RESPETAR Y RESPETARSE.
En mi opinión, el respeto y el auto-respeto han de ocupar uno de los lugares destacados entre las cosas que uno tiene que tener muy en cuenta en su vida y que ha de enaltecer y honrar escrupulosamente. El respeto es una expresión de amor y de consideración tanto hacia uno mismo como hacia los otros, porque incluye aspectos tan agradablemente nobles como la veneración y la cortesía, el cuidado y el Amor.
Mahatma Gandhi decía “No puedo concebir una mayor pérdida que la pérdida del respeto a uno mismo”. Hacemos demasiadas cosas ruines contra nosotros mismos que nos parecen “normales”, pero en realidad no lo son y, además, contienen los agravantes inaceptables de la desconsideración y el desprecio incluidos. No amarse bien es tal vez lo peor que uno puede hacer contra sí mismo. También lo es castigarse de cualquiera de los modos, como maltratarse, menospreciarse, despreciarse, mantenerse en una Autoestima baja –y no hacer algo para mejorarla-, no cuidarse atentamente, no darse alegrías y placeres, ni sonrisas, ni los halagos y premios merecidos. Desatenderse en cualquier aspecto es también una falta de respeto.
El respeto es merecido por todas las personas –siempre que no hagan algo lo suficientemente grave como para desmerecerlo-. Partimos de que hay un respeto “inicial” hacia todos y hacia todo; aunque a ciertas personas concretas, esas que han demostrado ser dignas merecedoras de otro respeto mayor, se les puede ofrecer un extra que incluye admiración, máxima consideración, cortesía y hasta reverencia. Todos tenemos en mente el nombre de una persona o personas a las que admiramos profundamente, ante los que nos sentimos premiados por poder estar en su presencia. A esas personas me refiero como las que merecen aún un mayor respeto que, por supuesto, se han ganado.
Respetar al otro es aceptarle sin condiciones y sin pretender convertirle en otro distinto, o sea, sin chantajearle imponiéndole una serie de cambios a nuestro gusto y condiciones. Respetar no siempre es fácil, pero tenemos que pensar que así como a nosotros no nos gusta que nos impongan condiciones para aceptarnos, a los otros tampoco les gusta. Hay que respetar que los otros sean diferentes, piensen de otro modo, vean las cosas de distinta manera. No se les puede exigir que sean como uno quisiera que fuesen o como uno cree que tendrían que ser. Por supuesto que es primordial ofrecer respeto a todos si queremos que todos nos respeten. Esto se resume en esa frase tan conocida que dice “trata a los otros como te gustaría que te tratasen a ti”.
La falta de respeto por parte de los otros, el ataque directo a la dignidad personal HA DE SER INTOLERABLE. Hay cosas en las que considero que hay que ser intransigente: el respeto y la dignidad se merecen nuestra defensa absoluta. No hay que permitir que nadie ataque alguna de estas dos cosas.
Respetar es aceptar al otro y sus ideas, es una muestra de consideración y de Amor. Me refiero a aceptar su derecho a ser diferente y pensar del modo que le parezca conveniente. Solo pierde sus derechos si comente voluntariamente actos injustos o inmorales, o si él no respeta, no aprecia y no valora.
La dignidad de cada Ser Humano ha de ser inviolable. Jeas Paul Sartre decía “respeto las órdenes, pero también me respeto a mí mismo, y no obedeceré ninguna regla hecha especialmente para humillarme”. Quien no me respete no merece mi respeto. Podré tolerar muchas y distintas ofensas, pero la falta de respeto no estoy dispuesto a tolerarla. Dignidad y Respeto son el lema de mi vida. ¿Lo son para ti también?
Te dejo con tus reflexiones…
