ES NECESARIO DESDRAMATIZAR LA VIDA.
En mi opinión, todos tenemos algo de culpa, o mucha, en eso de mantener vivos algunos dramas innecesarios en nuestra vida.
Parece que se nos olvida que es muy importante, que es imprescindible, cuidar nuestro bienestar emocional y psicológico, y que el hecho de tener la mente despejada de problemas –sobre todo los inútiles- nos va a aportar paz y calma. Los conflictos han de ocupar solamente el breve espacio que les corresponde y durante el tiempo que corresponde; no es conveniente que los magnifiquemos ni los eternicemos innecesariamente.
Desdramatizar es quitar drama, quitar padecimiento y violencia en nosotros y en las cosas que nos suceden; hacer que lo ingrato pierda fuerza y no duela tanto, que los sucesos infortunados sean recibidos con naturalidad como ingredientes intrínsecos de la vida que no hay que engrandecer y que solamente hay que resolver.
Ser capaces de lograr esto, que no es una misión imposible, nos va a permitir tener una actitud equilibrada que va a redundar en una forma más objetiva de afrontar los sucesos. Ya conoces la frase: “No importa lo que te pasa sino lo que haces con lo que te pasa”. Cualquier hecho en sí es neutro y somos nosotros los que lo adjetivamos y calificamos de forma que se convierte en algo que nos afecte dramáticamente o en algo enriquecedor. No se trata de negar la evidencia de la realidad, sino de abordarla de un modo controlado y neutral. Recuerda… ¿cuántas veces te has dado cuenta de que aquello que te pareció un drama en su momento, una vez pasado un tiempo se convierte en algo que nos da risa, o nos avergüenza, por la excesiva importancia que le dimos y el drama que montamos?
Desdramatizar la vida, y lo que nos sucede en ella, va a conseguir que vivamos menos estresados, con menos ansiedad y preocupación; por el hecho de tener más calma y objetividad tendremos más posibilidades de tomar decisiones correctas al no dejarnos llevar por la ofuscación del drama. Nos adaptaremos mejor a lo que esté sucediendo.
Desdramatizar la vida es una opción personal a la que uno tiene acceso y tiene derecho, y es recomendable hacerlo por la cantidad de beneficios que nos aporta. Los principales y más directos beneficiarios somos nosotros mismos, así que realmente merece la pena cualquier esfuerzo que haya que hacer. A partir de una conversación sincera y profunda con uno mismo, donde nos demos cuenta y nos convenzamos de los beneficios que nos aporta quitar el drama a algunas cosas, nuestra vida puede dar un cambio importante que nos lleve a otro modo de vida distinto: más plácido, más en paz. Las cosas que nos sucedan, los hechos, van a ser los mismos pero el impacto que nos van a causar será mucho más leve.
Y no se trata de llegar a un pasotismo en el que nada nos afecte. Las cosas importantes siguen siendo importantes, pero se pueden recibir y afrontar de otro modo. No se trata de no atender lo que suceda, no se trata de mantenerse indiferente o negar la realidad, sino de tener la capacidad de serenidad suficiente para afrontarlo desde un estado en el que no prioricen el negativismo, la tragedia y el drama.
Desapegarse del problema que nos esté afectando es un buen primer paso. Es bueno entender que es algo que le está sucediendo a la persona que lo está viviendo, no al Ser que somos, y que es algo pasajero.
“A la vida se viene a vivir y no a sufrir”. Si tenemos esto muy claro y lo llevamos a la práctica, daremos un cambio importante en nuestra vida: viviremos en vez de sufrir.
Te dejo con tus reflexiones…