¿TODO LO QUE NOS PASA ES PORQUE NOS TIENE QUE PASAR?
En mi opinión, y es una opinión que me ha costado muchos años asentarla porque contaba con la oposición decidida y frontal de mi mente racional, parece que no queda más remedio que aceptar –en muchas ocasiones a desgana y con una gran rabieta- que todo lo que nos pasa es porque nos tiene que pasar.
No me es fácil argumentar esta opinión porque, insisto, hay una división interna entre mi incredulidad y la demostrada evidencia. Llevo muchos años observándolo. A veces nos pasan cosas que no comprendemos y es muy posible que nos lleguemos a morir sin comprenderlas, pero parece ser que forman parte de algo que va a más a largo plazo que la brevedad de esta vida en este mundo.
Otras veces, aquello que no podemos entender con la mentalidad y la experiencia que hemos acumulado hasta ahora empieza a tener un cierto sentido con el paso del tiempo. Si uno está atento puede empezar a relacionar cosas del presente con otras que pasaron desapercibidas en su momento, o entender ahora que aquello tan ingrato era imprescindible. Esto solo sirve para los que están muy atentos a su vida, sus sentimientos, la realidad de los hechos, y su Desarrollo Personal.
No sé si es que uno atrae de algún modo ciertas experiencias de las que puede ir aprendiendo o es que hay algún destino -previsto y diseñado en otro momento o en otro estado- que sabe que para evolucionar hay que pasar por esas experiencias imprescindiblemente. Lo que sí he comprobado es que quien está atento a sí mismo, a su evolución, puede aprender tanto en un libro escrito por un sabio como en un anuncio de refrescos.
La atención y la reflexión –no solo pensar un poco, sino reflexionar bien- son la fuente de la Sabiduría Personal. Son imprescindibles. Ya conoces la frase: “lo importante no es lo que te pasa sino lo que haces con lo que te pasa”. Si te sucede algo y no lo exprimes y le sacas todo su jugo, será simplemente un hecho o un contratiempo y no una lección.
Si de algún modo uno atrae –aunque sea inconscientemente- esas experiencias, eso provoca una cascada interminable de preguntas de este estilo:
¿A esta vida se viene a hacer algo más que nacer y morir?
¿Es verdad eso de que la vida es un camino de aprendizaje?
¿Es necesario evolucionar y ser cada vez mejor persona?
¿Todo lo que me pasa es porque me tiene que pasar?
Si uno llega a contestar de un modo afirmativo la última pregunta cambiará su percepción de lo que le sucede y agradecerá su presencia a todos los inconvenientes, a los problemas, a los dolores emocionales, porque, si lo apreciamos bien, todo lo que nos pasa nos aporta Autoconocimiento y Desarrollo; entonces no los veremos como enemigos sino como Maestros.
ESTO ES IMPORTANTE: no todo lo malo que nos pasa es porque lo merecemos: es porque forma parte del aprendizaje. Podemos y debemos des-culpabilizarnos. No es necesario agravarse con auto-reproches, con dolor, con recriminaciones y cargas. En ocasiones no somos los culpables sino las víctimas.
Somos estudiantes de esto que llamamos LA VIDA y algunas lecciones no vienen en forma de teoría, sino de práctica. No se aprenden estudiando sino viviéndolas.
Todo lo que acabas de leer merece y necesita que le prestes mucha atención. Mucha.
Te dejo con tus reflexiones…