VIVIR ES MUCHO MÁS QUE SOBREVIVIR
VIVIR PLENAMENTE
El tiempo sólo es un indicativo de cantidad pero no de la calidad de tus vivencias. Los latidos de tu corazón sólo indican que tu reloj biológico sigue funcionando, sin embargo, tu corazón está muerto si no sueñas, si no amas, si no buscas, si no estás abierto a las nuevas personas que se van cruzando en tu camino y no tienes la capacidad de construir lazos interpersonales fuertes y sólidos... El dinero sólo es un medio no un fin en sí mismo, por tanto, la felicidad está en el orden del ser y no del tener.
Tu coeficiente intelectual no determina el estado de tu inteligencia emocional aquella que te lleva a empatizar con el otro, a desarrollar las habilidades sociales y personales, aquella que te permite disfrutar trabajando en equipo...
Vivir no significa vivir a medias porque cuando se muere se muere de golpe y para siempre.
Puedes estar enfermo sin que te des cuenta. Enfermo de infelicidad y escepticismo ante la vida cuando te dejas llevas por lo que dicen los demás y pierdes tu autenticidad.
Atrévete a ser diferente y descubrirás el carisma que hay en ti. Al menos, no tendrás que aparentar ser quien no eres y quien se fije en ti te querrá tal y como eres.
El amor es el alimento emocional que puedes ofrecer a alguien sólo con una sonrisa o con una palabra bonita.
Las apariencias engañan. Detrás de toda actitud prepotente existe una gran necesidad de afecto.
En el viaje de tu vida rodéate de compañeros de alma que te potencien y refuercen en la mayor de tus conquistas: el gozo interior.
No existe aventura más apasionante que la de conquistar el corazón de otro ser humano en la familia, en la amistad, en el compañerismo, en el enamoramiento...
¿Te atreves a querer y dejarte querer por los demás?, ¿Te atreves a vivir con esperanza? Dime que sí... y me darás esperanza a mí.
(Maite Nicuesa Guelbenzu)
