LO POSIBLE Y LO IMPOSIBLE.
No hay por qué negarlo:
uno hace lo posible
para alcanzar lo imposible
y lo imposible hace lo posible
para no ser alcanzado.
Es así.
Hay más sueños rotos que cumplidos.
Más deseos en el aire que en la realidad.
Pedimos de más,
sin un buen criterio y sin posibilidades,
como niños insaciables,
como mendigos con hambre…
y no siempre se nos da.
Lo posible queda más a mano
aunque requiera un esfuerzo.
Es mejor tener ambiciones pequeñas
que ambiciones imposibles.
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