RENACER 2
Era fuerte y quebradiza,
conocía todos los sufrimientos,
tenía el alma rota por mil lados
y era experta en dolor y llanto.
La felicidad no contaba con ella,
su destino no le garantizaba nada bueno,
el infierno la habitaba,
paseaba con la muerte de la mano
hasta que un día explotaron
ella y su mundo,
y todo saltó en mil pedazos
y se deshizo de los llantos.
Buscó entres sus mil necesidades
cuál era la más urgente.
“Renacer”, dijo entre lágrimas.
“Renacer”, confirmó.
Y lo hizo.
A veces el demonio interviene
y no sabemos agradecérselo.
Francisco de Sales