TUS “YOS”DEBEN VIVIR EN ARMONÍA
Según la nueva psicología de la personalidad, el individuo está formado por diferentes personajes con distintos rasgos y funciones. Rita Carter explica cómo lograr armonía entre ellos.
Si te preguntan quién eres, seguramente definirás a la persona que crees que eres. Sin embargo, la nueva ciencia de la personalidad sostiene que la imagen que casi todas las personas tienen de si mismas como un ser único y permanente es una ilusión, ya que estamos conformados por varias personalidades unidas gracias a recuerdos comunes. Esta multiplicidad nos ayuda a desenvolvernos en un mundo en transformación y nos permite cambiar nuestro punto de vista y nuestra conducta según las circunstancias. Lo ha estudiado Rita Carter en su libro Multiplicidad. La nueva ciencia de la personalidad (Kairós).
Psicología práctica: ¿Yo o yos? ¿Existe una pluralidad en la singularidad del yo?
Rita Carter: Cuando hablamos del yo nos referimos a dos cosas: por un lado, a un modo de comportarse consistente (características que nos hacen decir por ejemplo “esto es típico de él o ella”) y, por otro, a nuestro sentimiento interior de ser yo. Tendemos a pensar que ambos aspectos son permanentes, pero la evidencia muestra que no actuamos de manera tan consciente como creemos y que en algunas personas el sentimiento interior de ser yo no es nada firme. Tal vez sentimos que somos una persona un día y alguien totalmente distinto al día siguiente. En casos extremos, como en trastornos de personalidad múltiple, la persona puede tener recuerdos diferentes, e incluso un nombre distinto, en cada personalidad.
Entonces, si no existe el yo singular, único, ¿Qué soy yo?
No se trata de que el yo no exista, sino de que es más cambiante de lo que pensamos, y que tenemos diferentes ´yos´, es decir, diferentes maneras de ser.
¿Quiere decir que podemos utilizar nuestros distintos yos para construir el yo que queremos ser?
Efectivamente. Dado que el yo es un modo de ser, podemos aprender otro yo, otro modo de ser, desarrollando hábitos de pensamiento hasta que se vuelvan automáticos.
¿De qué manera le afecta esta multiplicidad de yos a nuestra vida, para bien y para mal?
Puede afectar en ambos sentidos. Ser capaz de pasar de un yo a otro es útil si tienes que pasar de unas circunstancias a otras, en las que se requiere una forma distinta de actuar. Si tienes solo un modo de ser, te será muy difícil adaptarte a nuevas situaciones, pero si has aprendido muchos yos diferentes puedes ir alternando entre ellos más fácilmente.
¿Cómo utilizarlo en nuestro beneficio?
Cuando conoces los yos que tienes, puedes comprobar cuáles son útiles y cuáles son destructivos, y trabajar para consolidar los útiles. Cuando los conoces bien, puedes aprender a pasar al modo de ser más apropiado para la situación en la que te encuentras. Si tienes un yo serio, por ejemplo, y también uno más divertido o atrevido, puedes asegurarte de que el serio aparezca cuando estás estudiando o trabajando, y el otro en las fiestas.
¿De qué forma esta multiplicidad protege la salud física y mental?
Diferentes estudios han demostrado que las personas con más yos – es decir diferentes modos de ser en diferentes circunstancias son más sólidas bajo presión, porque un contratiempo, perder en un juego por ejemplo, solo afecta al yo que estaba jugando, y deja intactos los otros.
¿Existen una serie de personajes que se repiten en todas las personas o cada persona tiene sus propios personajes?
Eso depende de cada uno. Algunas personas son muy integradas, pueden tener diferentes personalidades pero todas ellas comparten ciertas características que las hacen muy similares. En otras, sus personalidades son muy diferentes entre sí.
¿En qué consiste una “familia interior”?
Puedes pensar en tus yos como en familias que comparten una casa. Idealmente, todas se conocen entre sí y se comunican libremente. Pero como ocurre en cualquier familia, pueden surgir conflictos o rechazo en alguna para hablar o relacionarse con otra, o para aceptar las necesidades de otra.
¿Cómo podemos integrar todos nuestros yos para que puedan actuar de una forma sana?
El primer paso es que cada uno reconozca que los otros existen, lo cual no siempre es fácil. Una vez que se logra aceptar esto, puedes empezar a hacer que ellos se comuniquen entre sí. No es necesario integrar todas las personalidades en el sentido de hacerlas una sola. Mientras puedan coexistir de forma armoniosa puede resultar beneficioso mantenerlas separadas. Lo importante es que sean amigas.
(De la Revista Psicología Práctica)