LOS 5 TIPOS DE DIOSES (según distintas religiones y creencias)
Samuel Antonio Sánchez Amador
Las religiones monoteístas adoran solo a un ente todopoderoso, pero existen muchas formas de concebir lo sobrenatural. Descubre con nosotros los diferentes tipos de Dioses.
En países como Estados Unidos, el fundamento religioso es una parte central del día a día de la mayoría de ciudadanos. Sin ir más lejos, más del 50% de los estadounidenses estiman que la religión toma un papel muy importante en sus vidas. La mayoría de los habitantes de este país (63%) se consideran religiosos cristianos, mientras que solo un 15% de ellos no se identifican con ningún tipo de religión.
Si cambiamos de país, veremos que en Tailandia se encuentra la mayor proporción de personas religiosas en el mundo, ya que un 94% de la población cree en alguna deidad. La otra cara de la moneda se encuentra en China, donde solo el 7% de los habitantes presentan creencias religiosas.
La cosa se pone más interesante aún cuando conocemos que más de 2.400 millones de personas son cristianas, mientras que 1.200 millones no se acogen a ningún grupo religioso. En base a estos números, podemos sacar una conclusión chocante pero irrefutable: a día de hoy, hay más gente que cree en un Dios (o forma parte de un grupo de índole religiosa) que personas ateas en el mundo. Según esta afirmación, nos surge la siguiente duda: ¿Qué tipos de dioses caracterizan a cada corriente religiosa? Aquí te traemos la respuesta.
¿CUÁLES SON LOS TIPOS DE DIOSES SEGÚN LA RELIGIÓN?
Desde tiempos inmemoriales, el debate sobre qué es la figura de Dios continúa de forma ininterrumpida. A nivel terminológico, esta figura se podría definir como “el ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado hacedor del universo” (según la Real Academia de la Lengua Española). Es un ente omnipotente, omnipresente, omnisciente e impersonal, concebido como el creador sobrenatural y supervisor de todo el universo.
Algunos argumentan que este concepto refleja un todo infinito, eterno e inconcebible por la mente humana, mientras que otros argumentan que, aunque se trate de una figura todo-penetrante, tiene una morada y un aspecto propio. Desde lo etéreo hasta lo corpóreo y material, Dios adopta muchísimas formas en base a las tradiciones y escritos que codifican la naturaleza de cada religión a nivel histórico y cultural.
Por ello, describir a absolutamente todos los tipos de dioses es una tarea prácticamente imposible. Podemos debatir largo y tendido sobre si esta figura se trata de un constructo social o una realidad, pero, si eligiéramos la primera postura, podríamos describir tantos dioses como personas que crean en ellos. Como estaríamos ante una tarea prácticamente infinita, nos limitamos a presentarte los 5 tipos de dioses sobre los que se han generado religiones seguidas por multitud de adeptos. Vamos a ello.
1. Dios en la religión cristiana
La mayoría de los cristianos creen en la santísima trinidad, es decir, que Dios como ente se ha manifestado históricamente en tres figuras diferentes: como Padre, como Hijo y como Espíritu Santo (comunión conocida como hipóstasis). Según este dogma, la Santísima Trinidad se ha visto representada en el antiguo y nuevo testamento, donde Dios, sustentador y creador de todas las cosas, otorga la salvación de la humanidad a través de su hijo, Jesucristo.
Esta figura existe de forma eterna y simultánea y su función es proteger y guiar a sus hijos, que son los fervientes creyentes de la religión en la que se fundamenta. Es natural que surja la siguiente pregunta entre personas ateas: ¿Por qué deja Dios que sucedan cosas malas si su bondad es infinita y quiere ayudar a sus hijos? La religión cristiana se basa en estos pilares para darnos una respuesta:
• Las cosas malas pueden sucederle a la gente en este mundo, pero este plano no es el único de la existencia. “Las cosas que se ven son temporales, mientras que las inconcebibles suponen una recompensa infinita”.
• Las cosas malas le suceden a la gente buena, pero estas tienen un propósito final y duradero. Tras las tribulaciones del creyente, este entenderá el plan real de Dios.
• Las cosas malas equipan a los creyentes para un ministerio más profundo.
• Las cosas malas suceden a la gente buena, pues a la mejor persona le pasaron las peores cosas. Estamos hablando del dolor y sufrimiento de Jesucristo.
2. Dios en la religión islámica
En este caso, el Dios todopoderoso de la doctrina islámica es Alá. Por diversas razones, personas no islámicas creen que el Dios al que adoran los que profesan esta religión es diferente al de cristianos y judíos, pero nada más lejos de la realidad: según fuentes creadas por adeptos islámicos, “hay un solo Dios. Que no hayan dudas: los musulmanes adoran al Dios de Noé, Abraham, Moisés, David y Jesús – que la paz sea con ellos”.
Al igual que en el concepto cristiano, Alá es un Dios supremo, creador del universo y la Tierra, dueño de todo lo existente, divinidad única y alejado de todo defecto. Judíos y musulmanes tienen percepciones muy similares en lo que a este ente se refiere, pero, por ejemplo, difieren en los cristianos en la creencia de la Santísima Trinidad y la Divina Encarnación. De todas formas, esto no descalifica la existencia de Jesús: para los musulmanes, Jesús fue (como Abraham, Moisés y Mahoma) un importantísimo mensajero de Dios.
3. Dios en el hinduismo
Nos alejamos ligeramente del concepto canónico de Dios, pues, a partir de ahora, este ente se puede manifestar en múltiples figuras o, en su defecto, albergar distintas acepciones según la vertiente de la religión consultada. Por ejemplo, en el hinduismo existen vertientes monoteístas (un solo dios), politeístas (más de un dios), panteístas (la naturaleza y Dios son lo mismo) o henoteísmo (existen varios dioses pero solo uno es digno de adoración).
De todas formas, el esqueleto del hinduismo se basa en tres deidades diferentes: Brahma, Visnú y Siva, todos ellos relacionados con la creación, conservación y destrucción del mundo. Estas tres formas dan lugar a la trinidad hinduista o Trimurti.
4. Dios en el budismo
Los que no estamos muy metidos en estas creencias religiosas podemos colocar a Buda, a nivel conceptual, como el análogo del Dios cristiano: esto es del todo incorrecto. Un buda no es un dios, sino una persona que ha logrado un verdadero despertar a nivel de iluminación espiritual. Buda Gautama, sabio que impartió las enseñanzas sobre las que se erige el budismo no fue más que un ser humano, así que su cuerpo y mente eran impermanentes y cambiantes, al igual que el del resto de seres humanos terrenales.
Además, Buda Gautama negó la creencia de que el mundo había sido formado mediante el acto de una deidad creadora, estableciendo que la pregunta sobre el origen de la Tierra no tiene valor alguno. Por todas estas razones, el concepto de deidad en el budismo es completamente diferente a los anteriormente citados.
5. Dios en el sintoísmo
El sintoísmo es una religión originada en Japón, la segunda más extendida en este país (solo superada por el budismo tradicional japonés). De nuevo, aquí no existe un ente superior todopoderoso. Los japoneses sintoístas creen en una serie de espíritus o divinidades (kami) que pueden encontrarse en la naturaleza y otros niveles conceptuales superiores.
El término Kami se refiere a lo que está por encima de la condición humana, a veces traducido como “Dios”, pero no de forma correcta. Esta religión coloca como fuerza central motora del mundo a la propia naturaleza: las deidades (Kamis), celestes y terrestres, están en todas partes y son los guardianes de los lugares, protegen los bosques, habitan al pie de las cascadas, viven debajo de las rocas y perfilan el mundo que nos rodea.
RESUMEN
Como puedes comprobar, hay muchísimos dioses en la cultura popular, pero muy pocos se acogen a la acepción típica del concepto: en esta lista, solo el dios cristiano y el islámico ejemplifican a un único ente todopoderoso y benevolente, hacedor de la sociedad y la Tierra. Existen otras religiones monoteístas (como el bahaísmo y zoroastrismo), pero hemos visto de interés ejemplificar que, en otras culturas, la perfección e impersonalidad pueden encarnarse en otras muchas figuras no centralizadas en un solo concepto.
De todas formas, podemos llegar a la siguiente conclusión: una deidad es aquella figura sobrenatural a la que se le atribuyen poderes importantes. Esta puede ser única, dividirse en muchas partes o ser solo un individuo sagrado entre otros muchos. De todas formas, la supuesta existencia de la mayoría de las deidades trata de explicar los fenómenos naturales que nos rodean. Donde existen preguntas, surgen dioses, ¿no crees?
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