CÓMO LIBERARTE DE LA BÚSQUEDA DE PERFECCIÓN
Muchas personas se pasan la vida buscando la perfección: la perfección en cuanto a su apariencia, su lugar de trabajo y sus relaciones. Si están en un camino espiritual, incluso podrían buscar la perfección en su práctica de meditación diaria.
La buena noticia es que ya somos perfectos en todos los sentidos. La noticia no tan buena es que lo hemos olvidado y, como resultado, muchos de nosotros pasamos toda la vida buscando la perfección y por lo tanto a veces sufrimos innecesariamente. ¿Cuántas veces te has atormentado porque estás teniendo demasiados pensamientos durante la meditación, si tu postura de yoga no es tan buena como debería o porque necesitas cambiar en tu dieta?
La perfección es tan evasiva como el silencio. Es algo que no podrás alcanzar del todo y justo cuando piensas que lo has hecho, algo cambia y se pierde. Es difícil incluso describir la perfección verdadera. ¿Cómo expresar en palabras algo que sobrepasa hasta la imaginación? En cambio, muchas personas pierden el tiempo concentrándose en lo que no es.
La antigua sabiduría de los vedas nos dice que el mundo entero es una proyección de la mente. Como dice Deepak Chopra: “no es el universo; es tu universo”.
La mente es muy limitada; está plagada de expectativas, juicios, dudas y apegos. ¿Así que cómo puede algo tan imperfecto como la mente, proyectar algo perfecto? No puede. Para encontrar perfección, necesitas aventurarte más allá de la mente. La perfección no es un pensamiento; es más bien un estado de conciencia. Cuando dejas de tratar de encontrarla, la perfección aparecerá a tu lado.
Hay dos caminos en la búsqueda de la perfección: puedes continuar tratando de arreglar lo imperfecto o puedes salirte de la imperfección y adentrarte en la libertad ilimitada de la perfección misma, dejar ir y libertarte de la búsqueda imposible.
La próxima vez que te encuentres preocupándote por cómo ser perfecto o perfecta, ten en cuenta estos útiles recordatorios para liberarte de eso.
EL MOMENTO YA ES PERFECTO
Esta frase puede ser muy confusa para mucha gente. ¿Cómo puede un momento ser perfecto cuando acabas de quedarte sin trabajo, terminaste una relación o te han diagnosticado una enfermedad grave? Es importante saber que la perfección no siempre es lo que esperamos o lo que interpretamos como felicidad. La perfección simplemente significa que es totalmente correcto.
ACEPTACIÓN
La aceptación es una parte integral de la receta de la perfección. El universo entero ha conspirado desde el principio de los tiempos para crear este momento presente, perfecto. Debemos aprender a vivir en el momento, aceptar a todos los que conocemos y ver que cada situación en la que nos encontramos es perfecta en ese momento.
Cuando dejes de luchar contra lo que es, descubrirás la maravillosa oportunidad que te aguarda. Al darle la bienvenida a todo, podrás crear un futuro que será mucho más que lo que imaginaste en tus sueños más descabellados.
LA MEDITACIÓN ES UNA HERRAMIENTA
La meditación es la herramienta más poderosa para reconectar con tu perfección. La meditación lleva tu conciencia de la actividad al silencio, de la imperfección externa a la perfección interna. Cada vez que haces este viaje hacia tus adentros, llevas un poco más de perfección a tu vida.
LA PERFECCIÓN NO SON COSAS
La perfección se encuentra en los espacios silenciosos entre las cosas: los espacios entre nuestros pensamientos, nuestra respiración o la inmovilidad de una postura de yoga. Cuando comiences a reconocer los espacios, reconocerás la perfección. Haz espacio y tiempo en tu vida para la que la perfección brille. Haz una pausa de cuando en cuando, observa tu vida y comienza a reconocer la perfección que ya está ahí.
Nuestro ser, nuestra esencia, ya son perfectos, de tal modo que cuando comenzamos a vivir desde ese nivel del Ser, el mundo que proyectamos se vuelve un reflejo de nuestra perfección. Si quieres crear perfección en tu vida, primero debes encontrar la perfección en tu interior.
El Bhagavad Gita, el texto vedanta, dice: “Cuando puedas ver lo Divino en tu interior, sabrás que la perfección está en todo”. Las grandes enseñanzas védicas han explicado la perfección durante miles de años y el Bhagavad Gita nos ofrece muchas recetas para reanimar la perfección en la vida.
En la primera parte del texto védico, dice que cuando estamos bien afincados en nuestra propia esencia, comenzamos a vivir nuestras vidas desde el campo del silencio y las posibilidades infinitas y sólo entonces nuestras acciones son perfectamente correctas en toda situación. Vamos adentrarnos más a fondo en estas enseñanzas védicas para aprender cómo dejar ir la búsqueda de la perfección…
Valor: el miedo constriñe y limita nuestra libertad; la perfección es ilimitada. Recuerda: es tu universo; transforma el miedo en amor.
Verdad: la perfección pide apertura, honestidad e integridad. Sé fiel a ti mismo. Aprende cuándo hablar y cuándo callar.
Generosidad: la perfección es dar por completo desde la abundancia de la vida y ser agradecido por todo lo que ofrece la vida en respuesta. La perfección es dar “gracias” por todo.
Perdón: siempre podemos perdonar a la persona, cuya esencia es perfecta, incluso si no podemos perdonar el acto imperfecto. Si no podemos perdonar, nosotros somos los que sufrimos.
Desapego: sé atrevido con tus deseos, pero desapégate del resultado. El desapego es decir: “Esto es lo que quiero, pero si hay algo mejor, está bien enviar eso a cambio”. Permite que la sabiduría de la incertidumbre te cubra con sus bendiciones perfectas.
Paciencia: la perfección es eterna; encuéntrala en la quietud de la meditación. Riégala a diario con tu presencia, mírala crecer y saborea sus frutos.
Compasión: busca la perfección en todos y en todo. Algunas veces está muy escondida, así que busca con cuidado. El Corán dice: “Dios reconoce lo mucho que lo queremos por cómo tratamos a los demás”.
Paz: la violencia que se ejerce contra cualquier criatura viviente o hacia el planeta proviene de la ignorancia. Cuando ves a Dios en todos, nunca harás daño.
Dicha: si no hay dicha en tu práctica espiritual, haz algo para cambiarla.
Entrega: cuando dejamos todo en manos de lo Divino, no tenemos nada de qué preocuparnos.
Nada en el mundo exterior puede darte perfección y nadie puede hacerte perfecto. Deja de esperar que alguien o algo cambien. En cambio, dirige tu atención y tu actitud. La perfección es tu esencia; naciste con ella. Ahora disfrútala.
por: Roger Gabriel (Raghavanand)