CAPÍTULO 92 - AMANTES, AVENTURAS Y OTRAS RELACIONES
– EQUIVOCACIONES HABITUALES -
Este es el capítulo 92 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER
No tengo ninguna intención de hacer uso de una moralina en este apartado –eso se lo dejo a otros-, ni de aplicar fórmulas o ideas de cierto tipo de moralidad; lo incluyo porque es un asunto que se puede presentar en la relación.
Se puede opinar sobre lo que hacen los otros, pero no se tiene el derecho a juzgarles severamente, ni a criticarles, y aún menos a acusarles, sin conocer todos sus motivos y circunstancias.
Algunas personas tienen muy clara su postura en este asunto, y están muy enamorados de su pareja, o creen que le debe una fidelidad a la que se comprometió, y ni se le pasa por la cabeza hacer algo así.
Otras personas, en cambio, tienen un concepto de la moralidad o del compromiso distinto, o no se encuentran bien en su actual relación y ya no les importa que empeore, o su educación machista les anima a hacerlo, o sucumben a la parte copuladora que a todos nos compone, o quieren experimentar algo distinto, o no necesitan ninguna explicación ni justificación sino que, simplemente, les apetece disfrutar de una aventura fuera de lo habitual -sentimental, sexual, o ambas al mismo tiempo- y lo hacen.
Si quien lo hace es consciente de lo que está haciendo, si su ética moral y sus principios no quedan afectados, y si tiene la conciencia tranquila de no estar perjudicando a otros, puede hacerlo si lo desea. Es su problema. Pero si le queda algún remordimiento, o si en su interior se presenta un conflicto entre los placeres que le pueden aportar la sexualidad o el coqueteo y el daño que está haciendo con ello a su relación, que se lo piense mejor.
Si le resulta difícil pensarlo, que se ponga en el lugar de su pareja y se imagine lo que sentiría si fuese ella quien le hiciera eso mismo.
Porque si una persona no está a gusto en la relación, lo correcto y ético, lo decente y caballeroso, lo noble y honrado, es hablar con claridad y sinceridad y expresar lo que le está pasando o lo que está sintiendo. Poner los sentimientos y el corazón sobre la mesa y dialogar. Si la relación no funciona, lo adecuado es la separación de mutuo acuerdo y entonces es cuando uno tiene la libertad de estar con otra persona.
No estoy a favor de ese juego a dos bandas que es pensar “sigo con mi pareja hasta que encuentre otra y cuando ya la tenga, en una relación que parezca firme, dejo la actual”. No me parece digno. Me parece una traición espantosa a la otra persona. Me parecen una bajeza y una vileza indignas de la especie humana.
Como en todo lo relacionado, o todo lo que afecte a la relación, lo que corresponde es sinceridad, claridad, cuidado, y respeto.
Y, por otra parte, la persona que tiene estos ligues, aventuras, y otras relaciones, si los tiene con una persona que actualmente esté emparejada con la cual piensa establecer más adelante una relación seria, que entienda que eso que hace es algo que se podría calificar como infidelidad, y si comete una infidelidad hacia su actual pareja nadie garantiza que no lo vuelva a hacer otras veces después, cuando ya esté con uno…
SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:
- Por respeto a la otra parte de la pareja, es conveniente y ético no estar en otra relación al mismo tiempo.
- Si ambos están en una pareja abierta (en la que ambos pueden tener relaciones sexuales con otra persona externa), o si uno de ellos le da al otro su consentimiento, no hay nada que objetar. En una pareja está bien todo aquello que acuerden y acepten ambos.
- Si una persona no está satisfecha con su pareja, lo correcto es hablarlo con ella por si se puede solucionar.
Francisco de Sales