9 CARACTERÍSTICAS DE PADRES AUSENTES.
A pesar de lo que la sociedad piensa, los padres cumplen un rol fundamental en la crianza de los niños. En este sentido, la ausencia de una figura paterna puede traer efectos negativos en el pequeño.
La presencia de los padres es fundamental para el bienestar de los hijos. El amor, el apoyo, la autoridad y el ejemplo de los padres son irremplazables. Por esa razón, se han de tener claras las características de los padres ausentes, pues no contar con una de estas figuras suele provocar vacíos y heridas que perduran aún en la vida adulta afectando las relaciones, personalidad y autovaloración de las personas.
Al padre se le ha dado, erróneamente, un papel secundario o antagónico en la familia y la crianza de los hijos. Ese rol en que solo basta con proveer soporte financiero. Sin embargo, esta manera de ver al padre debe cambiar.
Un estudio de National Fatherhood Iniative esboza los contras de la ausencia del padre para los hijos: afectivos, de relación, sociales, económicos e incluso de salud física y mental. La organización lo afronta como un problema de interés público que causa a ese país un costo anual de 100 billones de dólares en programas sociales y educativos para paliar la ausencia paterna.
Hay que tener en cuenta que a veces los padres no están no porque no quieran, sino porque se les impide, tienen malas relaciones con su ex pareja o por ejemplo, si es militar o médico, deben estar al servicio de otros y viajar con frecuencia lejos de casa.
Las madres y la sociedad deben darle al padre el rol que le corresponde en la crianza de sus hijos. De esta manera, estaremos promoviendo la paternidad con responsabilidad y compromiso. Es importante que el padre comience a verse a sí mismo como imprescindible en la vida de sus hijos porque lo es; y procure evitar estas 9 características de padres ausentes.
9 CARACTERÍSTICAS DE PADRES AUSENTES
El padre ausente parece un fantasma dentro de casa, no comparte tiempo con su familia, no asume deberes, delega sus funciones, no muestra afecto y en ocasiones levanta como una armadura la exigencia del rendimiento y del éxito. Veamos sus características básicas vistas desde la perspectiva de los hijos y la madre.
1. Workaholic
Están pero no están. Le brindan al trabajo hasta 12 horas al día y solo ven a sus hijos escasos minutos: en la mañana cuando se despiden de ellos para dejarlos en el colegio y en la noche cuando ya están durmiendo por lo que no pueden ni jugar ni conversar con ellos.
Este tipo de ausencia es muy frecuente hoy día. La demanda material y la necesidad de desarrollarse profesionalmente ponen en riesgo la familia y el vínculo con los hijos.
En este caso, el equilibrio es la clave. La calidad del tiempo compartido podría compensar la escasez de momentos. Si te identificas con esta característica trata de compensar tus ausencias con presencias virtuales como llamadas, correos, grupos familiares de mensajería instantánea, redes sociales.
Así podrás tener una interacción con tu familia. Los fines de semana o el tiempo que pases en casa, trata de desconectarte del trabajo, celular, correos y dedicarte 100% a tus hijos.
2. Falta de Empatía
Sí. Un padre ausente física o emocionalmente es aquel que no siente empatía o tiene muy poca conexión emocional con sus hijos y personas que lo rodean. Es hedonista y mantiene relaciones superficiales, carentes de profundidad.
Este tipo de padres, por lo general, no están cerca de sus hijos porque no quiere. La paternidad le es ajena y huyen de los compromisos. No actúa considerando a los demás ni hace el sano ejercicio de ponerse en los zapatos de las otras personas (pareja o hijos).
Este tipo de personas por lo general huyen de la responsabilidad que implica ser padres o mantienen lazos afectivos débiles con sus hijos, dejando el peso de la crianza en la madre.
3. Inmadurez emocional
Esta característica relacionada con la falta de empatía es otra de las razones para que un hombre se ausente y no asuma con amor el compromiso de ser padre. A las personas inmaduras emocionalmente les cuesta relacionarse, huyen o le temen a los compromisos, establecen relaciones tóxicas.
Puede ocurrir que la inmadurez emocional se dé por algún trauma de la niñez o adolescencia o que se repitan roles insanos como el del padre desinteresado en el cuidado de sus hijos.
La madurez emocional, como la física, se alcanza. Se trata de un estado que permite ser feliz y tener plenitud, establecer relaciones sanas y equilibradas. La persona sin esta cualidad tiene miedo a crecer y vive como si fuera un adolescente y no sabe expresar efectivamente sus emociones.
4. Irresponsabilidad
Es el padre que no está al pendiente de la manutención de su hijo, de estar allí para su hijo en momentos de quebrantos de salud y tampoco le acompaña durante sus logros. Simplemente no está. El padre irresponsable es una máquina de hijos huérfanos. Es el hombre que incluso decide desconocer la paternidad o ponerla en tela de juicio para escabullirse de la responsabilidad compartida en la crianza de un niño.
5. Egoísmo
El padre egoísta olvida que se debe en alguna medida a sus hijos. Hace planes de vida sin considerar la opinión de sus hijos o pone por encima de su familia otras prioridades como compartir con amigos o atender asuntos laborales que bien podrían esperar.
6. Indolencia, una de las características de los padres ausentes
El padre ausente no se vincula con los intereses y principales particularidades de sus hijos. No participa de las normas ni los límites. Compartir no se encuentra entre sus objetivos.
Es como si los demás miembros de la familia y sus vidas no existieran ante sus ojos. Por supuesto, este padre indolente abandona todo el peso de la crianza y la educación en la madre. Se desentiende en lo afectivo, aunque supla lo económico.
7. Materialismo
Estamos ante un padre negligente que no expresa interés afectivo ante las necesidades de sus hijos, bien sea por comodidad o por pragmatismo. Esta actitud distante, la compensa mostrándose complaciente ante las demandas materialistas, como si las cosas, regalos u objetos pudieran llenar el vacío de la ausencia.
8. Autoritarismo
Los padres muy autoritarios, por desgracia, suelen estar ausentes emocionalmente. Los mismos suelen imponer sus órdenes y punto de vista a los niños, sin tomar en cuenta la opinión del pequeño. En muchos casos, la desconexión emocional es tan evidente que no les importa lo que piensen de ellos.
9. Madre controladora
En el esquema de las familias disfuncionales pueden concurrir estas dos variables, una madre que está encima de los hijos, controlando todos sus movimientos y un padre ausente. Se trata de una suerte de mecanismo de protección enfermiza que intenta suplir a quien no está cumpliendo su rol o papel.
LA AUSENCIA DEL PADRE OCURRE INCLUSO ESTANDO EN CASA
Como puedes ver, los padres que no están no son solo aquellos que abandonan físicamente el hogar y pierden contacto con sus hijos. La falta de la figura paterna se puede hacer evidente cuando no se le dedica tiempo al pequeño o cuando se descuidan sus necesidades.
En este sentido, es fundamental identificar las características de los padres ausentes mencionadas y erradicarlas por completo.
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