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 SER COMO UN NIÑO PARA ENTRAR EN EL CIELO



Junio 11, 2012, 07:20:15 am
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Desconectado Irene Zambrano

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SER COMO UN NIÑO PARA ENTRAR EN EL CIELO
« en: Junio 11, 2012, 07:20:15 am »
“SER COMO UN NIÑO PARA ENTRAR EN EL CIELO”

Publicado originalmente en: http://metanoiauniversal.obolog.com


 
Cuántas veces no hemos oído y dicho aquello de buscar el "niño interior", porque asociamos la niñez a un estado de inocencia, felicidad y libertad.

El mensaje del maestro Jesús al respecto, se nos grabó a todos alto y claro: "Dejen que los niños vengan a mí, porque de los que son como ellos, es el Reino de los Cielos” Mateo 19,14

Desafortunadamente, en nuestro vivir de adulto, lo olvidamos completamente e identificamos la niñez con la despreocupación, la ignorancia, la irresponsabilidad y la dependencia.

Deberíamos RECUPERAR al NIÑO que fuimos. Y esto ¿qué quiere decir? Volver a ser capaz de:

1. FLUIR CON LA VIDA: es estar ATENTO al AHORA, sea lo que sea que vivamos, no ocupar nuestra mente con el pasado, ya sea añorando tiempos mejores o regocijándonos en nuestro sufrir recordando que fuimos y somos víctimas y no ocupar nuestra mente con las preocupaciones futuras, ya sea obsesionándonos con metas concretas o aterrorizándonos por la posibilidad del dolor, porque vivir tanto en el pasado como en el futuro es no vivir, puesto que ni el uno ni el otro son reales, la VIDA SÓLO PASA AHORA y los niños lo saben por NATURALEZA, no vivir en el ahora es antinatural, el hombre es el único animal, que haciendo un mal uso de su herramienta evolutiva "el pensamiento racional" ha llevado su existencia fuera del caudal de la vida, bebiendo de las aguas estancadas y contaminadas de sus fantasmas mentales: pasado y futuro.

El RIO de la VIDA fluye en el PRESENTE.
"El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde", dice Gabriel Miró

2. ATENCIÓN PLENA: los niños fluyen de manera natural con el AHORA,  los veras absortos en cada cosa que hacen, con su ATENCIÓN al 100%, por eso son ESPONJAS, por eso en las edades tempranas el APRENDIZAJE se desarrolla velozmente y su potencial se despliega como las alas de un ave que quiere aprender a volar. Para estar atento, se necesita estar presente y para ello se necesita una mente despierta y libre de miedos y prejuicios; sin esperar que ocurra nada en concreto y a la vez esperando que ocurra todo, aceptando sin más lo que ES, sin resistencias.
 
3. CONFIANZA: no resistirse a lo que pasa implica CONFIANZA en la VIDA, el niño no espera que suceda nada malo, porque por naturaleza, la VIDA brinda a todo ser, ABUNDANCIA y AMOR... el niño no conoce de carencias, porque le basta con extender la mano y RECIBIR. El AMOR lo creó y CONFÍA en que el AMOR lo CUIDE, PROTEJA, CALME y lo COLME de BONDADES, sin límites ni condiciones.
 
4. CURIOSIDAD Y ASOMBRO: el niño siempre es curioso, descubre cada cosa con ojos nuevos, nada está etiquetado ni clasificado, todo es mágico y lo investiga con fascinación. El problema de los adultos es que creemos tenerlo todo visto y conocido, sobre todo a las personas que tenemos cercanas... nada más lejos de la realidad, si ni siquiera nos acercamos a la infinitud que somos, cómo osamos pretender conocerlo todo. Todo está por descubrir y por maravillarte y hay que ser capaz de ver las cosas como si fuera la primera vez. La vida es un misterio que se ha de experimentar. Los niños creen en posibilidades infinitas, no les extraña hablar con un amigo invisible, ni les sorprendería hallar un duende o un hada... y ¿por qué no? esa IMAGINACIÓN es poderosa, CREER ES CREAR y el adulto ha perdido ese poder.

5. ALEGRÍA: Cuando se vive atento a la inmensa riqueza y diversidad que se despliega en cada instante presente y se aceptan las cosas con mente abierta y espíritu curioso no hay por menos que sentir la DICHA constante, las ganas de REIR y de JUGAR. ¿Por qué la risa y el juego van a estar limitadas a la infancia? La risa es sinónimo de salud. Los niños siempre celebran, cantan, bailan... porque la VIDA está para celebrarla a cada instante ¿hay mayor oración, mayor alabanza que esa? Dice Osho "Si cambias tu tristeza por celebración,  entonces también serás capaz  de cambiar tu muerte por resurrección. "

Casi siempre nos transmiten la imagen de un Jesús profundamente serio... pero ¿cuántas risas y alegrías no compartiría con los suyos? a borbotones...

6. INOCENCIA: "Nacemos inocentes. Sin emociones mezcladas, sin dudas, sin miedos, sin mentiras. Llegamos para descubrir, luminosos y coherentes. Vulnerables pero abiertos al mundo, animados por una curiosidad rotunda y radical, dotados de la pasión de vivir" Dice Elsa Punset como presentación de su último libro "Inocencia Radical" Así es, cuanto más corta es la edad del niño, más cerca está de su ORIGEN y más lejos de estar anclado en la materialidad... es por eso que su DULZURA, INOCENCIA, PUREZA y BELLEZA nos llega como una puerta abierta al mundo del espíritu.


 

 
J.J.Benítez nos define en "Mágica Fe", de una forma muy bella, la riqueza que contiene la INOCENCIA:

"La inocencia es el doctorado que corona y justifica al ser humano. Un estado fronterizo a la santidad, muy difícil de conquistar. Ser inocente equivale a vestir en vida el ropaje de Dios.

He aquí, la fórmula para hacerse con el seductor esmoquin; para merecer en suma, el magnífico título de inocente. Un estado a caballo entre lo humano y lo divino:

I (Ingenuidad) Ser inocente es ser AUTÉNTICO. Manifestarse a cuerpo descubierto. Tal como eres. Con sombras y luces. Sin camuflajes. Sin maquillar el alma ni las formas. Sin recámara. Borrascosa o plácida, como la mar.

N (Nobleza) Ser inocente significa "más arriba". Con los sentimientos en el ático: por encima de lo habitual. El noble -el aristócrata de corazón- no habita en los suburbios de la mezquindad, sino en las lujosas urbanizaciones de la GENEROSIDAD.

O (Olvido) Ser inocente supone armarse para el desarme del olvido. Si lo prefieres, para el PERDÓN. La inocencia olvida el mal con la tenacidad y la elegancia de la ola, que borra tus huellas en la playa. Para ser inocente tendrás que aprender a programar el disco duro de la memoria para un continuo "no existe", "no recuerdo"...

C (Curiosidad) Ser inocente lleva impresa (de fábrica) la condición de curioso. Sólo los espíritus nobles confiesan su abrumadora ignorancia. Y ello los convierte en alcóholicos del saber. Ser inocente es una condena. Una maravillosa condena a beber conocimiento. A beber como un poseso. Y el inocente, con tal de apagar la sed, recurre a todo y en todo momento: al vino de las preguntas, al coñac de la lectura y al champán del yo interior.

E (Espontaneidad) Ser inocente es tener vida y movimientos propios. Autopropulsarse. No depender del semáforo del qué dirán. Crecer con las nieves y las sequías de tu inteligencia. Sin los pesticidas de la hipocresía. Entonando la tabla de multiplicar de la NATURALIDAD, prima hermana de la ingenuidad.

N (Niño) Ser inocente es volver al pan y chocolate del corazón: la niñez. Conviene volver, aferrarse, recuperar al "niño" interior. Al que fuimos. Al que añoramos. Al que llevamos escondido bajo el rígido almidón de las conveniencias sociales y al que acariciamos cuando nadie nos ve. Que tu alma, en vez de sumar, reste cumpleaños. No te ruborices si la mediocridad se ríe de las trenzas de tu espíritu. Que tus ojos se encandilen con lo que otros ignoran o desprecien. Entra sin temor en el túnel de la RISA del POR QUÉ. Sonríe por cualquier cosa, para los inocentes es gratis. Al igual que el bebé, llévate la vida a la boca. Recuerda que Dios -el Gran e Incorregible Niño- siempre empieza por el postre: ¿no te hizo niña antes que adulta? Ser inocente es ganar sin arriesgar. Como el niño, el inocente AMA por inercia. CONFÍA por naturaleza. JUEGA por necesidad. VIVE sin saber que vive.

C (Confianza) Ser inocente es ir por la vida con las manos en los bolsillos. Es decir, en pasaje de lujo. Ser inocente=confiado, es portar la pancarta de la esperanza. La única que no irrita, que siempre aparece en blanco, que desmiente al futuro y que arrastra. Ser inocente=confiado es saber y entender lo que el resto no sabe ni entiende. Ser inocente=confiado es pulsar el acelerador del ánimo, manteniéndolo en la zona roja del 200 por hora. Y hacerlo con un vigor que haga exclamar: "no es humano". Ser inocente es CONFIAR hasta la locura: único atajo a la cordura.

I (Intuición) Ser inocente -suma y sigue- te convertirá en mago. Sentirás lo que los demás sólo saben. Y cruzarás en cabeza todas las metas volantes de la carrera humana. Ser inocente es abonarse gratis al fax de los cielos. La operadora (la intuición) será entonces tu confidente. Ella te avisará con la telegrafía sin hilos de los sentimientos. Después, la pesada maquinaria del razonamiento le dará la razón.

A (Asombro) Ser inocente es NACER continuamente. Una y otra vez y por el invisible y elástico canal del asombro. Ser inocente es asombrarse del ahora, del ayer y del último segundo, cuando no quede ya nada de qué asombrarse. Asombrarse de lo núnca visto y, sobre todo, de lo siempre visto. Ser inocente es nacer (asombrarse) cada mañana ante la cambiante sonrisa de tu fotografía en la pared. Ser inocente es nacer (asombrarse) ante el pájaro que hace escala técnica en tu ventana. Ser inocente es nacer (asombrarse) ante el brazo convertido en almohada. Ser inocente es nacer (asombrarse) ante la danza de vientre de la llama de una vela.  Ser inocente es nacer (asombrarse) ante el voluntarioso ir y venir de lo cotidiano, ese pariente pobre y olvidado. Ser inocente, en fin, es imaginar el asombro como un Dios-Niño, tocando los porteros automáticos del alma y echando a correr.

El inocente -INGENUO, NOBLE, OLVIDADIZO para el mal, SEDIENTO de SABER, ESPONTÁNEO, NIÑO, CONFIADO, INTUITIVO y siempre en posición de ASOMBRO- es invulnerable e incorruptible. Es el bien, químicamente puro. Su luz inquieta, traspasa y desarma.

Dios los escolta personalmente ¡Y ay de aquellos que escandalicen a uno de estos pequeñuelos! Pisotearlos es un puntapié en la espinilla de Dios. El peor pecado no es dejar de creer en las hadas. Lo que no perdona el Cielo es que un niño deje de creer en ellas por nuestra causa."

No nos olvidemos ni un sólo día, de nuestro niño interior y dejémosle que se asome a nuestra vida, el lleva consigo el secreto de la felicidad y las llaves de ese CIELO que necesitamos en esta TIERRA.


(http://www.liberatuser.es/sercomounninoparaentrarenelcielo.html)




 

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