CÓMO SUPERAR EL DOLOR CUANDO TU FAMILIA NO ACEPTA TU HOMOSEXUALIDAD.
Daniele Vasta
La diversidad, en cualquiera de sus formas, desgraciadamente, aun a día de hoy puede generar miedo y rechazo.
Aunque en España somos de los países con más respetan a las personas LGTBIQ, aún nos queda mucho camino por recorrer como sociedad, ya que sigue habiendo discriminación, exclusión y han aumentado en los últimos años los ataques violentos hacia personas con orientación afectivo-sexual y de género discordantes del modelo heteronormativo.
Es una situación compleja que aún se hace más difícil si tu familia no acepta tu homosexualidad. A algunas personas, les cuesta aceptar los cambios en nuestro entorno, en las personas y en nosotros mismos, lo que puede provocar estrés porque supone movimientos internos y cambios en nuestro propio estado de ánimo. Hay que decir que en el caso de la orientación afectivo-sexual esto pasa aunque estos cambios pueden dar el paso a una vida más auténtica que nos permita sentir y vivir nuestro «yo verdadero».
A los miedos de cada persona, a sus resistencias, se añaden las imposiciones sociales y culturales como los estereotipos, los mitos y los prejuicios que nos hacen cuestionar si el cambio que intentamos hacer es «correcto» o no. Entran en juego juicios morales, lecciones de vida e incluso creencias religiosas, lo que dificulta aún más el juicio.
Nos han enseñado que la familia es el núcleo de la sociedad, donde siempre están ahí para ayudar a resolver situaciones difíciles. Sin embargo, para algunos, esta representación se desvanece si, por ejemplo, tienen una preferencia sexual distinta a la de sus padres, lo que les causa dolor. Por ello en este artículo te traigo algunas recomendaciones de cómo superar ese dolor cuando tu familia no acepta tu homosexualidad.
TU FAMILIA NO ACEPTA TU HOMOSEXUALIDAD – RECOMENDACIONES PARA SUPERAR EL DOLOR
Paradójicamente, a pesar de los esfuerzos de sectores de la sociedad, de los científicos sociales y de los avances tecnológicos y culturales, el machismo, la homofobia, la transfobia, la discriminación y la intolerancia es algo que se ve cada día en la sociedad.
Aún hay parte de la sociedad que considera que la homosexualidad es un pecado, una aberración, vergonzosa, una enfermedad que necesita tratamiento, algo anormal, lo cual puede acabar generando un profundo sufrimiento en aquella personas gay, lesbianas, bisexuales que no sienten de encajar en un modelo afectivo y sexual heteronormativo.
Si te encuentras en esta realidad, ten en cuenta las siguientes sugerencias para afrontar de la manera más funcional el hecho de comunicar tu preferencia sexual a tu familia, hacer que respeten tus derechos y superar el miedo, la tristeza, el dolor, la vergüenza, la culpa, la violencia y la homofobia en el hogar.
Hazlo si sientes que es la cosa más correcta por hacer. Hazlo por ti primero y cuando creas que es el momento, no por obligación. No tengas prisa pero ten en cuenta que puede que nunca haya el momento perfecto para comunicarlo, y recuerda que la procrastinación tampoco es una buena amiga de la felicidad.
SÉ SINCERO CON TU FAMILIA
Antes de hablar con tus padres, ten en cuenta que en la mayoría de los casos, la construcción que pueden tener sobre la homosexualidad se basa en las creencias socioculturales y en su propio aprendizaje, y la mayoría de las veces se basa en falsas creencias, mitos, prejuicios y estereotipos sobre lo que significa tener una preferencia u orientación sexual diferente.
A menudo también la familia que no acepta la homosexualidad, tratarán de encontrar la causa de lo que estás hablando y se culparán por no haberte «educado» bien (lo que hace que algunas personas reaccionen de forma agresiva porque sienten que es su culpa y se enfadan por ello).
Por todo lo anterior, podrías empezar explicando a tu familia qué es la homosexualidad, que puedan entender que no eres de otro planeta, que tus padres no te cambiaron y que no sientan que ya no eres su hijo porque sientes diferente a ellos.
BUSCA APOYO SOCIAL
El apoyo social, especialmente el de tus familiares, puede crearte una sensación de bienestar, que se refleja en tu salud mental y física porque recibes el apoyo.
De esta manera se reduce el riesgo de que te sientas herido por ellos mismos o por la sociedad porque sientes que tus sentimientos no son aceptados o que tus derechos humanos han sido violados.
En estas situaciones, el tiempo puede ser tu mejor aliado. Sin embargo, en la mayoría de los casos, todo requiere paciencia. Esto se debe a que la aceptación no se produce de la noche a la mañana, sino que es un proceso que requiere comprensión no solo por parte de los padres, sino también por tu parte hacia ellos.
BUSCA AYUDA EN TU CÍRCULO DE AMISTADES
También puedes buscar el apoyo de las personas cercanas que ya conocen tu preferencia sexual y que quizás tengan la misma orientación sexual que tú.
Por ejemplo, escuchar cómo se lo han contado a su familia, si es que ya se lo han contado, y conocer las diferentes estrategias de afrontamiento, así como las diferentes reacciones, probablemente te ayudará a prepararte para las posibles reacciones de tus propios padres.
Además, poco a poco te darás cuenta de que hay muchas otras personas que han vivido o viven dificultades similares a nivel familiar, no solo tú, y así te sentirás más tranquilo.
SI TU FAMILIA NO ACEPTA TU HOMOSEXUALIDAD BUSCA APOYO PROFESIONAL
Si te resulta difícil dar estos primeros pasos, es decir, si aún no estás preparado para darlos, o si los das y tu familia reacciona de forma muy negativa, y sigues sintiendo dolor, puedes buscar ayuda con un profesional para superarlo, como por ejemplo, un profesional que brinde servicios psicológicos. ¡Yo, estoy a tu entera disposición!
Sé claro, sabiendo que el proceso psicológico nunca consiste en querer cambiar o juzgar tus preferencias sexuales. Los sentimientos no se «curan» siendo «buenos» o «malos»; los sentimientos simplemente «son». La psicoterapia no cambia los sentimientos en ese sentido, sino que apoya el proceso de autoaceptación y de validación del derecho a ser quien eres y a amar quien y cómo quieras. Además, puede facilitar la aceptación familiar.
Una familia funcional da amor incondicional, independientemente de que se tenga una preferencia sexual u otra, de que lleves ropa diferente, o de que prefieras un determinado género musical.
EN CONCLUSIÓN
El objetivo es que todo el mundo entienda que el «problema» no es tener una orientación afectivo-sexual diferente, sino que el verdadero problema es no tener el apoyo de los que nos dan la vida y dicen querernos más, y que eso provoca sufrimiento.
La manera en como superar el dolor cuando tu familia no acepta tu homosexualidad, hará la diferencia en tu vida. Solo tú conoces cómo te sientes. Por eso, no importa el dolor o el sufrimiento que estés atravesando, únicamente tú puedes conseguir enfrentarte a él y salir adelante.
Cuando se comparte y perpetúa el importante proyecto de la existencia común, cuando existe un fuerte sentido de pertenencia, cuando hay un compromiso personal entre los miembros y cuando se establecen fuertes relaciones de intimidad y reciprocidad, podemos decir que somos una familia inclusiva, respetuosa y amorosa.
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