¿CÓMO DEJAS QUE LA VIDA CONECTE CONTIGO?
¿Tus días son grises o vibran con distintos colores y sonidos? En ocasiones, podemos avanzar por las horas del día siendo poco conscientes de los secretos que nos ofrece la vida y que nos conectan con ella. Por eso, te contamos algunas claves.
A veces podemos resistirnos a rodar con el flujo de la vida. Nos resistimos por muchas razones; una de ellas es el ritmo con el que transitan los días, que puede ser frenético, incesante y casi salvaje.
Por ello, es saludable reflexionar. Es recomendable que paremos durante unos segundos y nos preguntemos sobre los aspectos del día a día con el potencial de conectarnos mediante un abrazo. Esos momentos que nos llenan de magia y nos proporcionan calor. Esas situaciones diarias en las que la vida conecta con nosotros.
«La vida es un río, fluye con él y disfruta del viaje».
-Maxime Lagacé-
EL ARTE DE DANZAR CON LA VIDA
¿Tu recorrido vital es un viaje en línea recta o tiene curvas? A veces podemos olvidarnos de que «hoy», es decir, «ahora», es «la vida». Es ese término que a veces narramos con añoranza («recuerdo cuando era más joven que…»). Son los segundos y los minutos que transcurren mientras lees este artículo.
Hemos comenzado este apartado con una pregunta. La hemos hecho porque a veces recorremos los días con un objetivo predefinido (por ejemplo, trabajar) y, casi sin darnos cuenta, nos situamos al final de nuestra jornada. Podemos sorprendernos al pensar «¡qué rápido ha pasado el día!».
Sin embargo, al evaluar cómo ha sido el día, es posible llegar a la conclusión de que «no ha sucedido nada reseñable». Te preguntamos: ¿estás seguro?
Quizás sucedieron cosas durante el día ante las que hayas estado poco receptivo. Al pasar por alto lo que la vida nos ofrece, estamos privándonos de los factores que hacen que contactemos con ella. Estos pueden ser una sonrisa, un abrazo, un café o el mero efecto de la brisa sobre la piel.
Podemos avanzar por la vida con «martingalas» o sin ellas. Las «martingalas» son los equipamientos que se ponen a los caballos con el objetivo de que miren al frente, de manera exclusiva. Así, estos animales son incapaces de ver hacia sus lados para admirar el paisaje. Sus caminos son rectos y aburridos, en vez de curvos y llenos de hermosas vistas.
«La felicidad es una mariposa que, cuando la persigues, siempre parece estar más allá de tu alcance, pero que, si te sientas tranquilamente, puede posarse sobre ti».
-Nathaniel Hawthorne-
Meditar conlleva a un estado de relajación y, a su vez, permite establecer una conexión con la vida.
¿QUÉ HACES PARA QUE LA VIDA TE ABRACE?
Existen innumerables formas de conectar con la vida. La filosofía mindfulness puede ser una buena amiga para lograr conexión con los momentos que nos otorgan energía y nos hacen vibrar. Cuando percibas que el tiempo avanza demasiado rápido y te falta la respiración, usa algunas técnicas para aumentar la receptividad a los placeres de vivir.
Muchas veces se confunde la conciencia plena en el «ahora», con el hecho de «vaciar la mente». Es una idea errónea. Mindfulness es una filosofía vital. Un camino que recorrer. Una forma de aprender de la vida. Nos permite incrementar la conciencia sobre lo que hacemos, con el objetivo de que la vida conecte con nosotros. Es decir, nos hace ser más receptivos a lo que acontece en el momento presente.
«El mindfulness no es solo una práctica, sino una forma de vida que puede transformar nuestra relación con nosotros mismos, los demás y el mundo».
-Sharon Salzberg-
MINDFULNESS: UNA HERRAMIENTA PARA EDUCAR NUESTRA MIRADA EN EL «AHORA»
Transitar por la vida con la mente plenamente focalizada en lo que realizamos, además de prevenir síntomas ansiosos y depresivos, cambia la forma en la que nos relacionamos con lo que nos rodea. Los segundos, minutos y horas dejan de estar «vacíos» y adquieren, progresivamente y con práctica, una energía vigorosa.
UN EJERCICIO PREVIO: INTROSPECCIÓN PARA CONECTAR
Podemos pensar que «la práctica meditativa» es una pérdida de tiempo. No obstante, meditar es un procedimiento de mindfulness que nos posibilita alcanzar un estado de relajación. Prueba centrarte durante dos minutos únicamente en tu respiración (Shapiro, 2006).
Si tu atención se «escapa» a tu control, es normal. Es decir, el hecho de centrarnos en la respiración puede hacer que emerjan pensamientos y emociones que poco tienen que ver con observar cómo respiramos.
Cuando esto sucede, simplemente vuelve a llevar tu atención al aire que llena tus pulmones y al movimiento rítmico de tu caja torácica. Observa tus pensamientos, desde la respiración, sin entrar a valorar si son «buenos o malos» o si «deberían, o no, estar en tu mente».
«La atención plena es la práctica de abrirnos a la experiencia presente, sin juicio ni resistencia y simplemente permitir que sea tal como es».
-Tara Brach-
UNA CUESTIÓN DE PERCEPCIÓN
Observa tu cuerpo ¿Cómo lo sientes? ¿Agarrotado o relajado? ¿Cómo se siente si posas tu atención sobre el dedo gordo del pie derecho? ¿Notas el contacto con el zapato? Céntrate en esa sensación. Poco a poco, recorre otros puntos de tu anatomía. Entra en contacto con las sensaciones que te provoca, sin valorarlas. Sin juzgarlas.
Cuando caminas ¿sientes el contacto de la planta de tu pie contra el pavimento? Una buena forma de «contactar con la vida» es incrementar la conciencia en las sensaciones y percepciones que experimentamos a lo largo del día. Mira los árboles. O a las personas. Contempla el cielo ¿Qué ves? ¿Qué te transmite?
Observar lo que nos rodea puede brindarnos emociones extraordinariamente positivas. El entorno está repleto de colores y de sonidos vibrantes. El sol tiene el potencial de acariciar nuestra piel y de proporcionarnos una brizna de calor, incluso en los días más fríos ¿Te has parado a reflexionar en estos aspectos? Son las pequeñas cosas, en el día a día, con el potencial de hacernos sentirnos mejor y de reconfortarnos.
«La vida es lo que hacemos de ella. Las aventuras están en todas partes, y es nuestra responsabilidad encontrarlas».
-J.W. Goethe-
Tomarse un momento del día para reflexionar ayuda a sentir el «ahora» en su máxima expresión.
GRACIAS
La gratitud es una amiga fiel y leal. Puedes confiar en que practicar la gratitud te reportará potencialmente sentimientos intensos de valencia positiva. La gratitud o la habilidad para dar las gracias por lo que tenemos es la «capacidad de percibir y de reconocer determinadas cosas que nos han beneficiado en algún momento de nuestros días» (Cerdan et al., 2022).
Desarrollar esta capacidad por las cosas que hacen por nosotros o por las cosas que la vida nos brinda (por ejemplo, y como comentábamos, el piar de un pájaro o el sonido del viento entre los edificios de la ciudad) aumenta la percepción sobre las cosas positivas de la vida por la que transitamos (Seligman, 2011). Aumenta nuestra capacidad de conectar porque otorgamos un significado a los sucesos que vivimos.
Como hemos visto, son muchas las formas en las que la vida contacta con nosotros. A veces nos puede costar posar la atención sobre las situaciones, los colores, las personas y los sonidos a nuestro alrededor. Pero podemos hacer uso de la «tecnología mindfulness» que, a través de la meditación, la observación y la gratitud, nos ayuda a detenernos a disfrutar. A vibrar. A vivir. Y tú, ¿cómo conectas con la vida?
«La gratitud es una forma poderosa de energía que puede transformar nuestras vidas».
-Oprah Winfrey-
https://lamenteesmaravillosa.com/como-dejas-que-la-vida-conecte-contigo/