BRAIN TRAINING ¿ES POSIBLE MEJORAR NUESTRA INTELIGENCIA?
Valeria Sabater
Son muchas las personas que realizan a diario ejercicios de brain-training (entrenamiento cerebral). Ahora bien ¿qué beneficios reales tienen? Es más... ¿Podemos mejorar nuestra inteligencia general gracias a ellos y tener un CI más alto?
¿Es posible mejorar nuestra inteligencia? La sociedad admira y valora a esas personas brillantes, agudas y con elevado potencial creativo para favorecer el avance de nuestro mundo. Medicina, tecnología, física, programación… Disponer de un buen cociente intelectual es, en apariencia, sinónimo de éxito. Sin embargo, ¿podemos realmente optimizar esta competencia?
Alguien diría que lo primero en todos los casos es definir qué es realmente eso llamado inteligencia. Hay quien habla de que no poseemos un solo tipo de inteligencia, que en realidad hay 8.
Sin embargo, la archiconocida teoría de Howard Gardner sigue recibiendo serias críticas, carece de validez y muchos dudan de ella a pesar del intento de introducirlo en la práctica pedagógica.
Por tanto, para entenderlo de manera sencilla y clara, inteligencia es básicamente la facultad que tenemos a la hora de aprender, crear, razonar, entender, tomar decisiones y responder ante las dificultades de la vida.
Así, desde la Association for Psychological Sciencie, a la hora de valorar si es posible mejorar esta competencia, tienen en cuenta la teoría formulada por Raimond Cattel.
En este marco, la inteligencia está formada por dos dimensiones. La primera sería la inteligencia fluida, la cual define nuestra habilidad para adaptarnos y afrontar situaciones nuevas. Son dimensiones en las que no interviene el aprendizaje previo, la educación o la experiencia. Además, estaría vinculada a variables neurofisiológicas.
En cambio, la inteligencia cristalizada sí se relaciona con el grado de desarrollo cognitivo adquirido gracias a la educación. Así, tener presente esta diferencia es esencial para entender sí es posible o no mejorar nuestro cociente intelectual. Veámoslo a continuación.
¿ES POSIBLE MEJORAR NUESTRA INTELIGENCIA CON EJERCICIOS DEL BRAIN-TRAINING?
A la pregunta de si es posible mejorar nuestra inteligencia, la respuesta a grandes trazos es sí. Ahora bien, para dar una respuesta más precisa y ajustada tendríamos que ser más precisos respecto a qué inteligencia elevaríamos. Estaría esa que, por decirlo de manera sencilla, «nos viene de fábrica» y es por tanto hereditaria y por otro lado, esa que depende básicamente de las oportunidades de aprendizaje.
En los últimos años se han puesto de moda todos esos ejercicios mentales que nos ofrecen las aplicaciones de nuestros móviles y también las páginas web. El brain-training, entrenamiento mental o gimnasia para el cerebro, busca mejorar nuestro razonamiento, memoria, atención, capacidad de inducción y deducción, etc.
Es tal la creencia de la población general de que gracias a este tipo de ejercicios pueden volverse más inteligentes que muchas universidades y organizaciones científicas han tenido que clarificar esta idea. Además, lo han hecho a través de estudios e investigaciones muy interesantes. Analicémoslas a continuación.
MEJORARÁS LA MEMORIA, PERO NO LA INTELIGENCIA GENERAL (O FLUIDA)
El psicólogo Randall Engle, del Instituto de Tecnología de Georgia, Estados Unidos, realizó este estudio que se publicó en la revista Psychological Science. Para este trabajo se entrenó a un grupo amplio de universitarios ofreciéndoles durante un mes, múltiples ejercicios de brain-training.
Antes de esta prueba, se les aplicó un test para medir su inteligencia y otro para evaluar la capacidad de su memoria. Una vez terminado el entrenamiento, se les pasó nuevamente los mismos instrumentos.
Los resultados fueron los siguientes:
• Ninguno de los grupos mostró ningún beneficio en cuanto a la inteligencia fluida. Es decir, esa inteligencia general que nos ayuda a responder y afrontar las situaciones nuevas, no mejoró.
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• Ahora bien, donde sí se vieron mejoras fue en la capacidad de memoria de trabajo. Esa habilidad cognitiva que nos permite almacenar y manipular de forma temporal la información para realizar tareas complejas sí evidencia mejoría. Esto nos ayuda, por ejemplo, a asociar un conocimiento nuevo con otros que ya teníamos. Es básico además para el día a día, para mantener la atención, para poder hacer dos cosas a la vez de manera efectiva, etc.
CONCLUSIÓN ¿ES POSIBLE MEJORAR NUESTRA INTELIGENCIA?
Sabemos ya que los ejercicios de Brain-Training son útiles; adecuados sobre todo para mejorar nuestra resistencia cognitiva. Configuran un camino deseable para llegar a edades avanzadas con una memoria más ágil, despierta y atenta.
Sin embargo, nadie podría adquirir después de un año de entrenamiento el cociente intelectual de Einstein ni pasar a comprender el lenguaje de programación para crear dispositivos de inteligencia artificial.
Se sabe que llegada la adolescencia nuestra inteligencia general o fluida ya empieza a mantenerse estable. Esto nos demuestra una vez más, que un periodo clave para potenciar los procesos psicológicos del ser humano es la infancia y adolescencia.
Un entorno estimulante, una buena alimentación y la ausencia de experiencias de estrés favorecen al máximo el desarrollo intelectual de los niños.
En cuanto a los adultos y si es posible mejorar nuestra inteligencia, ya sabemos la respuesta. Podemos mejorar la memoria, la agilidad mental e incluso nuestra creatividad, pero no lo que entendemos como inteligencia general. No obstante, esto por sí mismo no significa nada. Al fin y al cabo, la auténtica inteligencia no la define el CI.
Lo que de verdad revierte en el ser humano es la sabiduría. Nuestra habilidad para ser felices, para tener claras las prioridades, afrontar la adversidad y ser hábiles para cuidar de nuestras emociones. Esa es la auténtica clave.