CÓMO HABLAR CON TU HIJO PARA EVITAR QUE SUFRA ABUSOS SEXUALES.
Aunque quisiéramos pensar que los abusos sexuales en la infancia son poco frecuentes, la realidad es que lo son en una medida alarmante. Y lo peor es que, en un altísimo porcentaje, suceden en el ámbito familiar, lo que deja a los niños y niñas en una terrible situación de vulnerabilidad. Como en muchos otros ámbitos de la vida, la clave para combatirlos está en la prevención. Y para que esta tarea sea eficaz, es preciso ofrecer a los menores información adaptada a su edad y herramientas que les permitan defenderse.
UN LÓGICO TEMOR
No son pocas las preocupaciones que un padre o una madre pueden llegar a tener en su día a día cuando se trata de sus hijos, y más aún cuando van creciendo y empiezan a relacionarse con otras personas. Entre ellas, las dudas que nos asaltan cuando comienzan a ir al colegio, a moverse fuera del entorno familiar y a acudir a campamentos y excursiones. ¿Qué podemos hacer para que nuestros hijos no sufran abusos sexuales? ¿Cómo podemos hablarles de este tema? ¿Cuál es la edad idónea para mantener con ellos esta conversación?
Para contestarnos a estas y otras muchas preguntas, en Sapos y Princesas hemos contado con la inestimable colaboración de Margarita García Marqués, fundadora y directora de AspaSi (Asociación para la Sanación y la Prevención del Abuso Sexual Infantil) y psicóloga clínica especialista en este ámbito.
LO QUE DICEN LAS ESTADÍSTICAS
Los datos que arrojan los diferentes estudios sobre este tipo de actos cometidos contra menores de edad son, cuanto menos, perturbadores. Según un estudio de la fundación AspaSi, una de cada cuatro niñas y uno de cada siete niños menores de 17 años sufre abusos sexuales en España, la mayor parte de ellos, en concreto el 87 %, en el entorno familiar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también maneja cifras preocupantes: alrededor del 20 % de las mujeres y del 5 al 10 % de los hombres manifiestan haberlos sufrido en la infancia. Y lo que inquieta aún más es que solo vislumbramos la punta del iceberg: el 80 % de las agresiones son silenciadas porque se producen dentro del ámbito familiar.
Los maltratos a menores son más frecuentes en las edades preescolares y, dentro de estos, el abuso sexual afecta con mayor frecuencia a las niñas, según un estudio realizado por profesionales del servicio de urgencias del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona (España).
Una de cada cuatro niñas y uno de cada siete niños menores de 17 años sufre abusos sexuales en España. El 87 % se producen en el ámbito familiar.
EL PERFIL DEL AGRESOR SEXUAL
«Empiezan siendo muy cariñosos y amables con ellos, haciéndoles sentir especiales y únicos», incluso les dan regalos, para engañarles, explica Margarita García Marqués. «En esos casos es muy importante que, a pesar de tratarse de alguien cercano, que los trate bien y se porte bien con ellos, los niños sepan que siempre tienen derecho a decir que no y deben decir que no» y no sentirse coaccionados, amenazados o, incluso, culpables.
«La mayoría de la gente buena y amable es gente buena y amable, y nada más. Pero cuando alguien te hace un regalo y no puedes enseñárselo a mamá o papá o no puedes decir que alguien te hace un regalo, mosquéate, que algo pasa».
La mayoría de los agresores son personas integradas en la sociedad y con una vida normal, de las que no se sospecha que puedan padecer una patología sexual grave. Suelen ser hombres, aunque también hay mujeres: se estima que ellas cometen alrededor del 13 % de los abusos.
¿A PARTIR DE QUÉ EDAD DEBO HABLAR CON MI HIJO SOBRE ABUSOS SEXUALES?
Desde muy pequeños, a partir de los 3 años, cuando comienzan a quitarse los pañales, podemos ir enseñándoles conceptos vitales para desarrollar su capacidad de autoconocimiento. «Enumerar cada parte del cuerpo del niño también es una forma de prevención. Porque así pueden hablar de qué les pasa en cada sitio» y explicarles que «la zona que cubre la braguita o el calzoncillo son zonas íntimas y privadas». Es entonces cuando hay que decirles que, salvo que les duela o tengan un problema de salud, nadie puede tocarles las partes íntimas, «que su cuerpo es suyo y nadie tiene derecho a tocarles».
Otro aspecto fundamental es que la comunicación entre padres e hijos sea natural y fluida, «que cada noche nos sentemos a hablar con ellos sobre qué les hace sentir bien o mal, los problemas que puede haber habido en el día».
AUTOESTIMA Y EDUCACIÓN
También es muy importante que tengan desarrollada su inteligencia emocional, que disfruten de una buena autoestima. «Hay que enseñar a los niños a respetar, a respetarse y a que tienen que respetarles. Y tener una buena comunicación con ellos, hablarles incluso de sexo, según la edad de cada niño». El objetivo es que puedan expresarnos lo que les ocurre con sus propias palabras, algo que nos permitirá saber qué es lo que está ocurriendo y nos ayudará a que se sientan escuchados y comprendidos. Para ello, debemos ser muy receptivos y crear un ambiente de confianza en el que puedan sentirse seguros.
«Tenemos que educar y formar a nuestros hijos y confiar en ellos, porque la mayoría de la gente es buena, los abusadores son muy pocos. Si nosotros hemos enseñado a los niños, si hay una buena educación emocional, si hay una buena comunicación con ellos y son emocionalmente sanos», ellos nos contarán todo lo que les ocurra de manera natural y sabrán poner límites.
¿CÓMO PUEDO ABORDAR EL TEMA CON MI HIJO?
Cuando se trata de niños muy pequeños, de entre 3 y 7 años, es necesario explicarles de forma sencilla y natural que hay personas en el mundo a las que «su mamá no les dijo que esas cosas no se hacen, y que ellos tienen que explicarles que eso no se hace, que no se tocan las zonas íntimas».
Pero hay que hacerlo con naturalidad y espontaneidad para no asustarles, pues así conseguimos dos cosas fundamentales: por un lado, no traumatizarlos, y, por otro, facilitar la comunicación, pues si pasan por una situación así, enseguida nos lo van a contar, pues lo harán como algo natural. En cambio, si sienten temor, será más probable que se callen, lo oculten o tengan vergüenza.
Para explicarles este tipo de asuntos lo mejor es emplear recursos lúdicos. Incluso con guiñoles o marionetas y utilizando frases como «mira qué tontito este señor, que su mamá no le ha explicado que hay sitios que no se tocan y me quería tocar. Que no, que yo solo soy un niño, búscate una novia de tu edad», propone la fundadora de AspaSi.
En el caso de los niños y las niñas mayores, hay que hablarles con claridad para que sepan que los abusadores sexuales son personas enfermas que tienen problemas y no saben respetar los límites. Ellos ya son algo más conscientes acerca de su sexualidad, conocen sus partes íntimas y deben tener claro su derecho a decir ‘no’.
Con los adolescentes podemos y debemos ser más directos y hablarles con absoluta franqueza. Tienen una mayor capacidad para poner los límites y deben entender que tienen que buscar gente de su edad a la hora de explorar su sexualidad.
MI HIJO SE VA DE CAMPAMENTO, ¿QUÉ DEBO DECIRLE?
Nuestro hijo se va de campamento por primera vez y ha llegado el momento de hablar con ellos seriamente sobre este tema. ¿Cómo empezamos?
En primer lugar, hay que explicarles que «se van a ir de campamento, se lo van a pasar muy bien, van a ducharse con otros niños y que hay monitores que les van a ayudar. Pero, salvo que se hayan hecho una herida o les piquen mucho los genitales por alguna razón, nadie puede tocarles la parte que cubre la braguita o el calzoncillo. Son partes íntimas y nadie puede jugar con ellas. Si notan que hay algo raro, es necesario que nos lo digan».
Algo muy útil en nuestra conversación previa con nuestros hijos es establecer una palabra clave de seguridad que nadie más conozca o pueda reconocer su significado salvo ellos y nosotros. De este modo, en el caso de que estén en una situación de riesgo, podrán decírnoslo sin miedo a que otros entiendan lo que nos cuentan.
«Si en algún momento se sienten mal, incómodos, que sepan que simplemente tienen que poner límites y decir ‘oye, que así a mí no me gusta que me toques’. Llamarnos por teléfono y que nos digan esa palabra clave, para que podamos ir corriendo a buscarlos, a ver qué está pasando allí».
¿QUÉ HACER SI MI HIJO PEQUEÑO HA TENIDO CONTACTO CON UN POSIBLE AGRESOR?
Si detectamos que alguien ha intentado abusar de él, es necesario tratar el tema con tranquilidad para que no se asuste ni se traumatice. En el supuesto caso de que nos cuente que «el monitor, el tío Juan, el profe o quien sea me ha querido tocar, en ese momento le decimos algo así como ‘ay, ay, ay, voy a tener que hablar yo con él, ¿eh?, a ver qué pasa. No te preocupes, cariño, que no va a volver a suceder'». Y diremos que vamos a reñir a esa persona, sin hablar en términos de consecuencias legales, ni de cárcel en ningún momento, «pero dejándole bien claro que en ninguna circunstancia tiene que volver a estar con esa persona».
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