QUÉ PUEDES HACER PARA QUE NO TE AFECTE LO QUE LOS DEMÁS PIENSEN O DIGAN SOBRE TI.
Beatriz Benéitez Burgada
En más ocasiones de las deseables, lo que piensan de ti ocupa parte de tus pensamientos y, en el caso de que lo percibas como algo negativo, afectará a tu autoestima
A VECES NOS IMPORTA DEMASIADO LO QUE LOS DEMÁS PIENSEN DE NOSOTROS
En más ocasiones de las deseables, lo que piensan de ti ocupa parte de tus pensamientos y, en el caso de que lo percibas como algo negativo, afecta a tu autoestima. ¿Por qué permites que los pensamientos negativos y las críticas que vierten sobre ti te afecten o se extiendan como una mancha de aceite por todos los ámbitos de tu vida? Quizá la clave esté en ver esta situación desde otro enfoque, para llegar a comprender que lo que piensen o digan los demás no es, en realidad, asunto tuyo, sino suyo.
Los estoicos decían que nada es bueno ni malo, porque lo importante no es lo que sucede, que es inevitable y neutral, sino la forma que tenemos de interpretar y afrontar cada situación. En este sentido, lo que los demás piensen o digan sobre ti está fuera de tu radio de acción. No puedes influir en ello, ni puedes cambiarlo. Pero sí puedes modificar la forma en la que te afecta, porque eso sí está dentro de tu círculo de acción.
ES POSIBLE TRABAJAR PARA QUE LAS CRÍTICAS NO TE AFECTEN: NO ES TU REALIDAD, SINO LA SUYA
Es posible trabajar para que las críticas no te afecten, precisamente desde este enfoque: no es tu realidad, sino la suya. Entender esto en profundidad, resultará liberador. La realidad es que el problema no lo tienes tú, sino las personas que lanzan las críticas destructivas, a menudo sin conocer y sin saber. Esos pensamientos les invaden sin aportarles nada. Pero ese no es tu problema.
Es normal querer que los demás sientan aprecio por nosotros. También tener en cuenta las críticas constructivas de nuestro entorno. Pero preocuparse en exceso por los pensamientos ajenos puede acarrearnos consecuencias que llegan en ‘efecto dominó’: la preocupación excesiva provoca ansiedad y estrés, lo que hace que se dispare la fabricación de cortisol, lo que respuestas fisiológicas que desgastan y agotan nuestras defensas.
¿POR QUÉ NOS IMPORTA?
Preocuparse por lo que otros piensen sobre nosotros es, al parecer, una adaptación evolutiva. Según el Museo Nacional de Historia Natural de Estados Unidos (Washington), pertenecer a un grupo social y ser aceptado por los demás resultaba fundamental para la supervivencia. Con el paso del tiempo, los humanos comenzaron a interactuar con otros grupos alejados y las redes sociales se expandieron y se volvieron más complejas.
Hoy no necesitamos tribus, pero sí rodearnos de otras personas, porque somos seres sociales. Como animales sociales que somos, es normal que le demos importancia a la opinión que tengan sobre nosotros. Ahora bien, tomar las opiniones de los demás como ciertas y otorgarles gran importancia, puede llegar a la inseguridad e invulnerabilidad.
Una investigación realizada en la Universidad de Salzburgo estudió, a través de imágenes cerebrales, las respuestas químicas del cerebro a las evaluaciones positivas y negativas de los demás sobre las personas objeto de estudio. Se demostró que el miedo a la evaluación negativa es especialmente fuerte para las personas que sienten ansiedad social o que crecieron con menos apoyo emocional.
Hay indicadores sobre cuándo las opiniones de los demás comienzan a ser dañinas. Por ejemplo, cuando cambias en respuesta a la crítica, cuando dejas que otros decidan por ti, cuando no das tu opinión si es distinta a la del resto, si te disculpas cuando no has hecho nada o te vuelven demasiado perfeccionista.
¿QUÉ PUEDES HACER?
También hay cosas que se pueden hacer para inhibir esa preocupación por el pensamiento ajeno sobre ti. El primero es esperar y aceptar que el resto tiene opiniones sobre ti, tomarlo como algo natural y asumirlo. Recuerda que sus opiniones son asunto suyo, lo tuyo es aprender a gestionar cómo te afectan.
La autoreflexión y la atención en el momento presente son buenas herramientas. Tener confianza en quien eres es básico. Se sabe que las personas más equilibradas y estables tienen la menor cantidad de información sobre lo que la gente piensa de ellos, de modo que saberlo todo no te ayudará. Rodearte bien también es una buena opción.
https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20220423/8216932/que-puedes-te-afecte-piensen-digan-sobre-ti-nbs.html
