CÓMO SUPERAR UN DUELO POR SUICIDIO.
Cada año hay miles de personas en España y millones en todo el Mundo que se enfrentan al reto de superar un Duelo por Suicidio.
Cuando alguien comete suicidio siempre va a dejar personas que le quieren y a las que les va a tocar realizar un difícil Duelo.
Todo el proceso que se produce tras un suicidio tiene elementos comunes a cualquier otra pérdida. En el mejor de los casos, los supervivientes irán transitando por todas las fases del Duelo para poder ir superando la pérdida. Pero en la mayor parte de los casos, el Duelo por Suicidio va a tener una dificultad e intensidad que no encontraremos en fallecimientos de otra naturaleza.
CLÍNICA DE DUELO POR SUICIDIO
No cabe duda de que los allegados a una persona que comete suicidio sufren un enorme impacto emocional.
Por la complejidad de todo lo que rodea a cualquier suicidio, según el vínculo que tuviésemos, podemos destacar algunas de las fases como especialmente complicadas.
DUELO POR SUICIDIO DE UN FAMILIAR
Como ante cualquier pérdida, cuando alguien cercano fallece por suicidio, inicialmente suele estar muy presente la negación.
La fase de Negación, es especialmente significativa cuando la pérdida se produce de forma inesperada como por ejemplo, por un accidente de tráfico, un infarto o un homicidio. Se trata de un elemento que suele estar presente en muchos de los casos de suicidio.
Es cierto, que las personas que fallecen por suicidio suelen realizar uno o varios intentos antes de finalmente cometer suicidio, pero los familiares no suelen iniciar el proceso despedida o Duelo hasta que se produce el fallecimiento. Aún así, en estos casos en los que los diferentes intentos autolíticos han sido graves puede ser algo más sencilla transitar la fase de negación.
De las 3 emociones más presentes en todo proceso de Duelo por suicidio, la rabia puede estar muy presente en los supervivientes por el aparente carácter voluntario del acto suicida. Aunque es relativamente fácil que, con todo el tabú que rodea al suicidio, los supervivientes no se sientan con el derecho a sentir rabia. Y precisamente por éste motivo, para su acompañamiento emocional es muy importante validarla como parte del normal desarrollo del Duelo por suicidio, y animar a su expresión.
DUELO POR SUICIDIO DE UN HIJO
Si pudiéramos nombrar algo para lo que las personas no estamos preparadas es ver morir a un hijo. En el duelo por fallecimiento de un hijo, la rabia suele también estar muy presente porque solemos vivirlo como una injusticia de la vida.
Si se trata de una muerte prematura por una enfermedad, la mayoría de los padres proyectarán en la enfermedad esa rabia que sienten ante la agresión que supone asistir al fallecimiento de un hijo. Pero cuando, la persona que toma la decisión de morir es tu propio hijo/a el proceso de Duelo va a ser muy diferente.
Es muy habitual que haya una revisión del pasado y sí, si eres padre o madre de una persona que haya cometido suicidio, es cierto, cometiste errores. Eres su padre o madre y te pones a revisarlos para ver cual pudo ser el causante pero No, no es culpa tuya. Haber cometido errores no justifica el desenlace así que cuando intentes gestionar lo que sientes por el suicidio de tu hijo olvídate de la culpa y busca ayuda.
Te mereces poder superarlo, porque superarlo no es olvidarle, y vivir con culpa no va a mejorar la situación en absoluto.
DUELO POR SUICIDIO DE LA PAREJA O DE UN PROGENITOR
Cuando la pareja se suicida, por lo que es importante realizar un duelo es porque se produce una ruptura de pareja brusca que resulta complicado de digerir. De repente te encuentras solo/a, sumándole a esta situación el hecho en sí de asistir al suicidio de una persona cercana.
Algo parecido pasa con los progenitores aunque hay diferencias debido a que, en lugar de ser una relación horizontal, se trata de una relación vertical.
Desde las dos posiciones sufriremos un impacto diferente pero con un elemento común. Muchas de las veces, cuando alguien comete suicidio suele activar la herida de abandono en las personas de alrededor. Si así lo has vivido, déjame decirte una cosa, “no quiere decir que no te quisiera”.
Por el motivo que fuera, desgraciadamente dio el paso de suicidarse, pero en la mayoría de ocasiones, las personas que lo hacen aman profundamente a sus parejas e hijos. Así que no equipares los hechos porque, como digo, en la mayoría de los casos no tienen ninguna relación.
Es más, en muchas ocasiones, las personas antes de suicidarse se despiden de forma más o menos evidente. Esa despedida nos habla del amor que están gestionando, del amor hacia sus parejas, hijos, padres o amigos. Podríamos decir que el acto suicida es a pesar de sentir amor por sus personas más cercanas y no por no sentirlo.
Algo que tambien suele dificultar el Duelo por Suicidio en el caso de las parejas es la posición de la familia de origen del o la fallecido/a. Es muy común que la familia busque en la parte de la pareja superviviente al culpable del Suicidio. Si estás en esa situacion es importnate que lo tengas claro. No hay nada que hayas podido hacer que lleva a la otra persona a cometer suicidio. NADA.
Cuanto más claro lo tengas más sano será el proceso.
Cuando asistimos a una muerte traumática, es muy frecuente que, para gestionar nuestro dolor, busquemos culpables. Eso es lo que puede que haga su familia contigo. Tenlo claro, es su forma de gestionar su dolor, pero NO es culpa tuya.
MANEJO DEL DUELO POR SUICIDIO
Existen al menos 3 puntos importantes a la hora de acompañar a un superviviente como parte de una Terapia de Duelo:
DESMONTAR EL TABÚ
Para poder superar un Duelo por Suicidio, desmontar el tabú va a ser esencial.
Para desmontar el tabú que existe en relación al suicidio lo primero es nombrarlo. Para ello debemos evitar usar términos alternativos o inespecíficos como «eso», «lo que pasó», «aquel día»…
Ponerle nombre a lo sucedido permite ir reduciendo la angustia porque desmontamos el tabú.
Así que sí, a partir de ahora la muerte por suicidio la llamaremos SUICIDIO.
Puede resultarte que es una palabra dura, pero por evitarla no va a doler menos, todo lo contrario.
También va a ser importante que te rodees de personas a las que no les produzca problema hablar del suicidio. De lo contrario encontrarás un refuerzo al tabú al encontrar que, cuando hablas del fallecimiento por suicidio de tu familiar, esa persona se aparta o aleja para evitar la conversación. Así que busca familiares, amigos, personas cercanas o profesionales que sepan cómo acompañarte. Sin tener que evitar justo el motivo del fallecimiento de tu ser querido. Porque sí, se suicidó, es duro, pero es así. Y no por ello tienes menos derecho a poder estar triste o a sentir la perdida, como lo que es, con la intensidad que sea para ti.
Debido al tabú que existe con el suicidio, suele darse la sensación de tener menos derecho a estar dolido que alguien que ha perdido a un ser querido por cualquier otro motivo. Y esto es injusto, ya que el motivo del fallecimiento no debe ni otorgar ni quitar validez a tus emociones. Son válidas sean cual sean. Así que no dejes que nadie te diga que tu duelo es menos válido. Algo que ocurrirá seguro si asumes como propio el tabú del suicidio.
NORMALIZACIÓN DE LAS EMOCIONES
Cuando un ser querido se suicida es totalmente normal que se nos pasen por la cabeza multitud de pensamientos y emociones. Con muchos de ellos, podemos entrar en conflicto porque nos juzguemos por tenerlos. Desde ahora, te propongo eliminar ese juicio interno que te impide sentir determinadas emociones.
Porque, cuando alguien se suicida es horrible para esa persona pero también lo es para todas las que le querían. El impacto emocional que viven los supervivientes es una agresión y como tal, será normal sentir mucha rabia hacia el suicidio en sí, y también hacia la persona fallecida.
Es muy habitual eso de bloquear nuestras emociones porque la peor parte se la ha llevado la persona que se ha suicidado, y sí, no cabe duda de que lo ha debido pasar horrible hasta el punto de no encontrar otra salida, pero es importante que eso no descuente nuestro dolor.
TRABAJO ESPECÍFICO PARA LA CULPA
¿Podía haberme dado cuenta? ¿Podía haber hecho algo por ese familiar, amigo, hijo o pareja?
La respuesta es SI y NO al mismo tiempo.
Sí, seguro que mandó señales, seguro que hizo cosas extrañas o que verbalizó su malestar, pero No pudiste hacer nada mejor de lo que hiciste, porque lo hubieras hecho.
Cuando nos juzgamos y se nos cuela la culpa, en el 100% de los casos estamos eliminando parte de la realidad para justificar sentirnos culpables. Se trata de una distorsión que nos impide ver los hechos de forma justa con nosotros mismos.
En Psicoterapia Humanista Integrativa usamos diferentes técnicas terapéuticas para trabajar la culpa, ya sea mediante la elaboración cognitiva como la expresión corporal.
CUANTO DURA EL DUELO POR SUICIDIO´
Como podrás imaginarte, existe una gran diferencia según cada persona que realiza el duelo y según la vinculación con la persona que comete suicidio.
Dando la importancia que ambos conceptos tienen, lo que marca la diferencia a la hora de avanzar en este tipo de duelos es el acompañamiento a nivel emocional. Porque lo importante o traumático, lo que puede llevarnos hacia desarrollar un Duelo Patológico no es lo que nos haya pasado sino cómo gestionemos lo que nos haya pasado. Y para esa gestión, el elemento más determinante es el acompañamiento emocional.
Cuando hablamos de emociones relacionadas con muertes es importante eliminar el juicio que pueda impedir expresar la emoción de forma sana (puedes leer más sobre ello en el apartado de “Emociones básicas”). Aunque seamos conscientes de que, como ya hemos comentado antes, el fallecido por suicidio es la parte más perjudicada, es muy importante no reprimir las emociones o pensamientos que nos puedan surgir. Para ello, tanto los supervivientes como el entorno deben ser conscientes de la importancia de no juzgar nada que puedan hacer o decir al canalizar sus emociones.
Cuanto más se liberen emocionalmente y mejor sea el acompañamiento que reciban las personas que estén pasando un Duelo por Suicidio, más rápidamente podrán superarlo para pasar a que duela menos, evitando así que se convierta en un Duelo patológico.
Y recuerda que agarrarte al dolor no es una muestra de amor por esa persona. Por sufrir más la pérdida no le quieres más, así que te animo a dar los pasos de tu Duelo, para poder llevarle siempre dentro desde el amor que le tienes, y no desde el dolor de su pérdida.
CÓMO AYUDAR A UN SUPERVIVIENTE DE LA PÉRDIDA POR SUICIDIO
Si conoces a alguien que ha perdido a un ser querido por suicidio, hay muchas cosas que puedes hacer…
1. Pregunta si quiere recibir ayuda
Hay supervivientes que por sus creencias de cómo deben llevar su duelo no se muestran disponibles a recibir ayuda, así que lo primero a la hora de acompañar emocionalmente a alguien es preguntarle si quiere esa ayuda.
En el caso de que no esté disponible para recibir la ayuda, con este gesto demuestras que tú sí lo estás. Aunque tú quieras ayudar y te duela que te diga que no, respétale y evita el distanciamiento para que sepa que puede hablar contigo en el momento que lo necesite.
2. Pregunta cómo quiere recibir ayuda
Es frecuente que cuando ofrecemos ayuda, demos por hecho lo que esa persona necesita, lo cual es un error. Solemos actuar con las mejor intención, dándole lo que a nosotros nos gustaría recibir, pero cuando hablamos de contacto emocional, es mucho mejor preguntar. Preguntas tan sencillos como…
¿Qué necesitas? o ¿Cómo te puedo ayudar?
…pueden ser suficientes para que la persona nos diga.
Así, cuando el superviviente nos pide sabremos que estamos acompañándole de la manera que necesita.
3. Respeta su ritmo y cultiva tu paciencia
Como hemos visto no hay un límite de tiempo para el Duelo del superviviente. Es cierto que el proceso de encajar la muerte por suicidio de un ser querido puede acabar en un duelo patológico, pero no debe ser en ningún caso el argumento para meter prisa al superviviente.
Si sientes que va demasiado despacio es porque tú quieres ir demasiado rápido.
La mejor forma de acompañarle es animándole a compartir la historia y sobre todo a expresar sus emociones las veces y del modo que necesite.
4. Sé un oyente activo
El mejor regalo que le puede dar a un ser querido que ha sobrevivido a una pérdida de suicidio es tu amor en forma de tiempo y atención.
Si vas a mantener una conversación sobre el suicidio, haz que sea de calidad, es decir, procura mantenerte presente al 100%.
Estar 100% presente en el proceso de Duelo puede ser la mayor muestra de amor.
Evita cambiar de tema, hablar mientras haces algo y, a ser posible, evita interrupciones, para que la persona sienta que es importante y me importas.
5. No juzgues
Los supervivientes, como cualquier persona en duelo, siente diferentes emociones que, si las tiene permitidas, expresará de la mejor manera que pueda o sepa.
Como acompañante, tu labor será la de no juzgar si es apropiado o no, o si debería hacerlo de diferente forma.
Si el superviviente se siente juzgado lo más probable es que se aleje de ti.
Para ello, una de las claves es no entrar a opinar sobre lo que el superviviente siente. Evita decirle como debería sentirse porque seguramente le hagas sentir inapropiado… como si estuviese mal estar sintiéndose así y eso, en lugar de ayudar dificulta el proceso.
6. Acompañamiento en la búsqueda de ayuda
Hay veces que, debido al enorme impacto sufrido, el superviviente no es capaz de dar los pasos para pedir ayuda profesional. Siempre y cuando esté de acuerdo, puedes ofrecerte para acompañarle en el inicio del proceso para que no lo tenga que hacer en soledad.
https://galene.es/duelo/como-superar-un-duelo-por-suicidio/
