Siete pasos hacia el orgasmo
Esto no necesariamente es una receta infalible ni de un método seguro al cien por cien, pero seguir estos pasos te ayudará a conseguir un orgasmo plenamente satisfactorio.
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1. Tú puedes.
De la misma manera que para ellas el oído es fundamental en las relaciones sexuales (porque les encanta escuchar cosas agradables o excitantes), los orgasmos empiezan en tu cerebro, no en tus genitales. Muchas personas que se creen incapaces de llegar al orgasmo se sorprenden a sí mismas cuando lo logran. Así que el primer paso es precisamente ese: creer que tú también puedes llegar al orgasmo. ¿Por qué no?
2. Pon imaginación, Toda la que quieras, sin límite alguno. Repasa mentalmente las cosas que más te excitan (palabras, gestos, objetos, etc.) y empléalos sin ningún rubor. Escoge el momento o lugar más adecuado para hacer el amor, recuerda que nada te obliga a hacerlo siempre en la cama y por la noche. Prueba nuevas sensaciones.
3. Potencia tus puntos de placer.
Tanto en la masturbación a solas como cuando estás con tu pareja. Normalmente, los genitales (sobre todo el clítoris) son los puntos más placenteros de tu cuerpo, pero no olvides el cuello, las muñecas, las manos, los pezones, el pelo, etc. Pídele a tu compañero que te acaricie, y, si quieres, enséñale a hacerlo con diferente intensidad según el momento. A veces preferirás caricias más suaves y otras veces, más enérgicas.
4. Sexo oral.
Una de las maneras más fáciles de alcanzar el orgasmo es a través del sexo oral. Es difícil superar el placer que produce la estimulación directa del clítoris con la lengua y la boca. Muchas mujeres obtienen su primer orgasmo de esta manera. La lengua es un extraordinario instrumento para estimular el clítoris porque es fuerte, flexible y suave.
Sin embargo, aún existen muchos prejuicios sobre el sexo oral (cunnilingus, en este caso). Hace unos años, era considerado una práctica sucia o incluso perversa, aunque con el paso del tiempo se ha ido viendo como algo perfectamente normal. Pero para algunas mujeres, el hecho de tener un hombre tan cerca de sus genitales es algo relativamente incómodo. Pero las que piensen que «la zona de ahí abajo es sucia», deberían saber que la concentración de bacterias en la boca es prácticamente la misma que en la vagina.
Otras mujeres son reacias al sexo oral porque creen que sus genitales huelen mal. Pero para la mayoría de los hombres se trata de un olor agradable.
Además, este olor cambia en función de tu alimentación o de los cambios hormonales.
5. Jugar con el deseo es una buena manera de disfrutar del sexo.
Excítate y haz que él también te excite hasta un determinado punto y, a continuación, retira la estimulación que recibes para que tu deseo se reduzca parcialmente.
Luego aumenta la estimulación para que el grado de tu deseo se eleve por encima del punto alcanzado anteriormente. Retira y vuelve a la estimulación cuantas veces quieras. Esto aumentará la intensidad del placer, pero asegúrate de coordinarte bien con tu compañero para evitar que él se canse del juego o que caiga en el aburrimiento.
6. Emplea tus músculos pubcoccígeos (PC) como hemos reseñado anteriormente.
La contracción de los músculos PC es uno de los principales métodos para que la energía sexual fluya por todo el cuerpo y, por consiguiente, aumente la sensación de placer. Quizá hayas incluso notado que al practicar los ejercicios de estos músculos haya aumentado tu deseo.
A medida que vaya aumentando la energía sexual con las contracciones del músculo PC, tu ritmo cardíaco también aumentará y tu respiración se hará más corta. Estimularte el clítoris en ese momento puede potenciar el placer y llevarte al orgasmo. Los músculos que se contraen en el orgasmo son los PC, así que fortalecerlos hará que esas contracciones sean aun más placenteras.
7. La mayoría de las mujeres necesitan una estimulación del clítoris para alcanzar el orgasmo, ya sea propia o de su compañero.
Durante el coito, el hombre estimula directamente su órgano más sensible (el glande), pero sólo estimula indirectamente el de ella, es decir, el clítoris. Pero existen diversas formas de estimular el clítoris durante el coito: puedes hacerlo tú misma o tu compañero, en función de la posición en la que os situéis. Además, estimular tu propio clítoris durante el coito servirá, a buen seguro, para aumentar la excitación de tu compañero.
Otras zonas erógenas de la mujer
- El placer sexual no tiene por qué limitarse a la zona genital. En realidad, el órgano sexual más grande del ser humano –dejando de lado la mente– es la piel, y algunas partes son especialmente sensibles porque allí se localizan terminaciones nerviosas que reaccionan ante cualquier estímulo.
- Los labios son una de las zonas más sensibles del cuerpo (y los besos, una de las primeras muestras de atracción). Besar a tu pareja lentamente será una excelente manera de estimularla.
- El cabello es un mundo por descubrir. Jugar con él permite varias sensaciones: deslizar los dedos por él es un masaje muy estimulante.
- El cuello es la entrada a la intimidad de la persona: la nuca, detrás de las orejas, la línea de la carótida, etc.
- Rozar suavemente la espalda, apenas con las yemas de los dedos, también es una excelente estimulación. En la espalda, las zonas más sensibles están entre los omóplatos y en la zona lumbar.
- Como puerta de entrada a los genitales, también los muslos son fuente de placer. Las expectativas por la cercanía a la vagina multiplican la excitación.
- Los senos son una de las zonas femeninas más erógenas. Sobre todo, los pezones.
Pero conviene no acercarse directamente a ellos, sino empezar con la parte cercana a las axilas.
- Por último, los pies. Dar un masaje relajante en los pies como preámbulo para un encuentro sexual también proporciona grandes dosis de placer.
¿Sabías que…?
En los estados de Estados Unidos Arkansas, Oklahoma, Texas, Montana y Nevada es ilegal el sexo oral.
Biblioteca práctica de la salud. Vol. Sexo y salud