¿SE PUEDE DECIDIR DEJAR DE SUFRIR?
Es cierto que las personas sufrimos, lo pasamos muy mal, nos duele… y queremos dejar de sufrir. Cada persona, según su propio esquema de valores ante la vida, las relaciones y el mundo, decide cómo comportarse y cómo actuar.
Así como, también decidimos cómo pensar, y por supuesto, esto puede influir en nuestros sentimientos. A veces, de forma totalmente inconsciente, nos metemos en un círculo vicioso, del que no sabemos salir, y donde cada vez, encontramos más sufrimiento e infelicidad.
“La felicidad o infelicidad no se mide desde el exterior sino desde dentro.”
-Giaccomo Leopardi-
LAS CONSECUENCIAS DEL SUFRIMIENTO
Cuando las cosas no suceden como una persona espera, puede sufrir por ello. Al sufrir, puede bloquearse, paralizarse y lamentarse de lo mal que le va todo.
Es así, como se sentirá víctima de todo lo que le ocurre. Sentirse así la convence de que no puede hacer nada, de que está todo perdido, de que nada merece la pena…
Y es esta actitud la que alimenta el sufrimiento, la que le sirve de combustible. De esta manera, puede seguir de una forma indefinida, girando en torno a él, creando un círculo vicioso del que que resulta muy difícil salir, por no decir imposible… El sentimiento cada vez es más profundo y crea más angustia.
“La infelicidad máxima, como la felicidad máxima, modifica el aspecto de todas las cosas.”
-Johann Wolfgang von Goethe-
DEJAR DE SUFRIR ES POSIBLE
El sufrimiento está ahí, pero en nuestras manos está dejar el sufrimiento atrás. Dependerá en buena medida de nuestra actitud y del empeño que pongamos en ello. Puede ser cierto que las cosas no vayan bien, pero no es menos cierto que pueden cambiar.
Pero también hay que ser conscientes de la necesidad del cambio, de que si seguimos haciendo lo mismo de siempre, es probable que siga ocurriendo lo mismo de siempre. Hay cosas que solo nosotros, con nuestro esfuerzo podemos conseguir y, a veces, dejar de sufrir es una de ellas.
¿PERO CÓMO CONSEGUIRLO?
Una buena forma de comenzar es repitiéndose y poniendo en marcha una serie de frases de aliento:
• Para dejar de sufrir, tengo que romper el círculo vicioso donde estoy y el cual mantiene el sufrimiento…
• Para dejar de sufrir, tengo que romper con pensamiento y actitudes derrotistas, desesperanzadoras, y negativas, que me están impidiendo moverme, avanzar, y buscar soluciones…
• Para dejar de sufrir, tengo yo la llave, cambiando todo aquello que no funciona, buscando soluciones diferentes y más creativas…
• Para dejar de sufrir tengo que proponérmelo, tengo que quererlo y tengo que poner de mi parte…
• Para dejar de sufrir, tengo que aceptar la realidad que me ha tocado vivir, siendo parte activa en ella, proponiendo soluciones, buscando nuevas salidas…
• Para dejar de sufrir, tengo que salir de mi “zona de confort”, que es lo conocido, lo de siempre, lo cómodo, porque ésta me está haciendo sufrir…
• Para dejar de sufrir, tengo que cambiar yo y después cambiará lo que me sucede…
• Para dejar de sufrir, tengo que explorar, arriesgar en cosas nuevas, proyectar nuevas ideas, descubrir un mundo diferente…
• Para dejar de sufrir, tengo que superar la pereza, ponerme a andar aunque no tenga fuerzas, ponerme de pie, salir a la calle, esforzarme y sacar fuerzas de dónde “parece” que no las hay…
Todas las personas que dejaron de sufrir, saben a lo que me refiero, todas ellas, decidieron un día emprender un nuevo rumbo y descubrieron que cuando, dejaron de sufrir, empezaron a vivir. Atrévete a dejar de sufrir. Nadie dice que sea fácil ni que el camino sea corto, pero se puede conseguir y lo que te espera al final de ese trayecto merece la pena.
ACEPTACIÓN
También es importante saber que muchas veces las condiciones externas no se pueden cambiar. En este caso deberemos aprender a aceptar que no tenemos el control de todo. A través de la aceptación cambiará el color de las gafas con la que vemos la vida.
Aceptar no es estar de acuerdo, no son sinónimos. Aceptar significa reconocer que existen ciertos aspectos de la vida sobre los que no tenemos control. Una vez que interiorizamos este proceso, nos liberamos de una gran carga emocional. Dejaremos de estar obsesionados por el control y comenzaremos a ser más libres.
“Si algo tiene solución, ¿por qué tanta preocupación? Si no la tiene, ¿por qué tanto desconsuelo?”.
-Shantideva-
Solemos aferrarnos a nuestras expectativas sobre cómo debería ser nuestra vida y sobre como deberían desarrollarse las cosas. La aceptación también implica dejar de aferrarnos a estas expectativas, de esta forma, si algo ocurre diferente a como habíamos imaginado, el sufrimiento será bastante menor.
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