EL MIEDO SE ENTROMETIÓ.
El miedo se entrometió
en mis pensamientos
-a conciencia, regodeándose-
dejándome una inquietud
-tan intangible como dañina-
que desarticuló mi calma
y me insufló veneno
en las venas y en el alma.
El miedo se entrometió
en mi vida y en mi mente
sembrando desconciertos
y aventando falsedades que creí
sin cuestionar su mala intención.
El miedo se entrometió
y me sacó de mi centro,
de la paz en calma en que vivía,
y a pesar de que ella no es nadie,
de no es nada,
me venció.
Ya no soy yo.
Soy la representación del miedo.
La víctima de mis miedos.
Francisco de Sales