UNA NUEVA ACTITUD
“No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el jubilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
solo un lugar tranquilo… “No te salves”, (fragmento)
Este poema, uno de mis favoritos… del gran poeta y escritor Mario Benedetti; lo he traído a la memoria porque siento que expresa el estado anímico en que me encontraba.
A veces el que está quieto, es que está inquieto. Me hallaba en la quietud de la indolencia; de la calma de la que no debía llenarme… (Según la voz del poeta).
“No reserves del mundo solo lugar tranquilo”…contemplar la vida, verla pasar; anclada en la rutina en la inercia y la facilidad que da la visión desde el punto de vista de los demás; no desde tu propia perspectiva. La verdad que creo que esto era solo una tentación… porque en realidad lo que me llevó a este estado de bloqueo e inmovilidad; fue paradójicamente el demasiado movimiento. Cuando nuestra mente se dirige hacia afuera surgen la mente y el mundo; ese ruido y movimiento incesante de la mente y del exterior impide encontrar el reino de la quietud.
“La quietud es una piedra preciosa, brilla un segundo y se esconde al siguiente”. (Autor desconocido)
¿Cómo es que puedo perderme de un momento de quietud sin tenerlo en cuenta?
¿Cómo poder nutrirme de la energía de la quietud, que es la calma perfecta?
¿Cómo ponerme en equilibrio y facilitar la relación conmigo misma y con los demás?
Cuando nos hacemos preguntas ya estamos trayendo
a la consciencia lo que nos inquieta, la situación que queremos afrontar. Pero hacerse preguntas no conduce a una respuesta, sino a un abanico de opciones de entre las que tenemos qué elegir. Nadie va a venir a darnos la solución.
Mi libertad es el poder de escoger mi actitud.
La realidad la estamos generando nosotros.
Me doy cuenta que cuando elegimos de entre las diferentes opciones que se nos presentan estamos obteniendo experiencia, y también lo que decidimos tiene repercusiones no solo en el momento presente sino
a mediano y largo plazo, porque generan una cadena de
causas y efectos. A lo mejor ya no me acuerdo de las opciones que tomé pero la cadena de causas y efectos está allí. Todo lo que ocurre en nuestra vida se origina por las opciones que estamos trayendo a nosotros mismos y por las decisiones tomadas desde la armonía o desarmonía de nuestro ser. Muchas decisiones fueron tomadas desde nuestras programaciones y hábitos eso lo sabemos. Pero también tenemos la capacidad de cambiar a partir del ahora.
La conclusión es que la responsabilidad de la vida es 100% de cada uno.
Me acuerdo de algunas veces que sin hacerme preguntas la actitud que tomé fue la que se necesitaba en el momento. Creo que a todos nos ha pasado.
Cuando respondemos desde la quietud nuestro espíritu es el que actúa.
La explicación a esto que ya me había planteado; la escuché en una conferencia. Y me conmovió porque es tan hermoso, lógico y convincente.
“Somos espíritu experimentando vivencias humanas. Lo más importante es lo que somos y no se ve. Somos espíritu, nuestro espíritu es divino y como tal sabe todo lo que hay que saber. Hay una sabiduría innata, radical, intrínseca en nuestra verdadera naturaleza eterna e infinita”.
Tengo un ejemplo que sirve para ilustrar lo expresado.
Un amigo me puso a escuchar una melodía y me pidió un comentario sobre la misma porque dijo que durante todo el trayecto de un viaje de cuatro horas; escuchó la misma pieza musical una y otra vez.
Yo, desde la vanidad del ego le respondí con un “análisis” detallado de la pieza musical y le pregunté: que pensabas o sentías al escucharla tantas veces, a lo que contestó: no pensaba nada sólo me encontraba en un estado del que no quería salir. Sin duda cuando disfrutamos estamos en sintonía con nuestro espíritu; no hay preguntas…solo hay armonía y amor.
Cuando estás presente, cuando la atención esta plena e intensamente en el ahora te das cuenta que todas las cosas verdaderamente importantes: la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la quietud que es paz interna surgen desde el espíritu.
Todo parte de las actitudes con las que afrontamos cada acontecimiento de nuestra vida cotidiana, por pequeño que sea y ante cada acontecimiento hay un espacio de libertad donde somos nosotros los que generamos la actitud.
La actitud es nuestra respuesta.
En nuestra respuesta descansa nuestro crecimiento y nuestra felicidad.
Ofelia.
Lunes 14 de Noviembre de 2011.
