QUIERO SER FELIZ Y NO PUEDO: ¿QUÉ HAGO?
Por Maite Nicuesa.
La felicidad es un concepto idealizado en la teoría, sin embargo, conviene concretarlo en la práctica de la vida. Y el mejor modo de contextualizar la felicidad es a través de la alegría. Es decir, mientras que la felicidad es ese ideal que en muchos momentos observas como un bien lejano, la alegría es ese sentimiento cotidiano que te acompaña en situaciones específicas de la rutina cotidiana.
Todo ser humano puede aspirar a una mejor calidad de vida emocional, es decir, a un mayor grado de ilusión, alegría y felicidad. El mapa emocional es tan complejo que una persona puede querer ser feliz, sin lograrlo. En este artículo de Psicología-Online respondemos a esta cuestión: “Quiero ser feliz y no puedo: ¿qué hago?”.
10 TRUCOS PARA SER FELIZ CUANDO CREES QUE NO PUEDES
Existe una sensación que es muy humana. Tenerlo aparentemente todo para ser feliz y, sin embargo, experimentar un profundo vacío interior. Tener esa sensación de que falta algo para tener el todo completo del puzzle de la existencia. Esta es una de las debilidades de nuestro tiempo en donde podemos cometer el error de creer que podemos llegar hasta la felicidad a través del materialismo que nace de la “necesititis”. ¿Cómo ser feliz cuando crees que no puedes?:
1. Hartazgo de la situación. Asume esta situación de insatisfacción como un estímulo para hacer algo para cambiar algún aspecto de tu vida presente. Si no eres feliz con tu contexto actual, no te resignes y haz algo por modificar este plano de realidad. ¿Qué quieres cambiar y qué vas a hacer para que ese cambio se produzca?
2. La felicidad se aleja cuando te obsesionas con encontrarla. Esta es una experiencia muy humana. Es mejor que te marques objetivos específicos de vida, metas concretas y reales. De este modo, das forma a tu realidad.
3. Contribuye a la felicidad de los demás. No somos más felices cuando nos encerramos en el egoísmo de pensar solo en nosotros, las personas somos sociales por naturaleza. Por esta razón, nos sentimos mejor cuando practicamos el altruismo y la solidaridad. Realiza buenas acciones en tu entorno. La bondad es una medicina natural, es una semilla inagotable de felicidad. No solo puedes practicar acciones de voluntariado, sino implicarte en construir un entorno mejor en tu contexto familiar y de amigos.
4. ¿Te gusta tu trabajo? El trabajo produce muchas satisfacciones o, también, muchos sufrimientos. Muchas de las personas que son infelices viven sumergidas en la sensación agobiante de la rutina de un trabajo que observan como impersonal. Si no te gusta tu trabajo, comienza un plan de acción de búsqueda activa de empleo para encontrar otro puesto. La incertidumbre puede mantenerte atado a tu zona de confort actual, sin embargo, pasas tantas horas en tu trabajo que mereces sentirte bien en la oficina.
5. Pide ayuda profesional. Si quieres ser feliz y la apatía es una norma frecuente en tu vida, es recomendable que pidas ayuda profesional. Una terapia psicológica puede darte la clave para avanzar gracias al asesoramiento personalizado de un experto.
6. Haz cosas que nunca has hecho. Pueden ser cosas muy sencillas. Sin embargo, la novedad es un aliciente para fomentar la superación personal y experimentar la satisfacción de los nuevos retos.
7. Busca alternativas a las quejas. Las quejas son un desahogo natural. Sin embargo, no caigas en la trampa de la queja crónica. Busca alternativas a las quejas cuando entres en el círculo negativo de esos mensajes de desánimo. Toma decisiones, asume la responsabilidad que tienes en tu vida.
8. Termina aquellos proyectos que emprendas. Una de las características habituales de muchas personas que sienten una insatisfacción crónica es que empiezan muchas actividades nuevas y no terminan ninguna. Buscan el ideal de vivir en la emoción constante de la ilusión. Sin embargo, esto es irreal. Educa tu constancia y tu disciplina terminando aquellos proyectos que emprendas. Educa tu voluntad. La felicidad está más allá de la emoción y cumplir con los compromisos que te has marcado, cumplir con tu deber, es un buen paso para experimentar satisfacción.
9. Reduce el contacto con las tecnologías. Las tecnologías aportan muchas satisfacciones, pero también aportan mucho sufrimiento cuando vives constantemente mediatizado por el poder de una pantalla.
10. Llena tu vida de arte. Cine, música, literatura, museos, poesía… Recuerda el mensaje de Platón: “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”.
ENAMÓRATE DE LA VIDA CON EL CORAZÓN
La felicidad no es una ecuación matemática, la vida tiene su propia sabiduría intrínseca. Observa la actitud natural de los niños que viven desde la espontaneidad de la alegría como un estado natural. Repasa las fotos de tu álbum de infancia y conecta con aquella etapa infantil.
La alegría es un sentimiento natural como explican Álex Rovira y Francesc Miralles en su nuevo libro, una obra que lleva por título precisamente el nombre de este sentimiento: "Alegría".
Vive el presente de un modo literal. Deja de posponer planes para otro momento mejor. ¿Te apetece hacer algo? Entonces, concreta esa decisión en tu marco más inmediato de realidad. Disfruta de la compañía de las personas que te quieren, pon en práctica el arte de conversar, fomenta el contacto con la naturaleza, saborea los productos de la buena gastronomía y descansa. ¿Acaso crees que la felicidad comienza con acontecimientos extraordinarios? La felicidad se nutre de lo sencillo y necesario como el placer del buen dormir.
Como explica Aristóteles: "El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona". Por tanto, la felicidad también puede comenzar por la duda cuando te cuestionas aspectos de tu situación que te gustaría mejorar.
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