La auténtica felicidad no es algo que nos viene de fuera o nos proporcionan los demas. Esto hay que tenerlo claro.
Las satisfacciones, la alegría, las risas, la euforía, la diversión, el placer, y otras cosas que nos proporcionan un agradable y ansiado estado, no son la felicidad.
Todos estas cosas son manifestaciones externas, pero efímeras, de un estado muy apreciado, pero siempre transitorio. La felicidad es un estado interior, más o menos visible, pero siempre firme en su base y siempre consistente y duradero.
La felicidad es el premio a una conquista personal, a un trabajo de crecimiento, interno y externo, en el que uno se embarca con la intención de conseguir un pleno desarrollo de la integridad que forma lo personal con lo espiritual conformando el conjunto denominado ser humano.
Para tener no sólo atisbos de la felicidad, sino los primeros resultados tangibles y consistentes, es necesario atravesar cinco etapas, unas con más velocidad o intensidad que otras; pero conviene no atajar ni eludir alguna de ellas.
Para emprender este proyecto, son convenientes ciertas cosas. Si no se han conseguido ya, será bueno darles una cierta prioridad y dedicación.
UNA AUTOESTIMA SALUDABLE
AMOR PROPIO (amor hacia sí mismo)
Conocer las cosas que te proporcionan satisfacción personal.
Sentir plenamente que tienes derecho a que te sucedan cosas buenas y que mereces cualquier esfuerzo que tengas que hacer para lograr tu bienestar y felicidad.
ESTAR EN PAZ CON UNO MISMO
TENER CONGRUENCIA CON UNO MISMO.
PRACTICAR LA DELICIA DE DAR Y RECIBIR AMOR
Estar abierto a comprobar que el amor es un ingrediente básico en ese camino.
Dar amor te pone en contacto con otras personas que te sabrán dar amor.
Comprender que esto es así te permite encarar el proceso con otro optimismo y otra predisposición.
No es el camino del guerrero solitario que se enfrenta a los mil enemigos, sino el camino en que uno se siente acompañado por seres amables que te ayudan cada vez que lo requieras.
DISEÑAR UN PROYECTO
Conviene que diseñes un Plan de Vida, aunque al principìo no aparente ser muy completo o muy definido, pero sí tiene que contener unas líneas primordiales que encaminen el conjunto de tus pasos.
Cada Plan de Vida es absolutamente personal, y ha de contener los principios básicos personales y la escala de valores de cada uno. No puedes copiar de otro.
Sí puedes aprovechar las ideas de otros si encajan perfectamente contigo, si las sientes como propias.
Es bueno que te des cuenta de que uno controla más o menos ese Plan, y lo va llevando adelante al ritmo que le es posible.
Superar la primera dificultad ha de servirte de acicate para proseguir a por la siguiente.
Es bueno que recojas la información que no tienes, es bueno que escuches consejos y opiniones ajenas, pero es necesario que seas tú quien decida y no que obedezcas ciegamente lo que otros te dicen, ya que te hablarán de "sus" experiencias o "su" Plan.
Planificación, motivación, confianza, esfuerzo, fe en ti y en tu Plan, voluntad, ánimo, búsqueda de remedios, amor... todo esto te ayudará a superar las contrariedades que aparecerán.
Busca el sentido que tiene, o intúyelo, y te resultará más sencillo y más gratificante.
Conciénciate de que lo puedes lograr, y lo lograrás.
ACEPTACIÓN Y AUTOCONFIANZA
Una buena autoestima es una sólida base para tomar las decisiones que tendrás que tomar. Si es adecuada, más esperanza y más confianza tendrás en otro futuro mejor.
Tienes que saber que la buena autoestima no consiste sólo en ser realmente maravilloso o especial, sino en tener un buen concepto de ti, y sentirte ya satisfecho por emprender esto que vas a hacer por ti.
No dejes que las cosas que has hecho hasta ahora de las que no te sientes especialmente satisfecho frenen tus siguientes pasos.
No te menosprecies por lo que hayas hecho hasta ahora, sea lo que sea, porque ya pertenecen a una etapa pasada que no debe condicionar la que inicias.
Todo lo negativo de tu pasado sólo te va a aportar frenos o cadenas, así que no lo quieras. Dalo por terminado y céntrate en lo que estás inaugurando.
Perdónate si hace falta: realiza el gran acto de amor que es perdonarse sinceramente, aceptándote como eres y como estás, y a cambio de ello partirás inmaculado hacia el nuevo proyecto.
Tener mala memoria y olvidarse de muchas cosas ayuda a ser feliz.
TOMAR LA RESPONSABILIDAD DE TU VIDA
Si tienes un problema y no lo resuelves, pasas a formar parte del problema.
Ejercer tu responsabilidad comienza por darte cuenta de esto, y saber que nunca dedes estar dentro del problema para solucinarlo, sino que tienes que aprender a distanciarte de él, a verlo desde un punto de vista sin implicación, todo lo desapasionadamente que puedas, desapegándote de él para que lo rutbio del problema no te impida ver la solución.
Ahora quieres que la felicidad se incorpore a ti, o tú a ella, y para eso necesitas estar limpio de los filtros condicionantes, y necesitas escapar del inconsciente que te gobierna, de los mandatos que te limitan y subordinan, del pasado que te quiere amarrar, de la cárcel a la que te has condenado, del estancamiento que te impide crecer...
Tienes que sentir como nunca antes la libertad de la que eres dueño, y tienes que ejercitarla. Verte libre. Sentirte libre. Actuar libremente. Ser libre y aceptar la responsabilidad maravillosa que es hacer de ti una persona que se maneja bien con la felicidad, como si nunca hubiera estado separada de ti.
De todo lo que inviertas en lograr la felicidad, eres el primer beneficiado.
ENCAMINARSE HACIA EL BIEN
La felicidad no es contagiosa, pero el hecho de manifestarla hace que los otros crean en que es posible lograrla.
Cuando seas feliz no lo ocultes, no lo disimules.
Déjalo que se exteriorice.
Que tú te sientas como una persona feliz, reafirma tu felicidad, y ver lo que has logrado te anima para seguir avanzando más.
Muéstrala, y que tu ejemplo sirva de guía a los demás.
Si has logrado ser feliz, enseña a los demás cómo se puede conseguir.
VIVIR EL MUNDO DEL AMOR
El amor no sólo es el principio básico de la vida: es la vida.
La vida sin amor no se comprende.
La felicidad y el amor están íntimamente ligados, casi indisolublemente unidos. Cada uno nos lleva fácilmente al otro.
Compartir y compartirse es inherente en el ser humano.
Lo que tiene importancia en esta vida es relacionarse todo lo posible con el amor.
Amar y ser amado es una prioridad.
Amar y ser amado requiere tiempo y atención, predisposición y sentimientos, apertura y espiritualidad.
Los momentos más intensos en la vida son los que propicia el amor.
Vivir sin amor no es vivir: es malgastar el tiempo.
Hay que acostumbrarse al mundo de amor, sin vergüenza por la falta de costumbre y por la alteración de emociones que no estés acostumbrado a usar, en las que te sientes extraño o incómodo.
Si perserveras hasta que sea natural, llegarás a la plenitud que producen los sentimientos cuando alcanzan de lleno en el corazón.