LO HUMANAMENTE POSIBLE
En mi opinión, tiene razón el señor Guy Braeckman cuando dijo algo que resonó dentro de mí con una gran fuerza de convicción, muy rotundo, y al mismo tiempo, me dejó asombrado como si fuera la primera vez que observara eso. En ese momento, fue como un gran descubrimiento. No era necesario que diera más explicaciones. Algo dentro de mí lo asumió como propio y como ancestral.
Habló de “lo humanamente posible”, y se me desmoronó el mito del humano intentando lo imposible, intentando con doloroso arrojo lo que no le es dado alcanzar, las metas quiméricas, el esfuerzo titánico de querer ser y vivir de otro modo.
En muchas ocasiones se nos olvida que somos limitados y que tenemos impedimentos por todos los sitios; que estamos sólo medianamente capacitados para subsistir en el Mundo, que no estamos nada preparados para la Vida y las cosas que nos suceden a lo largo de ella; que la educación que hemos recibido en cuanto a saber desenvolvernos y actuar del modo adecuado es muy limitada; que casi todas las experiencias a las que nos enfrentamos son nuevas y nos exigimos como si fuéramos expertos, peritos, catedráticos o sabios.
Sabemos que para todo aquello en lo que no tenemos una preparación perfecta y exhaustiva –que son la mayoría de las cosas- actuamos más con buena voluntad o vocación que con conocimiento y sabiduría, pero… una y otra vez se nos olvida. Se nos olvida que sólo podemos reclamarnos o pedirnos cuentas por lo que es “humanamente posible”.
No somos Dioses.
Somos Humanos.
Comprender esto, sin necesidad de que haya que explicarlo, debería aportar una apertura de conciencia que nos permitiera, automáticamente, cambiar el modo de vida.
Y si no se comprende sin más, es mejor no tratar de explicarlo, porque dejaría de ser el asunto tan directo que es para convertirse en otra teoría más.
Somos humanos. Somos seres limitados. Somos imperfectos. Estamos incapacitados para realizar ciertas cosas. No tenemos preparación para afrontar otras.
Tengamos paciencia con nosotros mismos. Nos podemos –y nos debemos- amar a pesar de nuestros errores.
Te dejo con tus reflexiones…