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 CAPÍTULO 82 - PENSAR QUE LOS PROBLEMAS DE TU PAREJA NO SON TAMBIÉN TUS PROBLEMAS



Noviembre 19, 2020, 05:21:53 am
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Desconectado Francisco de Sales

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CAPÍTULO 82 - PENSAR QUE LOS “PROBLEMAS” DE TU PAREJA NO SON TAMBIÉN TUS “PROBLEMAS”
– EQUIVOCACIONES HABITUALES -

Este es el capítulo 82 de un total de 200 –que se irán publicando-  que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.


Opino que hay que respetar la autonomía de la otra parte y no sobreprotegerle, pero hay que tener en cuenta cuáles son las cosas que sólo le afectan a él y son solamente suyas, y cuáles los asuntos que pueden perjudicar, antes o después y de algún modo, a la relación.

Porque hay asuntos que son del otro, o que los ha causado el otro, y sería correcto esperar que sea él quien los resuelva, pero si el otro es un dejado, o menosprecia la importancia de sus complicaciones y no pone solución, y dado que ambos forman una mancomunidad –incluso los que estén casados o son pareja legalmente formalizada pueden tener bienes gananciales y en ese caso ambos responden solidariamente con sus bienes- puede ser que el que no ha sido responsable acabe implicado en el conflicto. Puede acabar incumbiendo a ella lo que originó él. O viceversa.

En caso de aparecer un conflicto conviene que quien sea más inteligente de los dos esté pendiente de que el causante lo resuelva, porque si no lo hace, pueden acabar perjudicados ambos. Así que habrá que seguir el proceso de cerca, pedir explicaciones de cómo va, o reclamar una justificación de que ya está solucionado.

Si él es un dejado o un irresponsable, antes de ponerse una a la tarea de arreglarlo –que sólo debiera ser en caso de que claramente se vaya a quedar sin resolver, con lo cual el conflicto se multiplicaría- sería interesante hacerle tomar conciencia de lo que puede perjudicar con su actitud, y conviene hacerle ver la gravedad de su irresponsabilidad. Si con buenas palabras y consejos no se consigue que lo haga, se le puede ofrecer la colaboración para resolverlo entre ambos, pero que sea él quien actúe y ella quien empuja desde atrás. Sólo en el caso desesperado de que se vea que ni siquiera de ese modo se va a solventar, es cuando una ha de tomar las riendas para salir del apuro.

Hacerlo crea un precedente, y casi jurisprudencia, así que conviene aclararle al otro que no se va a repetir esto cada vez que suceda algo parecido; habrá que arrancarle un compromiso serio… y vigilar para que lo cumpla. Repito: si uno de los dos en más inteligente o más responsable va a tener que estar pendiente de esta posibilidad si surge.
   
Atención: esto afecta en ambos sentidos; los asuntos del otro son del otro, pero pueden acabar convirtiéndose en tuyos.

SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:

- La relación –mientras dure- es “para lo bueno y para lo malo”.
- Los asuntos del otro son solamente del otro… hasta que pueden llegar a perjudicar a uno o a la relación.
- Vigilar la tendencia de algunas personas a desentenderse de sus propios asuntos y responsabilidades y dejar que sea el otro quien se lo resuelva. Evitar que esto se convierta en costumbre.


Francisco de Sales



 

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