TERAPIA REGRESIVA INTEGRAL
LOS DRAMAS DEL ALMA
(Entrevista a Joao Talaier)
P: ¿Qué son los dramas del alma?
J. T.: Son historias que pueden venir de un sueño, de un mito o de una experiencia de una vida pasada. El drama del alma es como una película antigua que constantemente es vuelta a proyectar en el inconsciente. Es lo que Freud llamaba “compulsión para la repetición”. Otro filósofo, llamado Santiliana, decía que los que no recuerdan la historia están condenados a repetirla.
P: ¿Qué estudios ha desarrollado usted para llegar a esta conclusión? ¿Su trabajo tiene algún tipo de contexto religioso, ya que admite la reencarnación?
J. T.: En la ciencia, si uno recoge una cantidad enorme de fenómenos, puede proponer una teoría para explicarlos. Nosotros tenemos millones de experiencias, sensaciones y sentimientos que no pueden ser explicados por lo ocurrido en la infancia de esta vida.
Por ejemplo, el Doctor Ian Stevenson, de la Universidad de Virginia, EEUU, ha investigado la reencarnación con niños durante 30 años. Publicó seis volúmenes, comprobando cómo habían vivido y muerto en otras vidas estos niños que fueron objeto de la investigación. Un ejemplo interesante puede ser el del niño que le relató que había vivido en una ciudad, en la costa oeste. Se llamaba Joe Smith y había muerto a los 7 años, mientras se bañaba en un lago que había en el centro de la ciudad. El Doctor Stevenson llamó a sus padres y les preguntó si conocían esa ciudad. Ellos vivían en la costa este, y nunca se habían desplazado a esa región. Entonces invitó a los padres y al niño a ir a esa ciudad. Lo primero que descubrieron es que allí no había ningún lago, pero hablaron con los más viejos del lugar, y les dijeron que había habido un lago en el centro de la ciudad, pero que con el crecimiento de la misma, el lago había sido cubierto. También les dijeron que muchos niños se habían ahogado allí. Después fueron al cementerio, y encontraron una lápida con la inscripción del nombre “Joe Smith”, y unas fechas que correspondían exactamente con las que el niño había mencionado.
Así que no hace falta ningún tipo de religión para creer en la reencarnación. Es un tema científico. En EEUU, América del Sur y otros países ya no se discute si es religión o ciencia; son tantos los casos comprobados, que la reencarnación es considerada obvia.
P: ¿Cómo saber si las imágenes que surgen en el trance o en la terapia son reales o fruto de la imaginación del paciente?
J. T.: Ocurre exactamente lo mismo en la terapia de la infancia en el Psicoanálisis. ¿Cómo se sabe si la persona está diciendo
realmente lo que le pasó o si esto es fruto de la imaginación?
Naturalmente lo que le pasó al abuelo o a la abuela de esta persona no se puede comprobar si ellos ya han muerto, no hay cómo confirmar esta información. Pero no se interrumpe la terapia por el hecho de no poder confirmar si la información es verdadera o no. El hecho está en su inconsciente, y si esto viene y es expresado, hay que trabajarlo.
João Talaier inició su formación universitaria estudiando Sociología, e hizo un Master en Derecho Político. Fue docente universitario durante ocho años y, paralelamente, trabajaba con comunidades sin recursos en la Amazonia brasileña. Sin embargo, no acababa de estar satisfecho. Entonces buscó la mejor manera de ayudar a las personas individualmente. Estudió Psicoanálisis y otras técnicas dentro del ámbito de la Psicología, y finalmente se identificó con la Terapia Regresiva Integral. Actualmente, aparte de la consulta privada, imparte cursos en Sudamérica y Europa. Casi toda la memoria está mezclada con la imaginación. Una parte, un tanto por ciento es de imaginación.
P: ¿Cuáles son las técnicas utilizadas para que ocurra este “viaje al pasado”? ¿Hay algún tipo de trance?
J. T.: En general empieza con una entrevista para explorar problemas corrientes o recurrentes. En la primera sesión, se registra la historia personal detallada desde el nacimiento, pasando por la niñez, hasta llegar al momento presente, observando la presencia de enfermedades y perturbaciones emocionales de cualquier tipo (Anamnesis). Después se da al paciente un ejercicio sencillo de relajación con los ojos cerrados y se empieza a concentrar en algún tema que parezca importante. No se utiliza la hipnosis, método más conocido en el mundo occidental, entendiendo que este método es demasiado dirigido y difícilmente permite alcanzar el objetivo principal, es decir, la reunificación del Ser. La técnica que se utiliza se parece más a una relajación acoplada a técnicas de sugerencia; esto lleva al paciente a un estado que le permite, desde un primer momento, volver al pasado. Desde ahí conectamos el subconsciente, sin desconectar el consciente, permitiendo percibir los vínculos entre el presente y el pasado.
Los puentes utilizados para la entrada en un estado más profundo son: declaraciones verbales, imaginaciones, sentimientos y sensaciones somáticas. El objetivo de cada intervención es la catarsis: limpieza, eliminación, purificación. Cada sesión es conducida hacia la catarsis, y casi siempre una catarsis exitosa, además de la purificación emocional y del relajamiento físico; se produce un aumento del poder de comprensión. En Psicoterapia la introspección es el aspecto intelectual de la catarsis.
Una terapia de regresión con resultados duraderos es definitivamente una terapia orientada hacia la introspección, y no una terapia comportamental.
P: ¿Y cuánto dura el tratamiento?
J. T: En general, hago que el paciente hable bastante de su problema. En cierto modo, es como el principio de la homeopatía, en que hay que experimentar una pequeña parte de esta enfermedad para que el propio organismo la expulse.
Cuando uno revive la experiencia de la muerte en la vida pasada, una parte suya sabe claramente que no se trata de una experiencia actual, comprende que se trata de una pesadilla del pasado, y lo terapéutico es darse cuenta de que es posible desprenderse de él. Si esto es pasado, ya se ha acabado. Pero para que esto ocurra, es necesario vivir la pesadilla hasta el final. La mayoría de las vivencias en vidas pasadas finalizan en el momento de la muerte, cuando el alma se separa del cuerpo, y el dolor que estaba anclado en el cuerpo, se va con el alma.
Es el mismo principio del trabajo hecho con las personas que fueron a la guerra y regresaron traumatizadas. Los psiquiatras descubrieron que la mejor manera de trabajar el trauma es revivir la escena de la guerra y comprender que esto ya se ha acabado.