CÓMO DEJAR DE TOMARTE LAS COSAS PERSONALES.
Aprende cómo sostener tu espacio y mantener tu poder.
Como seres sociales, definimos parcialmente quiénes somos por y mediante las relaciones que tenemos. La mayoría de nosotros interactuamos con una variedad de personas todos los días, desde nuestras relaciones más íntimas hasta los extraños que encontramos en la calle. Obviamente, qué tan involucrados estamos con ciertos individuos iluminará el nivel e intensidad de nuestras interacciones con ellos. Hay personas con quienes nos llevamos bastante bien y aquellas con quienes puede ser más difícil conectar y comunicarse, o algunas que pueden ser una verdadera montaña rusa emocional. Mientras que algunas personas tienen una tendencia a tomarse las cosas personales la mayor parte del tiempo con quienquiera que se estén relacionando, el enfoque aquí es hacia las relaciones en las que se ha formado un lazo importante.
Con frecuencia dependemos de otros para tener felicidad, certeza (emocional, financiera y de otros tipos) y, a veces, seguridad. Con frecuencia buscamos a otros para satisfacer nuestras necesidades. Cuando estas personas nos alientan, apoyan, quieren y valoran, es probable que nos sintamos bastante satisfechos con nuestras vidas. Pero cuando aquellos con los que hemos formado lazos nos juzgan, son críticos o incluso agresivos y abusivos hacia nosotros, es posible que nos encontremos en conflicto, atrapados entre la necesidad de tener a estas personas en nuestras vidas por cualquier razón y la satisfacción de nuestras propias necesidades. A veces hacemos un “trato con el diablo” y terminamos cediendo mucho de nosotros mismos con el fin de apaciguar a alguien importante en nuestras vidas, para hacerlos felices, mantener la paz y hacer que se queden en nuestras vidas (porque creemos que los necesitamos).
Tomarse las cosas personalmente suele ser un efecto secundario de este trato. Cuando nos tomamos las cosas personales les damos a ciertos individuos más poder sobre nosotros del que merecen o deberían tener. En efecto, estás permitiendo que alguien cuestione lo que sientes y crees. Estás confiando en que alguien más te dirá quién eres, en lugar de confiar en lo que sabes que es cierto sobre ti; lo que realmente te define como persona sin ninguna influencia externa. En esencia, tomarte las cosas personalmente te mantiene atado a alguien más y, en un extremo, incluso puede hacerte sentir como víctima.
En lugar de simplemente reaccionar cuando alguien te molesta, puedes considerar algunas de las cosas a continuación cuando te encuentres en una confrontación/interacción en la que sientas que tu integridad personal está siendo desafiada.
ENFÓCATE EN LO QUE SIGNIFICA ESTA RELACIÓN PARA TI. ¿Qué tanto estás involucrado con este individuo? ¿Siempre es necesario ser amable, evitar hacer olas, llevarte bien con el fin de satisfacer a esta persona y mantener la paz? ¿Percibes que hay un precio muy alto si estás en desacuerdo o desafías a esa persona? ¿De verdad necesitas la aprobación de esa persona? ¿Vale la pena esforzarse por mantener feliz a esa persona mientras te desafía?
CAMBIA EL ENFOQUE DE LA INTERACCIÓN PONIÉNDOTE EN LOS ZAPATOS DE LA OTRA PERSONA. Intenta entender lo que la otra persona está pensando, sintiendo o intentando expresar. ¿Interactúa así con muchas personas? ¿Usualmente critica, insulta, acusa o avergüenza a otros? Tal vez esta persona no ha aprendido a comunicarse de manera saludable. Tal vez carece de ciertas habilidades sociales y sienten que la única manera en la que serán escuchadas y recibirán atención es siendo groseras o agresivas o maltratando a otros para que las cosas salgan como quieren. Tal vez tienen problemas con las relaciones en general, con los límites, con ver las cosas como completamente buenas o completamente malas, como correctas o incorrectas.
NO SAQUES CONCLUSIONES INMEDIATAS DURANTE UNA CONFRONTACIÓN. No hagas asunciones sobre los juicios o críticas que parezcan ir dirigidos hacia ti. Tal vez no se trata de ti en absoluto, sino acerca de la persona que los emite y sus propias percepciones proyectadas. De hecho, casi siempre se trata de la otra persona, de sus problemas, sus necesidades y su deseo de controlarte a ti o a la situación.
UNA TANGENTE DE ESTO ES SABER QUÉ TE HACE SENTIR VULNERABLE. Cuando estás consciente de tus puntos sensibles, de las cosas que activan tus emociones y reacciones, entonces puedes prepararte cuando surja una interacción que amenace con absorberte.
CREA UN ESPACIO ENTRE TÚ Y TUS REACCIONES. Tu respuesta inicial podría ser reaccionar emocionalmente. De ser posible, no sigas esa reacción lastimera. Tómate el tiempo de dominar tus emociones y evaluar lo que está pasando realmente delante de ti antes de responder. En general, es buena idea crear un espacio personal saludable alrededor de ti. (Una buena visualización de esto es imaginarte en medio de un claro con una reja rodéandolo. Ese es tu espacio. Nadie puede entrar ahí a menos de que tú lo permitas). Cuando creas un espacio entre tú y la otra persona, es menos probable que se crucen o borren los límites personales.
CUANDO ESTÉS LISTO, RESPONDE PARA ACLARAR LAS COSAS. Si todo sale bien, tus emociones se colocarán en el asiento de atrás mientras tú le pides al individuo que explique por completo lo que está pensando y lo que quiere de ti. Escucha cuidadosamente para que puedas discernir entre lo que tiene sentido y lo que no con base en su fantasía o necesidad de que te comportes de cierta manera. Dile cómo te hace sentir lo que están diciendo o haciendo. En algunas instancias es posible que no se dé cuenta de lo agresivo, grosero, insultante o insensible que está siendo, o de que sus palabras son hirientes y que lo que te están pidiendo no es razonable. Explica que si la meta de la interacción/confrontación es conciliar, entonces lo está haciendo mal. Tal vez podrías sugerir una solución alternativa.
Si se vuelve evidente que esta persona no puede respetarte a ti o tu espacio e insiste en crear una situación pensada para incomodarte, atacarte, devaluarte, hacerte menos o hacerte sentir mal una y otra vez, es necesario repensar la relación. Si es un familiar, probablemente será difícil alejarte, pero puedes limitar el tiempo y la naturaleza de su relación. Si es alguien más, corta todos los lazos por tu propio bien.
FINALMENTE, APRENDE A CONFIAR EN TI. Por supuesto, las relaciones siempre tendrán un papel importante en tu vida. Pero mientras más sepas de ti, menos necesitarás que otros te digan quién eres. Cuando desarrolles una orientación de tu vida basada principalmente en tus propios recursos, en lugar de en influencias externas, tu dependencia en fuerzas externas se reducirá.
https://www.psychologytoday.com/es/blog/como-dejar-de-tomarte-las-cosas-personales