10 LECCIONES QUE APRENDISTE DE TU MADRE Y ENSEÑARÁS A TUS HIJOS
Estefanía Esteban
Madres hay muchas y muy diferentes, eso es cierto, pero la mayoría tienen muchas cosas en común. Algunas de las lecciones más valiosas que aprendimos, las aprendimos de ellas. También de nuestros padres. Y por qué no decirlo, de los abuelos. Pero ahora nos vamos a centrar en aquellas lecciones que los hijos suelen aprender de sus madres, y que permanecen como una huela imborrable por siempre en sus vidas. Seguro que alguna de ellas también la aprendiste tú. Compruébalo aquí. Te mostramos 10 lecciones que aprendiste de tu madre y enseñarás a tus hijos. ¿O no?
1. La familia es lo más importante. Puede que hayas oído más de una vez esta frase. Sobre todo si tienes hermanos y solías enzarzarte en alguna pelea con ellos. O quizás en esa época de adolescencia en la que empezabas a darle la espalda a tu familia para darle más protagonismo a los amigos. Al final, las madres son muy sabias y el tiempo termina dándoles la razón. En la mayoría de las veces (por desgracia, no siempre), la familia siempre está ahí para apoyarte en los momentos más difíciles. Una valiosa lección que tú también puedes enseñar a tus hijos.
2. Tú vales más de lo que imaginas. Nadie como una madre para mejorar la autoestima de sus hijos. Y nada de ese dicho de: 'eso no vale porque eres mi madre'. Precisamente por eso, porque es tu madre. Nadie te conoce como ella. Así que nunca olvides que tu madre siempre resaltó lo importante que eres. Potencia y alimenta el amor propio de tus hijos tú también. Haz que crean en ellos, en sus posibilidades, que sean capaces de ver sus dones y habilidades y aprendan a potenciarlos.
3. Si tienes que volar, vuela. No hay nada más doloroso para una madre y a la vez gratificante que ver 'volar' a un hijo. Seguro que tu madre te enseño desde el principio a ser independiente y autónoma en la vida. Tú también lo harás con tus hijos. Y cuando llegue el momento, les verás partir, dispuestos a comenzar su camino en solitario. En gran medida lo lograrán, gracias a ti. Al final, no lo olvides, las madres (y padres) estamos para enseñar a 'volar' a los hijos.
4. La importancia del perdón. Es cierto que las heridas dejan cicatrices, pero a perdonar, se aprende. Algo que toda madre debe enseñar a su hijo, con el ejemplo, es la importancia del perdón. Al final, el pasado, pasado está. Nunca se olvida, pero sí puedes enseñar a tu hijo a cerrar un puerta. Pocas cosas hay tan gratificantes como el perdón. Una gran lección que para tu hijo será muy útil a lo largo de su vida y que muchas veces nos llega a través de esta conocida frase: 'el tiempo lo cura todo'.
5. La perfección no existe. Es más, la perfección o el intento de ser perfecto constantemente es dañina, ya que aniquila la ilusión y la motivación y genera más y más frustración. Tu madre seguramente te enseñó en su día la belleza de la imperfección. Una lección que tú también enseñarás a tu hijo. No dejes que se obsesione con la perfección, porque se alejará de la felicidad. Mejor, enséñale a aceptarse como es y a quererse con sus imperfecciones.
6. Todos los actos tienen consecuencias. ¿Cuántas veces de niño o de niña rompiste algo por jugar en casa y desobedecer las órdenes de tu madre o de tu padre? ¿Qué pasó entonces? Lo más normal es que terminaras castigado. Porque es la forma de aprenderlo: todos nuestros actos tienen consecuencias. Una frase muy 'de madre' que nos enseña la importancia de ser responsables de nuestros actos y a pensar bien antes de lo que hacemos intentando calcular las consecuencias.
7. La importancia de guardar secretos. ¿Aún conservas algún secreto que solo sabéis tu madre y tú? Los secretos nos dan una pista sobre la importancia de la lealtad. La confianza se forja con cariño y con lealtad. Y la lealtad es fundamental en la vida para crear y afianzar vínculos.
8. El respeto y todos esos valores esenciales en la vida. El respeto es uno de esos valores 'mal visto' en muchas ocasiones y que sin embargo, sigue siendo esencial en la vida. No se trata de obedecer al más fuerte, al más tirano, al más poderoso. Se trata de respeto basado en la confianza. De respeto a los bienes comunes, de respeto a todas las demás personas. Pero además, las lecciones de una madre siempre rescatan valores esenciales que forjarán nuestros pilares: la tolerancia, la solidaridad, la empatía...
9. La sabiduría no te la dan los libros, sino la experiencia. 'Cuando crezcas, comprenderás muchas cosas'. De pequeños nos hartamos de escuchar esta frase, perplejos y enfadados. No conseguimos entenderla. Pensamos que ya lo sabemos todo. ¡Con la de cosas que ya hemos vivido! Y sin embargo, según vamos acumulando años, nos damos cuenta de cuánta razón tenía nuestra madre. Y de pronto comenzamos a darnos cuenta de muchas cosas que no entendíamos. La vida es al fin y al cabo ese valioso libro que vamos escribiendo poco a poco y que repasa con soltura cada una de las asignaturas que nos enseñarán a formarnos como personas.
10. Si tropiezas, levántate y anda. Nadie como nuestra madre para explicarnos la importancia de la fortaleza emocional. Una de las lecciones más valiosa que nos dan las madres es la del esfuerzo y la perseverancia. Si encuentras obstáculos, rodéalos. Si te caes, levántate. Que nadie te pare. Sigue tu camino y siempre llegarás a la meta.
Estas son solo algunas de las grandes enseñanzas que puedes enseñar a tus hijos. Evidentemente, hay muchas más. Y es que tú, como madre, eres la más paciente e incansable maestra para tu hijo. Recuérdalo siempre. Puede que ahora tu hijo parezca no entenderte o intente rebelarse ante tus lecciones de vida. Pero recuerda que tú hiciste lo mismo... y ahora, como madre, de pronto te ves enseñando a tu hijo esas mismas lecciones de vida.