Tómate tu tiempo de reflexión antes de aceptar o rechazar una petición o propuesta, y si crees que una negativa es lo más oportuno ya que no dispones del tiempo o de la energía necesarios para llevarla a cabo, no temas decir "no". Detrás de esta negativa se esconde un egoísmo sano, necesario para tu propio bienestar, pues cumplir ciertas peticiones que te sobrepasan es una fuente de ansiedad e insatisfacción. Puede que no te atrevas a negarte por miedo a las posibles consecuencias que te pueda acarrear, tanto en tu vida familiar como en el trabajo; pero, si lo piensas bien, seguramente verás que las situaciones en las que una negativa puede resultar dañina son menos de las que imaginas. La clave para manifestar tu negativa es aprender a expresarte asertivamente; es decir, de manera firme pero no agresiva. Así, los demás aceptarán tu decisión con naturalidad.
(de la Revista MENTE SANA)