada de atención, incluso los síntomas físicos. Si te duele el estómago cuando piensas en algo que te preocupa, o se te acelera el corazón, puede significar que vas por el camino equivocado. Si no puedes dormir o tienes pesadillas, es probable que el estrés te esté indicando que algo no va bien, pues si no, estarías relajado. El exceso de aprensiones, inquietudes, dudas y temores, es un síntoma de que no estás teniendo en cuenta lo que quieres hacer realmente, sino que solo estás racionalizando la situación. Solemos creer que para tomar una decisión, lo mejor es razonar. Escribir una lista de pros y contras puede ayudarte mucho, pero en ella no te olvides de incluir las sensaciones que percibes. No es posible tomar una decisión, del tipo que sea, sin tener en cuenta tus propias sensaciones, puesto que son señales inequívocas del camino que debes tomar, ya que son enviadas por tu subconsciente, para llamar tu atención sobre algo de lo que no te habías percatado conscientemente.

Los consejos de los demás

Estamos acostumbrados a contar con los demás, antes de tomar una decisión. Esto no es malo si tomamos las palabras de otros, como simples ejemplos, pues nadie puede saber lo que realmente pensamos o sentimos en el momento de tomar una decisión. No obstante, es importante que te abras a la posibilidad de ser tú mismo quien empiece a aconsejarte. Para ello, puedes llevar a cabo una conversación con tu otro yo, en forma de juego, en el que te pidas consejo a ti mismo. Empieza por pensar, qué harías si estuvieras en tu misma situación, siendo otra persona. Esto te hará capaz de abstraerte de ti y de mirar con la suficiente distancia, como para encontrar el camino que más te convenga. Los consejos siempre son bienvenidos, pero a la hora de tomar una decisión, con quien únicamente debes contar es contigo mismo. Las soluciones a tus problemas y a tus dudas, la capacidad para mitigar tus miedos, las respuestas e incluso las preguntas, están solamente dentro de ti, por ello, antes de tomar una decisión, en lugar de escuchar los consejos ajenos, es mejor ser consciente de que tú ya eres sabio por naturaleza, solo necesitas recuperar la capacidad de sentir de nuevo esa sabiduría.


Hazte buenas preguntas

Einstein decía que para encontrar respuestas, lo importante es hacerse buenas preguntas. Cuando sientas que has perdido el rumbo, no permitas que tu mente se sature con preguntas recurrentes que no te llevan a ningún sitio. En lugar de hacerte la misma pregunta a cada momento, de muchas formas distintas, que es lo que solemos hacer, elige las preguntas que realmente quieres hacerte. Para que una pregunta sea buena, ha de formularse desde la razón, pero teniendo en cuenta la emoción, puesto que pensamientos, reflexiones y emociones, forman parte de nosotros. Y ha de partir de una base primordial, el deseo de quien la hace. Es decir, si quieres hacerte buenas preguntas, hazlas siempre a partir de lo que te gustaría hacer. Por ejemplo, si estás ante la decisión de cambiar de trabajo, formula tus preguntas siempre teniendo en cuenta, cuál de los dos empleos (el nuevo o el anterior) te apetece más. Emocionalmente, la balanza siempre se inclinará hacia un lado. En lugar de dejar aparte las emociones y sensaciones, tenlas en cuenta a la hora de hacerte una buena pregunta que te provoque la reflexión. Lo importante es dar una respuesta concreta, pero para hacer esto, necesitas concretar también la pregunta. Si dices: “Me gustaría más el nuevo trabajo, pero…”, la segunda parte de la respuesta, es decir, los peros, has de tenerlos en cuenta, pues son tus miedos y tus dudas acerca del futuro. Por ello, pregunta sería: “¿Qué temes que ocurra si cambias de trabajo?” Si respondes: “Me gustaría más el nuevo trabajo, pero temo no ser capaz de realizarlo satisfactoriamente.” Estás dando una respuesta concreta con la que sabrás con exactitud, qué temores te están impidiendo decidirte.


Desarrolla tu intuición

Para desarrollar la intuición, en primer lugar hay que arriesgarse a seguirla. A muchas personas esto les cuesta mucho, sin embargo, es la única manera de probar que realmente funciona. Intuir es algo que todos hacemos, aunque nos empeñemos en ocultar y tapar cada una de nuestras intuiciones, pero si en algún momento, decidimos tenerla en cuenta, seremos conscientes de que es la mejor brújula que podemos tener, pues es difícil que la intuición se equivoque, ya que cuenta con la ayuda de todos nuestros sentidos despiertos a un mismo tiempo; más la ayuda de la experiencia y de los recuerdos; más lo que hayamos visto o lo que hayamos escuchado decir a otros, más el funcionamiento de nuestra mente racional y reflexiva; más las emociones y sensaciones tenidas en cuenta. Como ves, es un conjunto de aliados que trabajan juntos, por lo que es difícil que se produzca un fallo. Y todo esto lo hacemos de manera casi imperceptible cuando intuimos. Por ello, la intuición es una herramienta mucho más natural de lo que solemos creer. Forma parte de nosotros y es importante desarrollarla, y aprender a dejarse llevar por ella. Albert Einstein decía que la única cosa realmente valiosa es la intuición.


Sé consciente de tu implicación

Lo que haces y lo que dices, y los resultados que obtengas de ello, pasan y han de pasar por ti primero. Ten siempre presente que tú eres el único protagonista de tu vida, y que sin ti, la historia que estás viviendo ni siquiera existiría, por eso es tan importante que no olvides tu participación en tu propia vida, pues a veces dejamos las riendas en manos de otros o simplemente, permitimos que los días se sucedan por sí mismos, sin acordarnos de que todo o casi todo, depende de nosotros, sobre todo cuando queremos que sea así. Descubrir tu implicación en tu vida, hace que estés seguro de ti mismo y que confíes en tus propios pensamientos, reflexiones, y sensaciones. Ten en cuenta que están ahí por alguna razón, aunque en un principio es posible que la desconozcas, y para ser consciente de esto, una buena manera es imaginarte sin ellos. Imagina por un momento que no pudieras sentir o reflexionar ante las diferentes oportunidades o posibilidades que se te presentan en la vida. ¿Cómo actuarías entonces? Lo más probable es que no hicieras nada, entonces la vida sería un sinfín de hechos que no sabrías manejar y llegarían a desbordarte. Esto que acabo de describir, puede ocurrirte aunque pienses y sientas, y sobre todo, mientras no seas consciente de que tú eres tu propio jefe y tu único guía en tu propia vida. Tú tienes el timón y no puedes dejárselo a nadie más, porque nadie más que tú, tiene esa responsabilidad y ese derecho de todo ser humano. Pero primero, hazte esta pregunta, ¿Es lógico que, teniendo el timón entre tus manos, permitas que tu barco vaya a la deriva? Recuerda que cuando un barco pasa mucho tiempo sin rumbo fijo, su fin inevitable es hundirse. Un hombre tiene que escoger. En esto reside su fuerza: en el poder de sus decisiones, Paulo Coelho.

Piensa bien de ti mismo

Ahora que sabes que la mayor parte de todo, en tu vida, depende directamente de ti, no es conveniente en absoluto que pienses mal de ti mismo o que tengas una opinión negativa sobre ti, porque entonces, será inevitable que las cosas te salgan mal. Al contrario, esfuérzate por mantener en tu mente la visión más alta que tengas de ti mismo. Puede ser un recuerdo de un momento especial, en el que te sentiste feliz y orgulloso de lo que hiciste, o sencillamente un momento en el que te sentiste a gusto contigo mismo. Mantén, ese momento de excelencia en tu mente, y utilízalo para corregir los pensamientos negativos que te puedan venir a la cabeza. A todos nos pasa, pero si te habitúas a pensar bien sobre ti mismo, pronto será una realidad, dentro de ti y estarás preparando el terreno para hallar tu sabiduría interior, la cual solo aparece cuando te encuentras feliz de ser quien eres y de cómo eres.
Este pensamiento además, calma tu mente y serena tu alma, para que dentro de ti pueda darse esa capacidad de saber qué es lo que más te conviene en cada momento. Aceptar los miedos y las dudas, como algo natural que proviene de tu instinto de supervivencia, e intentar caminar hacia delante con el miedo de la mano, es una actitud que provoca la escucha fácil y sencilla de tu voz interior. Es como si te dijeras a ti mismo que estás preparado para entenderte. Y es entonces, cuando puedes escucharte, y cuando todo se soluciona como en una película, cuyo argumento estuviera perfectamente desarrollado hasta el final. Por eso, intenta no preocuparte y ocúpate en pensar en ti, y en pensar bien sobre ti. Es lo único que necesitas hacer.

Prueba y observa

Ya sabes cómo funciona tu sabiduría interior, y comprendes qué actitud tomar para ser capaz de escucharla, por lo que ahora, solo te queda probar. Implicarte en tu propia vida y arriesgarte a seguir tu propia sabiduría, es el último paso. Actuar según lo que te dicen, la mente y el corazón, ahora que ya sabes que trabajan unidos, es cuestión de atreverse. Y como todo en la vida, se trata de una práctica que has de repetir hasta demostrarte a ti mismo que estás en lo cierto, que no necesitas preguntar hacia fuera sino hacia dentro, porque en ti están todas las respuestas.
Después, solo te queda esperar mientras observas qué ocurre. Es hermoso probar a vivir según lo que sabes interiormente y descubrir una nueva forma de dirigir tu vida, porque al hacerlo sientes que tú controlas, que llevas las riendas de tu día a día, y que eres el único responsable de tu felicidad. Pero cuida de no volverte demasiado impaciente, pues la sabiduría interior no entiende de prisas, aunque tampoco tarda mucho en manifestarse cuando crees realmente en ella. Confiar es la clave, en ti mismo y en que sabrás lo que quieres y es mejor hacer en cada momento.


Pautas para despertar tu sabiduría interior:

. Pasa dos minutos al día sin hacer nada, salvo estar contigo mismo. No tengas nada en las manos, deja que tus pensamientos vayan surgiendo sin intentar controlarlos. Esta es una buena forma de conectar contigo mismo.

. Relaja tu mente, con meditación, visualización, o sencillamente escuchando música. Cualquier situación o lugar que te haga sentir bien, es adecuado para provocar que aparezca tu sabiduría interna.

. Armonízate contigo y con tu ambiente. Si te encuentras en un ambiente hostil que te provoca malestar, intenta alejarte y encontrar otro que sea mejor para ti, puesto que el lugar en el que te mueves y vives, es esencial para estar a gusto contigo mismo.

. Piensa en la visión más elevada que tengas de ti mismo. Corrige los pensamientos negativos y sustitúyelos por un momento de excelencia que hayas vivido y que recuerdes. Piensa que esto es una práctica y que para ello, has de esforzarte en crear un hábito, con el que estarás más abierto a escucharte a ti mismo.

. Actúa y después, observa. Saber esperar es necesario para ver los resultados de tu sabiduría interior. Trabájate la paciencia. Una mente impaciente y agitada no es buena consejera. Y ya conoces la frase: La paciencia es la madre de la ciencia.

. Agradécele a la vida todo aquello que te haga feliz, porque la mejor forma de mostrarte a ti mismo que mereces los regalos que la vida te ofrece, es agradeciéndoselos.

. Confía en ti. Prueba a vivir según lo que sabes interiormente y descubre una nueva forma de dirigir tu vida. Diviértete arriesgándote, fluye y te sorprenderás.


Mar Cantero Sánchez
Escritora y coach literaria


 

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