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 SÉ EL CONSTRUCTOR DE TU FUTURO



Diciembre 20, 2020, 06:58:33 am
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Desconectado Francisco de Sales

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SÉ EL CONSTRUCTOR DE TU FUTURO
« en: Diciembre 20, 2020, 06:58:33 am »
SÉ EL CONSTRUCTOR DE TU FUTURO


En mi opinión, englobamos demasiadas cosas en eso que llamamos futuro y dejamos en sus manos muchas cosas que realmente son importantes para nosotros y que realmente requieren una atención en este momento.

Ya sabemos que el futuro no existe. Que a eso que llamamos ahora futuro –que es algo que parece muy grande- cuando se presenta es solamente presente y es efímero.

A veces pensamos que las cosas desagradables que nos suceden se arreglarán solas en el futuro –y el futuro no es mágico ni tiene superpoderes- y nos auto-engañamos consolándonos en este presente con creer que en algún momento será sustituido por un futuro más venturoso.

Hacemos planes para el futuro como si éste fuera el remedio o la solución excelente para cualquier problema. Como que habrá “borrón y cuenta nueva” cuando llegue el futuro, que llegará colmado de dichas.
En realidad, los planes que tiene el futuro para nosotros se basan en los planes que hagamos en el presente.

No es acertado confiar en cambios radicales espontáneos y es mejor no pensar sólo a largo plazo porque el futuro hay que ir construyéndolo desde ahora.

El futuro empieza ahora mismo, ya está en marcha.

Es el resultado de lo pasado y del presente, así que nos corresponde ahora cimentar lo que queramos tener más adelante. Sólo el esfuerzo y la dedicación de este momento harán posible alcanzar esos sueños que si no ponemos ya en marcha se quedarán en utopías irrealizables que acabarán en una frustración que puede ser el preámbulo de una depresión y de una sensación de fracaso inconsolable.

Lo que está por venir, que es donde estaremos en otro momento más adelante, no siempre es inevitable. Me cuesta creer en un determinación ajena –eso que llamamos destino- que me marque una predestinación inexpugnable y más bien creo que puedo intervenir para que sea de uno u otro modo.

Creo que participar en el diseño de lo que vendrá –o donde llegaré-  es una responsabilidad y una obligación personal. Que tengo que intervenir y no dejar que sea mi inacción quien decida por mí, porque no tomar decisiones ya es tomar una decisión: la de no hacer, y los resultados generalmente tienden a ser peores que la acción.

También pienso que es una tontería soportar los resultados de mis indecisiones -quedándome en la queja de una pataleta infantil- cuando tengo la opción de hacer que mi vida sea distinta  y más positiva de lo que sería si no intervengo.

Es muy conveniente y necesario hacer planes para el futuro –para ese hipotético futuro que puede no llegar a presentarse nunca-, pero hay que hacerlos ya. Hoy. Ahora. Y no dejar nuestra vida exclusivamente en las manos irresponsables del azar o de la suerte… o de la fatalidad.

ASÍ EVITAREMOS QUE EL FUTURO SEA “ALGO QUE VA A PASAR” Y SE CONVIERTA EN “LO QUE QUEREMOS Y DECIDIMOS QUE PASE”.

Y sí, ciertamente tenemos este poder en gran medida. No seremos ingenieros en el futuro si no iniciamos la carrera ahora.

El futuro no es algo ajeno y que tiene entidad propia y poder de decisión, sino que se va conformando en torno a nuestras acciones de este momento. Puede tener una leve autonomía, porque nos sucederán algunas cosas que no dependen de nosotros y vendrán impuestas por las decisiones o hechos de otras personas, pero la directriz principal por donde SÍ queremos que discurra la tenemos que marcar nosotros y lo que suceda inevitablemente -por causas ajenas a nosotros- serán hechos accidentales y puntuales que tendremos que aceptar.

Que el futuro no sea un destino inevitablemente definido del que es imposible escapar, porque podemos convertirlo en una maravilla de la que podremos gozar. No estamos destinados a soportar inevitablemente lo que se vaya presentando sino que tenemos la oportunidad de trabajar ahora en ese proyecto al que llamamos futuro.

Entender esto en el alma y no sólo en la mente debería aportarnos un estado más ligero con respecto al posible miedo al futuro y aportarnos la esperanza de que no todo está perdido y ahora, hoy, en el presente, podemos hacer algo para que sea más de nuestro agrado.

Te dejo con tus reflexiones…


 

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