CÓMO SUPERAR UNA DECEPCIÓN.
Por Sara Sanchis.
Superar una decepción es un proceso doloroso y largo que pasa, al igual que cualquier proceso, por diferentes fases a través de los cuales avanzamos desde el dolor hasta la aceptación de la situación, integración de la experiencia y reconstrucción y búsqueda de la solución positiva.
La decepción se da cuando, ante una determinada situación, ocurre algo que no esperamos o queremos. En el siguiente artículo de Psicología-Online, te contaremos cómo superar una decepción con una serie de consejos que té ayudarán a afrontar cualquier situación de tu vida y seguir adelante. Ante todo, será importante aceptar la situación, no crearse expectativas y practicar la autogestión emocional.
CÓMO SE GESTIONA LA DECEPCIÓN
La decepción es un desengaño que frustra las expectativas que teníamos con respecto a una situación concreta. La dolorosa consecuencia de esta decepción es que cerramos nuestro corazón y quedamos heridos o tristes, con los efectos negativos que esto provoca en nuestra salud física, emocional y psicológica.
En las ocasiones en las que nuestra conducta de frustración va dirigida hacia el exterior, de igual modo, provocaremos dolor en terceras personas, sean estas la que provocaron nuestro desengaño u otras en las que descargamos nuestro dolor.
Por todo ello, para evitar todo el daño que podemos provocar en nosotros/as mismos/as o en los demás como consecuencia de una decepción, será fundamental que nos pongamos manos a la obra para sanar esta herida y, con ello, evitar las consecuencias negativas que su mala gestión emocional puede provocar.
ACEPTAR LA SITUACIÓN
Vivir una decepción constituye una mayor o menor herida que nos cierra el corazón, lo que nos incapacita para analizar la situación ocurrida con sobriedad. La decepción surge como resultado de una incongruencia entre lo que ocurre y lo que esperábamos que ocurriese ante una determinada situación. Dicha vivencia nos dificulta, en principio, aceptar lo ocurrido y superarlo.
Así pues, al igual que ocurre ante otros procesos dolorosos, una de las maneras de superar una decepción es aceptar la situación y atravesar un duelo necesario por el no cumplimiento de nuestras expectativas. Más adelante, si el proceso acontece de manera constructiva, esto nos llevará a aceptar la situación no deseada.
TOMAR CONCIENCIA DEL PELIGRO DE TENER EXPECTATIVAS
Una vez aceptado lo ocurrido recuperamos, en parte, el control de la situación, por lo que podemos analizar de manera más objetiva lo ocurrido. En este momento, para superar una decepción resultará importante tomar conciencia del peligro que tiene crearse ciertas expectativas con respecto a las situaciones de nuestra vida o con respecto a las personas que forman parte de ellas.
El peligro de generar estas expectativas, casi siempre de manera inconsciente, radica en el hecho de que nos esclavizan, a nosotros/as mismos/as y a todos los implicados, al cumplimiento de las mismas. El objetivo de las expectativas es cumplirse, de lo contrario, la decepción que nos genera su no cumplimiento es desagradablemente dolorosa.
Así pues, la existencia de una expectativa nos somete a su obligado cumplimiento, con toda la presión personal y hacia los demás que todo ello conlleva con el fin de que dichas expectativas tengan lugar tal y como se espera.
PRACTICAR LA AUTOGESTIÓN EMOCIONAL POSITIVA
La autogestión emocional, con sobriedad, empatía, y compasión profunda, permite un adecuado funcionamiento emocional y psicológico de los seres humanos, y resulta fundamental para superar una decepción amorosa, familiar, etc.
Al igual que ocurre ante otras situaciones emocionales negativas, la decepción surge como consecuencia de una ineficiente gestión emocional de la persona. Practicar la autogestión emocional positiva ayudará a la persona a superar las decepciones de la vida y a no caer en ellas tan fácilmente en situaciones futuras.
ACEPTAR QUE NO TODO ESTÁ EN NUESTRAS MANOS
La autogestión emocional implica aspectos como la capacidad de gestionar las emociones surgidas en situaciones conflictivas. Uno de las conclusiones a las que nos lleva una adecuada autogestión emocional es a la aceptación de que no todo los aspectos de nuestra vida se encuentran en nuestras manos.
Así pues, otra de las claves para evitar la decepción es aceptar este hecho, pues nos permite liberarnos a nosotros/as y a los demás de falsas expectativas y retomar las relaciones de una manera mucho más respetuosa y conciliadora.
APRENDER A RESPETAR LAS DECISIONES DE LOS DEMÁS
No todo depende de nosotros/a, por lo que para superar una decepción hay que respetar las decisiones de los demás, a pesar de que no encajen con lo que nosotros/as deseamos. Hacerlo supone un grado de madurez significativo mediante el cual podemos entender que cada uno/a tenemos nuestras propias vivencias y, por lo tanto, nos encontramos en momentos diferentes que nos llevan a tomar las decisiones diversas
Llegar a este punto conlleva un elevado grado de compasión, un valor fundamental para garantizar convivencias fraternales y pacíficas.
APRENDER DE LA EXPERIENCIA NEGATIVA
Como ocurre ante cualquier crisis personal, lo importante es que al final de la experiencia vivida consigamos integrar un aprendizaje vital que nos convierta en mejores personas, más alegres, serviciales y bondadosos con nuestros prójimos.
Entonces, ¿qué hacer cuando estás decepcionado? Lo importante es adoptar la perspectiva de que cada tropiezo en la vida es una grandísima oportunidad de crecimiento personal, por muy dura que sea la batalla, el resultado final será enriquecedor a nivel personal y también beneficiará a todo nuestro entorno.
VIVIR DE MANERA PURA Y AUTÉNTICA COMO LO HACEN LOS NIÑOS
Cuando desde la psicología se habla de autogestión emocional, en realidad se han categorizado una serie de rasgos que, si miramos detenidamente, se corresponden con las características que, de manera natural, se dan en los niños y las niñas
Ellos/as viven alegres, sin expectativas, con un gran sentimiento de conciliaridad y empatía. La sobriedad y sabiduría que se desprende de manera innata de nuestros pequeños y pequeñas debería ser un ejemplo diario para superar las decepciones, afrontar problemas y vivir nuestras vidas.
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