CLAVES PARA MANTENER Y MEJORAR LAS RELACIONES PERSONALES.
La base para mantener relaciones personales satisfactorias, sanas y duraderas es la confianza.
La mayoría de nosotros diríamos que para que se establezca una buena relación entre dos personas lo principal es que haya «feeling»; sobre todo si hablamos de pareja, aunque también podemos sentirlo entre amigos, compañeros de trabajo, familiares…
Si bien, esa «química» explicaría porque nos sentimos bien y atraídos hacia una persona en concreto, no daría cuenta, de cómo se establecen las relaciones sólidas.
Dicho de otra forma, la sintonía que puede surgir entre dos personas no se mantiene sola; es necesario «currarse» la relación, o esta con el tiempo terminará desapareciendo; incluida toda la química emocional.
CONSTRUIR LAS RELACIONES PERSONALES SALUDABLES LLEVA SU TIEMPO; Y CUANDO DESEAMOS QUE ÉSTAS PERDUREN Y SEAN SATISFACTORIAS, ES NECESARIO QUE LO HAGAMOS A PARTIR DE UNA BUENA BASE DE CONFIANZA.
A veces somos tan impacientes que pretendemos establecer nuestras relaciones personales muy rápidamente, y no terminamos de entender que eso es imposible; siempre suponen una inversión a largo plazo.
Stephen R. Covey en su libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, usa la metáfora de la cuenta bancaria emocional para describir la cantidad de confianza que existe en una relación.
La cuenta bancaria emocional, según este autor, funcionaría de la siguiente manera:
«Si aumento mis depósitos en una cuenta bancaria de la que hago a usted depositario, mediante la cortesía, la bondad, la honestidad y mantengo mi compromiso con usted, yo constituyo una reserva.
La confianza que usted tiene en mí crece, y yo puedo apelar a esa confianza muchas veces, en el caso de que la necesite.
Incluso puedo equivocarme, y ese nivel de confianza, esa reserva emocional, compensará la diferencia.
Pero si tengo la costumbre de mostrarme descortés e irrespetuoso, de interrumpirlo, de exteriorizar reacciones desmesuradas, de ignorarlo, de comportarme con arbitrariedad, de traicionar su confianza, de amenazarlo, si en su vida no valgo dos céntimos finalmente mi cuenta bancaria emocional quedará al descubierto. El nivel de confianza será muy bajo».
¿CÓMO MEJORAR LA CALIDAD DE NUESTRAS RELACIONES PERSONALES?
Si deseamos basar nuestras relaciones en una duradera y genuina confianza, Covey nos propone realizar de forma regular depósitos en la cuenta bancaria emocional de la otra persona. Para él, existen seis principales depósitos que tenemos que tener en cuenta
1.- Comprender al individuo.
Es, sin duda, la base de toda relación sana.
Es fundamental comprender plenamente a la otra persona, y entender sus preocupaciones, necesidades e intereses, aún cuando nos puedan parecer triviales.
La escucha activa nos ayudará a conocer mejor a la otra persona y a tratarla como ella espera, y no desde nuestro egocentrismo. De esta forma, conseguiremos sumar, en vez de restar, a la relación.
2.- Prestar atención a las pequeñas cosas.
En una relación, las cosas grandes son las cosas pequeñas. Los detalles y atenciones auténticos producen grandes beneficios.
Son los detalles como gestos de cariño y de generosidad frecuentes los que suman sin duda a la relación, mientras que las faltas de respeto, las ironías, los reproches… tienen el efecto contrario, van deteriorando poco a poco la relación.
3.- Mantener los compromisos.
Las personas construimos nuestras expectativas en base a las promesas que nos hacen los demás.
Independientemente de las circunstancias o de tus emociones, no hagas una promesa que no tienes intención o garantías de cumplir.
Hacer promesas y no mantenerlas destruye la confianza; así que, elige bien tus compromisos y manténlos.
4.- Aclarar las expectativas.
Consiste en aclarar los roles y objetivos de los miembros de la relación.
Muchas veces damos por sentado que la otra persona sabe, y comparte, nuestras expectativas, nos parecen tan evidentes que ni siquiera vale la pena «perder» tiempo en hablarlo.
Es difícil, e incluso, violento ponerte hablar con alguien sobre lo que esperas de tu relación con ella.
Pero, a pesar de ello, es importante hacerlo, sobretodo si estamos al inicio de la relación, ya que las expectativas poco claras suelen provocar incomprensiones, decepciones, malos entendidos… y pueden suponer un deterioro importante en la comunicación y la confianza mutua.
5.- Demostrar integridad personal.
Ser íntegro va más allá de decir la verdad, significa además cumplir con nuestras promesas (por eso hay que elegirlas bien) y satisfacer las expectativas (de ahí la importancia de clarificarlas). Lo opuesto sería la manipulación y la mentira.
Hay varias formas de manifestar nuestra integridad: la mejor forma de hacerlo sería siendo leales con quienes no están presentes, de esa forma construimos la confianza de los que sí lo están.
Ejemplos cotidianos de falta de integridad serían: criticar a alguien a sus espaldas (¿qué garantía tiene la otra persona de que no harás lo mismo con ella) o ser indiscreto y contar confidencias de otros a terceros, por muy amigos que sean.
A veces, se requiere coraje para ser honestos e íntegros; pero definitivamente es la única manera de vivir relaciones plenas.
6.- Disculparse de forma sincera.
Cuando hacemos algo que resta en la relación, como incumplir una promesa, traicionar la confianza de la otra persona…, tenemos que disculparnos, con rapidez y de forma sincera.
La disculpa debe ser genuina y sincera y sin autojustificación; además es importante que vaya acompañada de una conducta que de alguna forma corrija el error cometido.
Se necesita mucha fuerza de carácter para disculparse de manera auténtica.
Las personas con poca seguridad tienen dificultades para hacerlo, porque les supone sentirse demasiado vulnerables, y temen que los demás se aprovechen de esa debilidad. Les preocupa lo que puedan pensar de ellos y muchas veces eso les lleva a justificar su error en vez de reconocerlo, y aún en el caso de que se disculpen, suelen hacerlo de manera superficial y poco creíble.
En este sentido, hay que tener en cuenta que las disculpas sinceras generan confianza, mientras que las disculpas reiteradas y poco sinceras tienen el efecto contrario.
En resumen, el nivel de confianza que establezcamos con otra persona dependerá de la frecuencia con qué realicemos determinadas acciones, y esto cuenta tanto en un sentido positivo como negativo.
Ten en cuenta que las personas con las que tenemos una relación más estrecha e interactuamos con más frecuencia, requerirán de mayores depósitos para que la relación no se deteriore; desterremos de una vez por todas el dicho popular de «la confianza da asco».
Es verdad, que como seres humanos, nos equivocaremos, cometeremos errores, diremos cosas que no tocan… en definitiva: meteremos la pata.
Pero en el momento seamos consciente de ello, no permitamos que por orgullo, inseguridad, vergüenza, miedo… se eche a perder una relación que para nosotros es valiosa, no nos quedemos en números rojos. Compensemos de manera inmediata todos esos retiros hechos en la cuenta bancaria emocional de la persona que nos importa.
¡Cuidemos de nuestras relaciones personales!
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