CAPÍTULO 137 - NO TENER OBJETIVOS O PLANES COMUNES
-CUANDO LA PAREJA ESTÁ DESCOMPENSADA-
Este es el capítulo 137 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER
A partir de la constitución de la relación cada uno de los miembros tiene que seguir siendo él mismo –y esto es del todo irrenunciable- pero… para que la relación perviva y crezca, es imprescindible tener objetivos o planes comunes en los que ambos estén de acuerdo y los compartan.
Para ello es conveniente estar en un contacto continuo con todo lo relacionado con esa creación propia llamada relación, viviéndola y teniéndola presente en cada instante, haciendo continuamente las aportaciones que se vayan descubriendo y seguir atentos a otras comunes para su crecimiento y optimización, y tener reuniones periódicas o constantes –como hacen los directivos que dirigen bien una empresa- en las que revisar si se están cumpliendo las expectativas, los objetivos, y los planes que se diseñaron en común; si está siendo satisfactoria la convivencia y cada uno obtiene bienestar, y entonces, si todo va bien, pasar a preparar los siguientes pasos, los nuevos propósitos a corto, medio o largo plazo, todo ello en común y para ambos, por supuesto.
Si no se siguen manteniendo y reforzando los lazos y deseos comunes se corre el riesgo de que la pareja, como entidad, pierda peso y fuerza, y acaben perdiendo, lamentablemente, la razón por la que decidieron compartir sus corazones y sus vidas. No hacerlo conduce a un estancamiento en el desarrollo y crecimiento de la relación y aboca a un enfriamiento en la relación o a un final imprevisto.
Y otra cosa: cuando se habla del futuro de ambos y de cosas que afectan a los dos, es interesante utilizar “nosotros” en vez de “yo”. Es más transcendental de lo que aparenta. Nosotros.
SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:
- Nosotros es la palabra que tiene que presidir todos los asuntos que conciernen a la pareja.
- Cada uno de los miembros seguirá teniendo una parte de su vida que le corresponde para sus asuntos y proyectos personales, pero sin desatender ni afectar a la parte común que les afecta a ambos.
- La relación no debe quedarse estancada en lo que se creó al principio, sino que necesita expandirse y con asuntos que interesen a los dos.
- Hay un riesgo grave de que la pareja no evolucione, e incluso retroceda, si no se actualiza a menudo con nuevas ilusiones, nuevos planes y nuevos objetivos.
Francisco de Sales