LA REVISIÓN PERSONAL COMO HERRAMIENTA PARA AVANZAR HACIA TUS METAS.
El ritmo de vida actual nos lleva a estar la mayor parte del tiempo ocupados y, casi siempre, corriendo de un sitio a otro; de hecho es habitual escuchar (o decir) frases como: «no me da la vida» o «no tengo tiempo para nada».
Pero por muy normalizada que tengamos esta situación no es el mejor caldo de cultivo para nuestro bienestar emocional ni para crecer personalmente.
Porque cuando la vorágine del día a día nos atrapa es muy fácil que perdamos de vista nuestras metas y objetivos personales.
Hacer una revisión personal, de forma periódica, es un ejercicio muy potente que nos va a permitir evaluar nuestro progreso, identificar áreas de mejora y establecer metas significativas.
A partir de la información que tengamos de esa revisión podremos saber en qué punto nos encontramos, decidir hacia dónde queremos continuar y sobre todo qué es lo que necesitamos cambiar para poder acercarnos a nuestra meta.
La idea principal de hacer estas revisiones personales es parar, tomarte un tiempo para reflexionar y poner cierto orden en ese caos en el que muchas veces nos vemos arrastrados por la inercia del día a día.
Sé que no siempre es fácil reservar un momento y sentarse a pensar sobre este tipo de cosas. A veces por la falta de tiempo, y otras porque nos puede resultar incómodo poner luz sobre lo que no está funcionando en nuestra vida.
Pero ten en cuenta que no podemos cambiar nada sin conocer cuál es el problema al que nos enfrentamos.
La revisión personal nos permite evaluar el resultado de nuestras acciones pasadas y a partir de ahí tomar las decisiones más adecuadas para alcanzar el objetivo que nos habíamos propuesto.
Hacernos preguntas tan simples como: «¿cómo estoy?» o «¿qué necesito para encontrarme mejor?» nos ayuda a detectar esos primeros signos de agotamiento o desequilibrio emocional.
Y, en consecuencia, poder tomar medidas para restablecerlo. Ya, que de nuevo, solo tomando conciencia de nuestras necesidades y prioridades podremos implementar cambios en nuestra rutina diaria para promover nuestro propio autocuidado.
Además, en esta revisión, aunque sea personal, también es conveniente reflexionar sobre cómo nos estamos relacionando con los demás (no hay que olvidar que somos seres sociales) y ver si es necesario hacer algún cambio para que nuestras relaciones interpersonales sean más satisfactorias.
¿CÓMO PODEMOS LLEVAR A CABO UNA REVISIÓN PERSONAL?
1.- Establece un tiempo para hacer tu revisión personal, y resérvalo en tu agenda
Programa un momento específico en tu calendario para realizar tu revisión personal, puede ser una vez al mes, al trimestre o incluso anualmente, tú decides.
Lo importante es que lo hagas de forma regular para poder valorar realmente tu evolución y progreso.
2.- Reflexiona sobre tus metas y logros
Repasa las metas que te habías propuesto: ¿siguen siendo relevantes para ti?, ¿te están acercando a la vida que deseas?
Evalúa tu progreso hacia ellas: ¿en qué punto del camino te encuentras?
Reflexiona sobre los obstáculos con los que te hayas podido encontrar y busca alternativas que te permitan seguir avanzando.
Y, por favor, que no se te olvide tomarte un tiempo para celebrar los logros que hayas conseguido. ¡Felicítate por el esfuerzo realizado!
3.- Evalúa tus fortalezas y debilidades
Reconocer tus puntos fuertes y débiles te ayudará a identificar las áreas en las que debes enfocarte para mejorar.
Por ejemplo, si me pongo como objetivo comer de forma más saludable pero sé que soy muy mala cocinado tendría que enfocarme, en primer lugar, en mejorar esa habilidad, así que un primer paso en mi planificación sería aprender a cocinar recetas fáciles y sanas.
4.- Examina tu bienestar físico y mental
Evalúa tu nivel de energía, equilibrio entre el trabajo y la vida personal, calidad del sueño y alimentación.
Reflexiona acerca de si estás cuidando adecuadamente tu salud física y mental, y toma medidas para mejorar en aquellas áreas que consideres que lo necesitas.
5.- Planifica acciones concretas
Basándote en tus reflexiones anteriores, identifica las áreas en las que deseas crecer y establece metas específicas y alcanzables.
Crea un plan de acción detallado que te permita dar pasos concretos hacia tus objetivos. Divide tus metas en pasos más pequeños y establece plazos realistas para su logro.
6.- Realiza un seguimiento regular
Como ya te imaginarás la revisión personal es un proceso continuo, por tanto te animo a que la conviertas en un hábito. Para ello programa (y agenda) revisiones periódicas para evaluar tu progreso y ajustar tu plan en el caso de que sea necesario.
Recuerda que bajar el ritmo y dedicar un tiempo a realizar esta práctica de forma regular es clave para nuestro desarrollo personal y bienestar emocional, sobre todo cuando el ruido externo es muy alto, ya que nos ayuda a mantener el foco en nuestros objetivos y a tomar decisiones mucho más alineadas con nuestros valores.
Así que tómate un momento para reflexionar, evaluar y diseñar un plan de acción que te acerque cada vez más hacia el estilo de vida que deseas.
https://albamarpsicologia.com/la-revision-personal-herramienta-para-avanzar-hacia-tus-metas/