Es indudable que la forma en que utilizamos nuestra mente determina nuestro nivel de felicidad.
No nos han enseñado las cualidades del pensamiento, ni que en nuestra cabeza hay tres cerebros: el instintivo (que toma el mando en las situaciones de riesgo), el emocional (que evalúa lo que te gusta o no, lo agradable y lo desagradable) y el racional (que rige el lenguaje y te permite abstraerte, pensar en el tiempo y hacer proyectos).
Si supiéramos coordinar estos tres cerebros, y que cada uno tuviera su lugar sin anular los otros, sin lugar a dudas seríamos más felices.
(Gustavo Bertolotto)