EL JUEGO DEL BOOMERANG
Comenzaré este artículo con una pregunta: ¿alguna vez te has levantado por la mañana y te has encontrado que un árbol ha crecido "de repente" durante la noche en tu jardín?
Entonces, ¿por qué piensas que las cosas que ocurren en tu vida, tanto las buenas como las malas, ocurren "de repente"?...
El síndrome del "de repente", consiste en afirmar que los acontecimientos que nos suceden en la vida pasan de un momento a otro, sin ningún motivo que los haya provocado.
Esta afirmación no es más que otra de las formas en la que nuestros sentidos, como te comentaba en el artículo anterior, nos engañan.
Se trata de una ilusión, provocada por las limitaciones con las que cuenta nuestro cerebro y nuestros sentidos a la hora de interpretar la información que les llega.
La realidad es otra, y es que nada de lo que ocurre en nuestras vidas, sucede "de repente".
Nada es azar, todo tiene un motivo, un origen, una causa... y esa causa no es otra más que tus pensamientos y tus emociones.
El universo funciona bajo unas leyes.
Estas leyes se encuentran en funcionamiento todo el tiempo, garantizando el orden universal.
Poniendo un ejemplo, piensa en la ley de la gravedad.
Ya tenemos asumido que si tiramos un objeto hacia arriba, éste tiene que volver a bajar atraído por la fuerza de la gravedad.
No tenemos ninguna duda sobre ello.
Pues bien, existen otras leyes, de las cuales no tenemos tanta seguridad, que no por el hecho de que no las conozcamos o creamos en ellas, dejan de funcionar.
La Ley de la que te estoy hablando en este artículo es conocida como la Ley de Causa y Efecto, conocida también como ley del Karma.
Esta ley es muy sencilla, y simplemente nos viene a decir que todo acontecimiento tiene su causa.
Y además, cada suceso se convierte en la causa de otros acontecimientos futuros.
Cada árbol, ha tenido que ser antes semilla, caer en suelo fértil, recibir humedad y nutrientes, crecer poco a poco hasta convertirse en un roble, un pino, un castaño...o el árbol que sea.
Lo mismo que tus pensamientos y sentimientos son las semillas que, si son mantenidas durante el tiempo suficiente en tu mente (tierra fértil), repetidos una y otra vez (regados y alimentados), irán tomando fuerza hasta que un día, "de repente", se manifiestan en tu vida en forma de una vivencia determinada.
De igual manera que una semilla de roble no puede dar un pino, un pensamiento positivo no puede traer a nuestras vidas una consecuencia negativa.
El universo no planta nada, tú eres el jardinero.
El universo tan sólo nos provee de las leyes para que se mantenga el orden y el buen funcionamiento de todo.
Por eso, hay que estar muy pendientes de los pensamientos que ocupan nuestra mente, de las palabras que decimos, de cómo nos sentimos, de lo que creemos en lo más profundo de nuestro ser... porque estas son las semillas que darán su fruto en algún momento determinado de nuestras vidas.
Nuestras palabras y pensamientos son como un boomerang, que vuelven hacia nosotros trayendo más de lo mismo.
Por este motivo, cuida muy bien lo que estás pensando en cada momento.
Antes de hablar, piensa muy bien lo que vas a decir: ¿son palabras positivas, llenas de luz?, o ¿son palabras llenas de odio y rencor?
Da igual el tipo de palabras que sean, el boomerang volverá a ti devolviéndote la misma energía que enviaste.
De la misma forma, si quieres cambiar tus circunstancias, haz un análisis de tus creencias, de tus pensamientos, de las palabras que usas y de la frecuencia con que las empleas.
Cambia tus pensamientos, renueva tu vocabulario.
Elimina las palabras que conlleven alguna limitación (no puedo, no debo, yo soy así, tengo mala suerte....).
La mala suerte no existe, es un espejismo.
Todo tiene una causa, y esa causa eres tú.
¿Te atreves a cambiar?
Sólo cambiando tú, cambiarán tus circunstancias.
http://www.escueladeluz.com/2010/11/el-juego-del-boomerang.html