CÓMO DEJAR DE COMPARARSE CON LOS DEMÁS.
Todos nos comparamos de vez en cuando con los demás, incluso involuntariamente, y si no, alguien más puede compararnos con otros. Compararse con los demás no es necesariamente algo malo. Incluso podría decirse que es algo inevitable. Lo importante es poder compararte sin que te afecte negativamente; ser capaz de que, aunque te compares de vez en cuando, esto tenga poca importancia y no sea central en tu vida.
Cuando nos comparamos con los demás constantemente, dejamos de sentirnos bien y nos sentimos con menos fuerza. Al compararte con alguien más, pierdes de vista todo lo que tienes para ofrecer al mundo y una manera única en la que solo tú puedes hacerlo. Al pasar por alto esto, es más fácil que encuentres historias en las que te digas que no estás a la altura, que no eres lo suficientemente bueno. Todo esto termina por aumentar tu nivel de estrés e impide que puedas expresarte con creatividad (lo cual, a su vez, te da más razones para sentirte en desventaja al compararte).
A continuación te describimos 6 pasos que puedes seguir para dejar de compararte con los demás.
PASOS PARA DEJAR DE COMPARARTE CON LOS DEMÁS
1. Reconoce que te comparas con los demás cuando lo haces
El primer paso es reconocer que te comparas con los demás. Parecería algo sencillo, pero no lo es. Cuando existe ya un hábito de compararse repetidamente, la acción se vuelve involuntaria, es decir que la realizamos inconscientemente, sin darnos cuenta. Una vez que tomas conciencia, puedes empezar a tomar acciones respecto a este problema. En ese momento puedes intentar dejar de alimentar estos pensamientos y en cambio empezar a focalizarte en las cosas positivas que puedes aportar a las personas alrededor tuyo.
2. Focalízate en lo que eres y en lo que tienes y no en lo que piensas que te falta
Concéntrate en la manera en que puedes contribuir positivamente a la vida de los demás. Evidentemente tienes muchas cosas que aprender, en la medida en que, como los demás, no eres perfecto. Sin embargo, no es comparándote ni sintiéndote mal que vas a fortalecer eventualmente tus debilidades. El primer paso para hacer esto es confiando en ti mismo y en tus capacidades.
Esfuérzate en hacer cosas positivas que te hagan sentir bien contigo mismo, y verás que, sin darte cuenta, fortalecerás muchos aspectos de tu vida.
3. Sé más auto-consciente del daño que te ocasionas
Date cuenta del hecho de que compararte con alguien más está ocasionándote dolor, y que este dolor lo estás decidiendo tú mismo. La persona con la que te comparas está dirigiendo su vida a su manera e ignora que te comparas constantemente con ella. El dolor que sientes te lo haces tú solo, y es completamente innecesario.
4. Enfócate en aprender y no en competir
Es claro que nadie es perfecto, y que tú tampoco lo eres. Sentirte mal al compararte con los demás es signo de que no tienes suficiente humildad para aceptar que puedes aprender de alguien más. Puedes intentar en desarrollar una actitud de aprendizaje. Utiliza la comparación para inspirarte. Si tienes una actitud de aprendizaje y de gusto hacia la comparación, puedes aprender muchas cosas, y dejar de tener un problema. Si experimentas malestar al compararte es probable que te enfoques en competir y no en aprender.
5. Limita tu tiempo en las redes sociales
La gente muestra su vida en redes exclusivamente desde su mejor ángulo. Se puede tener la impresión de que estas personas no tienen problemas ni dificultades y muy pocos defectos. Es fácil compararse con ellas y tener la impresión de que no se está a la altura, lo cual da lugar a pensamientos que pueden quitarnos mucha energía. Pues el mensaje que te envías a ti mismo es: “no soy lo suficientemente bueno/a, necesito tener más”. Sin embargo tú sabes que efectivamente esto es falso, que las personas de las redes sociales tienen dificultades, defectos y frustraciones, etc.
Por esta razón, es recomendable limitar tu tiempo en las redes sociales. Exponerte demasiado tiempo a ver situaciones que no son reales, exige en ti mantener activos mecanismos de defensa para protegerte y te debilita en tanto que te expones a situaciones que no son reales.
6. No estés en conflicto con la imperfección
Nadie es perfecto. A pesar de que sabemos esto a nivel intelectual, emocionalmente tendemos a sentirnos mal cuando los resultados no son perfectos. No somos perfectos y nunca lo seremos, y esto precisamente nos hace humano. No se trata de no equivocarse, se trata de tener una buena actitud frente a las derrotas y equivocaciones: de modo que podamos aprender. Las comparaciones son algo inconveniente precisamente porque nos aleja de la posibilidad de seguir aprendiendo, y nos hunde en una dinámica en la que creemos la ilusión de que nuestra seguridad proviene de que el otro pueda ser inferior a nosotros.
10 RAZONES PARA NO COMPARARTE
1. Las comparaciones son siempre injustas. Pues usualmente comparamos lo peor de nosotros mismos con lo mejor que presumimos de los otros.
2. Las comparaciones requieren una métrica. Ten en cuenta que no existe una manera de medir los aspectos internos y que los aspectos externos de los demás pueden ser fingidos.
3. Eres único y singular como para poder comparte. Tus talentos, habilidades, éxitos, contribuciones y las maneras de hacer todo esto solo pertenece a ti. No pueden ser comparados adecuadamente con nadie más.
4. No tienes nada qué ganar, pero sí mucho qué perder. Al compararte descuidas tus propias capacidades y a la larga terminas perdiendo tu seguridad, tu dignidad y tu pasión.
5. Las comparaciones te roban tu tiempo. No es comparándote con alguien que consideras mejor que vas a mejorar en tu persona. Al juzgar nos enfocamos en lo que no tenemos (y nos imaginamos que al tenerlo seríamos mejor) en lugar de enfocarnos en lo que tenemos y podemos fortalecer.
6. Las comparaciones no tienen fin. Este hábito no se supera aunque logres tener éxitos. Siempre habrá otras personas más en las qué enfocarte.
7. La comparación coloca el foco en la persona equivocada. Ten presente que solo puedes cambiar una vida, la tuya. Precisamente es atreves de enfocar tus esfuerzos en tu persona que vas a poder lograr algún cambio.
8. Las comparaciones pueden alejarte de amigos. Al compararte con amigos puedes reaccionar de mala manera y ocasionar conflicto en tu amistad
9. Las comparaciones te quitan alegría. Compararte no te da valor, sentido ni ningún logro en tu vida - más bien te aleja de ello.
10. Simplemente tienes cosas mucho más importantes que hacer.
CONSECUENCIAS DE COMPARARTE CON LOS DEMÁS:
• Independientemente de con quién te compares, siempre te sentirás mal en tanto que compararte generalmente tiene que ver con ver las fortalezas de los otros y las debilidades tuyas.
• Incluso cuando comparas tus fortalezas con la fortaleza de alguien más, la lógica de la comparación te puede llevar a sentirte bien solo si tu fortaleza es ‘mejor’ o ‘superior’ que la fortaleza del otro. Además, siempre existirán personas que tienen algo mejor o superior que nosotros.
• Incluso si crees que tu fortaleza supera la del otro, puedes construir una seguridad inflada de esta comparación. Dicho de otra manera, que la condición para que te sientas mejor es que tu fortaleza sea superior a la de quien te comparas, también significa que tú necesitas que el otro sea inferior a ti, para poderte sentir bien contigo mismo. Esto te genera una dependencia con respecto al otro que realmente te debilita y limita.
• También terminas con resentimiento hacia otros que les va bien, sin poder conocer realmente a la persona. Esto puede incluso afectar a tus amistades y ocasionar distanciamiento.
• Al perder la oportunidad de admirar a los demás, tendrás necesidad de criticar a los demás, incluso en público, tratando de derribarlos, a veces de manera injusta.
• Puedes terminar hablando en exceso de tus logros, más de lo necesario. Eso puede caer mal a los demás.
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