EL CAMINO DEL AUTO-DESPRECIO AL AMOR PROPIO: 7 PASOS.
¿Eres demasiado duro contigo mismo? ¿Te desanima lo que percibes cuando te miras? Es momento de bajar hasta las raíces, de reparar eso que está a un nivel profundo y que lleva pesándonos mucho tiempo.
Las personas tardamos bastante en darnos cuenta de que, a veces, no nos queremos tanto como deberíamos. Hay quien se habitúa tanto a la crítica de su personalidad, su carácter, su físico y sus logros conseguidos que hace del desprecio un hábito inconsciente. Lo lleva hasta el extremo de desear ser otro, tener otra vida, habitar otro cuerpo y ser de una manera muy diferente…
Sin embargo, el espejo se empeña en reflejarles a diario su auténtico yo, ese en el que apenas confían y que devalúan de mil maneras diferentes. Admitámoslo, no hay nada peor que estar en el interior de una piel que desagrada. Ese vínculo traumático con el autodesprecio conduce tarde o temprano a más de un trastorno psicológico.
Los más jóvenes lidian con los problemas de la conducta alimentaria. Anhelan cuerpos más perfectos, creyendo que con ello hallarán la satisfacción y la solución a los problemas. Asimismo, los que ya tienen una edad ponen la mirada en lo no logrado, en los sueños jamás conquistados, culpándose de su mala suerte, de sus nulas valías para alcanzar lo que un día se propusieron.
Es muy fácil caer en el abismo del odio a uno mismo, cuando pocas caídas resultan tan peligrosas. Empezar a mirarnos con otra luz y otro filtro más amable y compasivo nos permitirá cambiar percepciones. Cultivar el amor propio es tan importante como respirar o alimentarnos. Solo respetándonos y apreciando quiénes somos lograremos tener una vida más plena y significativa.
El odio a uno mismo no solo condiciona nuestras relaciones y potencial humano. Es también el germen que trae consigo numerosos problemas de salud psicológica.
Las personas que se odian a sí mismas están cargadas de resentimientos. Liberar ese equipaje nos será de ayuda.
CLAVES PARA PASAR DEL AUTODESPRECIO AL AMOR PROPIO
¿Por qué nos odiamos a nosotros mismos? Esta cuestión tan sencilla de plantear es, en realidad, una de las más difíciles de responder. Podríamos hablar de sentimientos de insuficiencia, insatisfacción vital y baja autoestima. Sin embargo, el autodesprecio es un estado que, por término medio, suele gestarse en la adolescencia y que acompaña a la persona durante una parte amplia de su vida.
Para comprender su origen podríamos rastrear en factores afectivos y ambientales como la crianza hipercrítica. También podríamos hablar de factores de personalidad, como el perfeccionismo obsesivo y la autoexigencia. Asimismo, algo que debemos comprender también es que, una vez se instala en el cerebro la narrativa mental de la inutilidad, cuesta mucho desactivarla.
Un estudio de la Universidad Nacional de Australia destaca la relación entre el odio a uno mismo con la ideación suicida. Estamos ante una variable que no podemos descuidar ni infravalorar. La persona que no se valora, que no confía en sí misma y que arrastra siempre una constante frustración debe trabajar en sí misma. Hacer un cambio, pedir ayuda si es necesario… Veamos a continuación cómo pasar del autodesprecio al amor propio.
1. Toma el control de tu mente
Tu mente es una experta en tortura psicológica. A menudo, el modo en que te educaron, el haber vivido un trauma o incluso la propia personalidad encienden en nuestro interior los mecanismos del autodesprecio. Si es tu caso, debes atender los siguientes procesos cognitivos que refuerzan el odio a uno mismo:
• Pensamiento de todo o nada. Este enfoque es el que hace que, cuando cometes un error, te veas como un fracasado. Recuerda, las personas no somos buenas o malas, brillantes o ignorantes, excepcionales o mediocres. Todos discurrimos entre esas franjas grises intermedias donde hay oportunidades de mejora. No te pongas etiquetas, mejor confía en tu potencial.
• Razonamiento emocional. Procesar todo lo que te sucede solo desde el filtro de las emociones hará que siempre te dejes llevar por tu ansiedad, tu desprecio y tu angustia. Aplica una mirada más racional a lo que te sucede y vivirás mejor.
• Domina a tu crítico interno. La forma en que te hablas determina cómo te ves. ¿Y si empiezas a ser más compasivo contigo mismo?
2. Tolera tu imperfección y tus errores
Vivimos en una sociedad que nos vende el éxito y la belleza como trampolines a la felicidad. No te lo creas. La perfección es una fábula, una fake news, una trampa para el bienestar psicológico. Aceptar que todo ser humano es falible e imperfecto aligerará cargas en tu interior. Así que empieza a ser más permisivo contigo mismo y tolerar tus errores y defectos.
3. No a la comparación social
Para pasar del autodesprecio al amor propio niégate a compararte con los demás. Deja de focalizarte en lo que ha logrado tu mejor amigo, tu hermano, el hijo del vecino. No te midas tomando como referencia lo que ves cada día en Instagram. Evita verte a través de ese cristal tan turbio de la comparación social a la que nos abocan desde niños.
Cada cual debe tomarse como referencia a sí mismo, ser su mejor versión dentro de su propio potencial, características y deseos.
4. Clarifica tus fortalezas
¿Qué es lo que se te da bien? ¿Qué logros has demostrado en el pasado y de los que te sientes orgulloso? Buena parte de tus sentimientos de autodesprecio se nutren de tu percepción de insuficiencia. También de ese diálogo interno y tus autopercepciones te castigan repitiéndote que no vales para aquello que deseas hacer.
Pero no es cierto, porque albergas valías, habilidades y fortalezas que necesitas clarificar para empoderarte con ellas.
5. Cultiva relaciones más enriquecedoras y sanadoras
Lo cierto es que no todo tu autodesprecio procede de esa voz interna que devalúa y desprecia. Tu entorno también puede ser artífice de tu autoimagen negativa y de que no te quieras como mereces. A menudo, nuestra familia actúa como una auténtica secta orientada a criticarnos, machacando cada uno de nuestros sueños, infravalorando cada logro.
También ciertas relaciones de pareja pueden aniquilar la autoestima y nuestra imagen. Es esencial, por tanto, que pongas distancia de quien destruye tu bienestar mental. Cultiva nuevas amistades, conecta con personas que saquen lo mejor de ti, que te devuelvan la confianza en tu potencial, que te animen a ser mejor cada día.
A menudo es necesario recurrir a la terapia psicológica para reducir el peso del autodesprecio.
6. Trabaja en tu propia validación cotidiana
Para pasar del autodesprecio al amor propio no debes depender únicamente de los refuerzos externos de las personas que te quieren. Es cierto que ayudan, que dan fuerzas. Sin embargo, necesitas también ser tu mejor aliado en ese proceso de transformación/sanación. ¿De qué manera puedes llevarlo a cabo? Toma nota:
• Date cumplidos cuando hagas algo bien y ánimos cuando fracases.
• Confía en ti cada día.
• Perdónate cuando te falles a ti mismo o a los demás.
• Ponte metas sencillas y positivas cada día y siéntete orgulloso cuando lo logres. Celébralas.
• Cuando algo te genera miedo o inseguridad, actúa a pesar de esas barreras. La superación cotidiana mejorará tu autoimagen.
7. Solicita ayuda experta si tus sentimientos de auto-desprecio dominan tu vida
Todas estas estrategias aquí señaladas te pueden servir de ayuda. Sin embargo, no resulta fácil pasar del autodesprecio al amor propio de una manera rápida; por otro lado, nos ayudará la inercia, pero primero tenderemos que crearla. En cualquier caso, cambios a ese nivel de profundidad demandan nuestra implicación personal.
Las raíces del autodesprecio pueden estar siendo alimentadas por un trauma. En estos casos, en los que la situación es compleja, no dudemos en solicitar ayuda especializada. Mereces quererte más para vivir mejor, más libre, autorrealizado y feliz.
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