¿A QUÉ VENIMOS AL MUNDO?
En mi opinión, la pregunta del título puede tener tantas respuestas como personas existen, sobre todo por eso de que cada persona tiene su opinión y su verdad, y para muchas personas el faro que les guía es su propia luz. Por eso voy a exponer algunas ideas, para que quien no tenga su propia respuesta escoja la que le parezca más adecuada o por si aprovecha algo para crear su propia razón. O por si le hacen reflexionar.
SE VIENE A TRABAJAR EN EL DESARROLLO PERSONAL. Es una respuesta que les va bien a quien cree que es un alma que se reencarna en diferentes ocasiones para ir perfeccionándose a través de las pruebas que se ha programado para cada vida. O sea, que se supone que venimos a conocernos, pero no conocer a cualquiera de los personajes en los que nos han/hemos convertido sino conocer al Ser Esencial del que partimos, el que realmente somos. Quiénes somos y quiénes no somos. Venimos a aprendernos.
ESTO ES EL RECREO. Hay quien piensa que el trabajo de Desarrollo es un trabajo Espiritual y se hace “en otro sitio” –que no se sabe especificar- y estamos aquí para descansar y relajarnos… cosa que, tal como hemos organizado la estancia en este mundo, se ha hecho imposible-. Tenemos los sentidos, las emociones, el mundo entero a nuestra disposición… pero nos vamos de aquí con todo a medio usar.
APROVECHAR LA ESTANCIA. Uno nace, vive y muere y no hay nada más. Somos otra especie animal, como las hormigas o los osos panda, que no se plantean nada filosófico ni buscan la trascendencia. Somos mediocres como especie y pretenciosos por encima de nuestras posibilidades.
DEJAR NUESTRO GRANITO DE ARENA. Hasta quien se considere el menos importante, hasta quien está teniendo una vida vacía de éxitos, triste o dolorosa, puede y debe aportar algo al mundo y a la vida. Hasta los que no tendrán una lápida presuntuosa tienen que colaborar. Lo que transcurre en el mundo se basa en las relaciones que tenemos entre todos los Humanos. Parece absurdo ser de la misma especie, compartir el mundo, y centrarse cada uno en su vida sin importarles los demás y sin aportarles algo. Me encanta esa frase que dice “El que ayuda a una persona a tener esperanza no habrá vivido en vano”. Y también me gusta “Sé compasivo, porque cada persona con la que te cruzas está librando una dura batalla”.
APRENDER A PERDONARNOS. Y a sanar. A aceptar y aceptarnos. A comprender y comprendernos.
SER FELICES. Tenemos todos los elementos a nuestro alcance para poder hacerlo y no lo hacemos en la medida de las posibilidades de las que disponemos. Ponemos demasiados obstáculos y demasiadas condiciones para ser felices. Nos boicoteamos con tonterías y nimiedades obstaculizando su presencia continua.
ENCONTRAR LA PAZ. Tal vez la prueba a superar sea precisamente ésta: encontrar la paz entre tanto caos, entre tantos motivos que permitimos que nos alteren, entre tanta distracción y tentación. No olvidemos nuestro interior, que es donde reside la PAZ.
CUMPLIR UNA MISIÓN. ¿Qué misión? pues cada persona ha de averiguarlo por sí misma atendiendo a las peticiones de su alma y las propuestas que le haga la vida o su conciencia. Afrontar las preguntas trascendentales y universales es una buena ayuda. Dios, o quien sea el Creador, o la evolución como especie, nos exigen cumplirla. Tenemos que dejar una huella aunque sea tenue, un legado invisible que sobreviva a nuestro nombre y nuestro cuerpo, colaborar en la bondad mundial cada uno como pueda, porque hay actores de primera fila que brillan y llegan a mucha gente y hay actores secundarios –pero absolutamente imprescindibles- que aportan una sola frase en una obra de teatro –pero que es una frase imprescindible para que la obra quede completa y bien-, lo mismo que cualquiera de nosotros puede aportar una sonrisa a quien la necesita, un abrazo a quien no se atreve a pedirlo, o un silencio a quien no quiere consejos sino desahogarse. Para algunos dar miles de monedas es algo que no les afecta y para otros dar una moneda es dar la mitad de todo lo que tiene.
VENIMOS A VIVIR. No a practicar esta mala costumbre de sufrir, preocuparse, llorar de más, angustiarse, dejar que se escapen los amaneceres sin verlos cada día, no despedirse del sol cada noche, no amar con toda la capacidad de la que disponemos y no amar todo y a todos. El amor parece ser la principal asignatura que hay que aprender y practicar. Y sólo se puede hacer si uno VIVE. Y venimos, sobre todo, a VIVIR.
En mi opinión, es IMPRESCINDIBLE responder a esta pregunta. Y a todas las que van a surgir a raíz de ésta.
Te dejo con tus reflexiones…