¿QUÉ ES LA AUTOCOMPASIÓN?
La autocompasión es la capacidad de ser amable y comprensivo con uno mismo, especialmente cuando comentemos algún fallo o error. A continuación veamos cuáles son sus beneficios y cómo fomentarla.
Si eres de aquellas personas que se castiga duramente ante un error; se habla duramente cuando ha hecho algo que no debería; o se dice a sí mismo una serie de calificativos negativos, entonces requieres una dosis de autocompasión, una habilidad necesaria para valorarte como persona y sentirte mejor contigo mismo.
Veamos entonces, en qué consiste esta habilidad y cómo podemos fomentarla.
¿QUÉ ES LA AUTOCOMPASIÓN?
Como su nombre lo indica, la autocompasión es la capacidad de ser amable y comprensivo con uno mismo, especialmente cuando comentemos algún fallo o error, o cuando nos sentimos insuficientes.
En este sentido, la autocompasión sirve como un bálsamo para el alma, que alivia el sufrimiento desprendido de los sentimientos de insuficiencia y desvaloración propia, ayudándonos a hacer frente a las situaciones adversas.
Sin embargo, no debemos confundir la autocompasión con la autoindulgencia. Esta última refiere al sentimiento de pena o lástima hacia uno mismo, sobre todo en situaciones percibidas como adversas, que nada ayudan a lidiar y a superar los obstáculos.
COMPONENTES DE LA AUTOCOMPASIÓN
La psicóloga estadounidense y profesora de la Universidad de Texas en Austin, Kristin Neff es una de las autoras e investigadoras más representativas de la autocompasión y ha escrito más de 40 artículos que hablan de esta habilidad y sus beneficios.
Según la especialista, la autocompasión está compuesta de tres elementos principales, a saber:
• La auto-bondad: que implica ser cálido con uno mismo en situaciones de dolor o fallas personales, en lugar de ignorarlos o lastimarse con la autocrítica.
• Humanidad común: que refiere al reconocimiento y aceptación de que el sufrimiento y el fracaso personal es parte de la experiencia humana compartida y que no nos aíslan.
• Conciencia plena: consiste en adoptar un enfoque equilibrado de las emociones negativas para que los sentimientos no se repriman ni se exageren. En este sentido, los pensamientos y emociones negativos se observan con franqueza, de modo que se mantengan en la conciencia plena.
Dicho esto, es pertinente traer a colación el concepto de conciencia plena, el cual refiere a un estado mental receptivo y sin prejuicios en donde las personas observan sus pensamientos y sentimientos tal como son, sin intentar reprimirlos o negarlos.
LOS BENEFICIOS DE LA AUTOCOMPASIÓN
Las investigaciones han demostrado que las personas autocompasivas experimentan una mayor salud psicológica en comparación con aquellas que no la practican.
Por ejemplo, se ha demostrado que la autocompasión está asociada con la satisfacción con la vida, la sabiduría, la felicidad, el optimismo, la curiosidad, la responsabilidad personal y la resiliencia emocional.
Asimismo, se asocia positivamente con una menor tendencia a la autocritica, la depresión, la ansiedad, la rumia, el perfeccionismo y actitudes alimentarias desordenadas.
Incluso, se ha encontrado que las personas autocompasivas presentan una menor tendencia a padecer procesos inflamatorios.
Adicional a ello, podemos citar los siguiente beneficios:
• Mayor empatía y compasión hacia los demás. En la medida que somos más amables y compasivos con nosotros mismos, aprendemos a serlo también con los demás. Esto contribuye al establecimiento de relaciones personales más sanas y duraderas.
• Autoconocimiento. La autocompasión también nos permite ser más conscientes de nuestros pensamientos y estados emocionales, lo que sin duda amplía la conciencia sobre nosotros mismos.
• Crecimiento personal. En la medida que somos compasivos con nosotros mismos ante cualquier falla, seremos más propensos a aprender de estas situaciones y seguir adelante. En cambio, cuando nos reprochamos o castigamos por nuestros errores, nos quedamos estancados en lo negativo, impidiendo así nuestro crecimiento como personas.
5 EJERCICIOS PARA SER MÁS AUTOCOMPASIVOS
Ya que sabemos los beneficios de la autocompasión, es vital que aprendamos a desarrollarla. Para ello, te sugerimos algunos ejercicios diseñados para fomentar la bondad hacia uno mismo, la atención plena y los sentimientos de humanidad común. Estos son:
Escribe una carta para ti mismo
Este ejercicio consiste en traer a la mente un aspecto o faceta de ti mismo que crees que es una imperfección y que te hace sentir inadecuado. Una vez consciente de ello, escribe una carta como si la estuviese escribiendo un amigo imaginario incondicional.
Después de ello, léela detenidamente y concéntrate en las palabras compasivas y en los sentimientos reconfortantes que ellas despiertan. Posteriormente, ante cualquier situación adversa, intenta hablarte como lo hiciste en dicha carta.
¿CÓMO TRATARÍAS A UN AMIGO?
Imagina que un amigo muy querido cometió un error o está pasando por una situación dificil. ¿Qué le dirías a ese amigo? ¿Cómo lo reconfortarías?
Luego de que respondas a esta pregunta compara y contrasta cómo actuarías y qué te dirías a ti mismo si pasaras por una situación similar ¿te tratarías de la misma manera? Si no es tu caso, esfuérzate por aplicar la misma compasión que aplicaste con tu compañero, pero esta vez hacia ti mismo.
Sé consiente de tu dialogo interno
Este ejercicio está destinado a realizarse durante varias semanas y en todo momento que sea necesario. Consiste en estar atento y reflexionar sobre la forma en cómo nos hablamos a nosotros mismos cuando nos equivocamos o nos hacemos alguna critica.
En estos casos, si te sorprendes diciéndote alguna frase negativa, reformúlala a una expresión más compasiva. Por ejemplo, si te dices “no sirvo para nada”, cambia esa frase por “admito que no soy muy bueno para esto, pero puedo serlo si me lo propongo”.
Escribe un diario
Este ejercicio implica llevar un diario durante algunos días con el fin de reflexionar sobre experiencias difíciles, autocríticas y otros factores estresantes.
Para ello, cada cosa que escribas analízalas a través de los lentes de la bondad personal (usando un lenguaje suave y reconfortante para responder al evento); a través de la atención plena (siendo consciente de las emociones negativas provocadas por la situación) y a través de la humanidad común (reconociendo cómo la experiencia es parte de la condición humana).
Identifica otras formas de motivarte
Si crees que la autocritica es una forma de motivarte, lo ideal es que intentes encontrar una forma más amable, gentil y solidaria para realizar el cambio deseado. Por tanto, sé consciente de cómo la autocritica funciona en tu vida e intenta encontrar alternativas más compasivas para seguir adelante. Como por ejemplo, el autocuidado.
Para concluir, resaltamos que la autocompasión es una habilidad que requiere tener la capacidad de perdonarse a uno mismo, aceptarse tal cual somos y ser plenamente consciente de los sentimientos negativos que se gestan en uno mismo. Aunque para algunos esto puede ser todo un reto, sin duda es un proceso necesario para garantizar nuestra salud mental.
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