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 OBLÍGATE A SER POSITIVO



Noviembre 07, 2020, 05:55:26 am
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Desconectado Francisco de Sales

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OBLÍGATE A SER POSITIVO
« en: Noviembre 07, 2020, 05:55:26 am »
OBLÍGATE A SER POSITIVO


En mi opinión, se puede hacer mucho por uno mismo cuando uno se estanca en los momentos oscuros –que aparecen lastrados por un pesimismo o una tristeza que cambian el color auténtico de la realidad-, porque hay actitudes que podemos decidir por nuestra cuenta ya que son fruto de una decisión personal. Muchas veces somos inconscientes y actuamos sin darnos cuenta de lo que estamos haciendo y cómo estamos actuando, y parece que se nos olvida la posibilidad de decidir y hacer lo que realmente queremos hacer.

El optimismo/pesimismo y la felicidad/ infelicidad son actitudes que uno toma ante la vida y que uno mismo puede cambiar si se lo propone firmemente. Si uno no lo consigue por sí mismo, siempre tiene la muy recomendable opción de ponerse en manos de un psicólogo profesional que le ayude.

La actitud pesimista o infeliz -como principio para afrontar las cosas- marca claramente el resultado, que nace ya predispuesto y casi decidido por esas condiciones adversas. La disposición del ánimo es muy importante y determina de un modo directo el resultado.

Insisto en que es una decisión propia desde qué postura se quiere afrontar la vida y lo que nos vaya sucediendo en ella. Uno puede tomárselo todo con la filosofía de que es inútil oponerse a lo inevitable y que es absurdo enfrentarse a ello y que lo más sensato es aceptarlo, o puede hacerlo con la claridad mental de que uno mismo y su salud emocional están por encima de cualquier circunstancia temporal que acontezca y por tanto ha de impedir que le afecten ciertas cosas,  o puede tener la claridad mental y la objetividad necesarias para aprender a desdramatizar las cosas que nos van pasando y comprender que nada es tan grave como aparenta (y en muchas ocasiones es uno mismo quien hace un drama de un acto cotidiano que podría pasar desapercibido si no se le diera ese poder de afectar o hacer daño) y de ese modo tendrá la muy positiva habilidad de relativizar las cosas y valorarlas en su justa medida.

La vida es la vida, sin más, y lo que pasa es lo que pasa, sin adjetivos ni definiciones.

Lo que aporta gravedad a lo que nos pasa es lo que nosotros decidimos hacer con eso que nos pasa, que lo mismo podemos dejarlo ir sin preocuparnos que podemos hacer con ello un drama equivalente al fin de mundo.

Es uno mismo, controlando su propia mente, decidiendo con objetividad, actuando con ecuanimidad, quien pone las cosas en su sitio real. Así que… será mejor elegir el positivismo para vivir con mejor talante y de un modo más relajado y feliz.

Tal vez sea necesario, al principio, proponerse o imponerse un modo optimista de ver las cosas o de encontrar la mejor cara a lo que vaya sucediendo. Tal vez sea necesario obligarse a ser de ese modo que tanto nos va a beneficiar. Tal vez uno tenga que corregirse a sí mismo en su modo habitual de tomarse las cosas, y ante la mínima presencia de la infelicidad o el negativismo hacer que su parte más optimista tome el mando.

Tal vez haya que ir cambiando el propio auto-concepto y empezar a valorar más las cosas buenas que uno tiene y en eso ayuda mucho hacer un listado donde aparezcan todas las que uno descubran por sí mismo y las que le ayuden a descubrir los demás. Van a aparecer más de las que suponemos… si es que somos justos y actuamos con justicia.

Conviene tener muy presentes todas esas cosas que nos inyectan sentimientos positivos, como la música que nos hace bailar y cantar –y además nos deja la sensación, no siempre cierta, de que lo hacemos bien-, las cosas que nos hacen felices y las que nos gustan o nos cargan de optimismo.

Ser amables con los otros nos devuelve un agradecimiento por parte de ellos que conforta a nuestra alma. Escuchar o ver cosas de humor nos predispone a ver la vida de otro modo menos dramático. Rodearnos de gente afectiva nos carga las baterías del amor. Ocupar la mente con cosas agradables que venzan a cualquier pensamiento funesto que aparezca es la mejor terapia de salud mental.

Conviene evitar lo que nos deja una mala sensación y nos hunde, la gente negativa, las músicas tristes cuando uno se encuentra mal, pensar en cosas dolorosas o que invitan al llanto, regodearse en la pena, quedarse sólo con la parte negativa de nuestro pasado y presente.

Conviene ser listo y darse cuenta de los perjuicios de la negatividad y los beneficios del positivismo. Y como resultado de esta observación, y la posterior reflexión correspondiente, podemos hacer una modificación en nuestro modo habitual de vivir y de ver la vida, podemos inyectarle/inyectarnos humor, optimismo, positividad, alegría, ilusión, gozo… podemos llenarla/llenarnos de un estado de ánimo y beatitud sobre el que fructifique un nuevo modo de ser más de acuerdo con nuestro Ser.

El positivismo gana. Siempre es la mejor opción… mientras que no se confunda con la irresponsabilidad de ver de color de rosa lo que no es de color rosa. No es bueno ver sólo el lado favorable y negar el menos favorable de las cosas si también lo hay. Es bueno ser positivo… pero objetivo.

Te invito a que, si aún no lo ocupa, le proporciones un lugar de honor en tu vida al positivismo. Ya has oído muchas veces eso de “El verdadero secreto de la vida es saberle sacar lo positivo a lo negativo”, o “El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino”, o la rotunda “Sueña en grande, piensa en positivo, disfruta el momento, ama tu vida”.

La vida vista desde el optimismo, te lo garantizo, es mejor.

Te dejo con tus reflexiones…


 

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