Interferencias
¿Existe la comunicación total?
Por lo que vimos hasta ahora la respuesta es NO. Es muy difícil, por no decir
imposible, que nuestro interlocutor capte, exactamente, el sentido cabal de lo que
estamos diciendo. Siempre hay algo que se pierde en el texto que emitimos. Lo
mismo ocurre con la escritura. Sin ir muy lejos tomemos el ejemplo de la Biblia: se
le hace decir cualquier cosa y sobre sus distintas interpretaciones se fundan sectas
religiosas. Hay muchos ejemplos sobre esto.
Ya vimos que el sistema de creencias constituido por el Guión de Vida
funciona como obstáculo para que:
1) Un mensaje sea transmitido sin ambigüedades.
2) Un mensaje sea recibido sin cambio de sentido.
Si el sistema de creencias de Luis incluye sentencias tipo: "Si tu esposa te
Quiere, debe saber lo que precisas"; "Un hombre de verdad no debe mostrar
debilidades y es una debilidad pedir lo que se necesita", obviamente, para
conseguir lo que desea de un otro, deberá manipularlo.
Veamos este otro ejemplo. El esposo, en tono amable y afectuoso, le
pregunta a su mujer:
“Querida... ¿Me planchaste la camisa blanca?”
La esposa, al recibir este mensaje, "oye", interiormente, la voz de su madre
que le dice: " ¿Viste?; todos los hombres son iguales... te exigen y te exigen ". Esta
sentencia de su Guión de Vida "filtra" el mensaje del marido y la respuesta que
da corresponde al mandato y no a la pregunta del esposo:
“¡Ya me tienes harta con tus exigencias!”- responde la mujer ante la mirada
sorprendida del marido.
La ideología de su Guión de Vida hace que la mujer codifique el mensaje
del esposo en función de una creencia materna pero que nada tiene que ver con la
realidad.
Objetivo de la comunicación
Podemos decir que ese objetivo es, fundamentalmente, influir sobre el campo
de experiencia del otro. Esto lo saben muy bien los publicistas. Sabemos que la
comunicación es un proceso mediante el cual una persona (emisor) envía un
mensaje para que otro (receptor) haga algo con eso: informarse, actuar,
sorprenderse, comprenderme, cambiar actitudes, protegerme, retarme, recibir una
sugerencia, y que esa respuesta le será devuelta a quién inició el proceso. No
vamos a analizar los distintos elementos que intervienen en el proceso porque el
tema resultaría aburrido. Lo que sí me interesa destacar son los aspectos prácticos del circuito comunicacional que, para mí, son cinco:
1) ¿Qué objetivo persigo al comunicar esto; al decir lo que digo?
2) ¿Qué espero obtener del otro que me escucha?
3) ¿Desde qué lugar transmito esa información?
4) ¿Desde qué lugar el otro la recibe?
5) ¿Desde qué lugar voy a recibir su respuesta y qué voy a hacer con ella?
El lugar de la escucha
Este lugar hace que si yo me sitúo donde no corresponde, puedo darle al
mensaje un sentido que no tiene. La transmisión y escucha desde un lugar erróneo
es función del Guión de Vida y de la validez que le otorgo a este Guión al
no cuestionar sus mandatos. La esposa del ejemplo estuvo ubicada en el "lugar del Niño Opositor" y no en el lugar del Adulto y Padre Nutritivo que escucha la
necesidad de su marido y la satisface. Si se hubiera ubicado en estos últimos
lugares habría respondido algo así como: "Mira... realmente me olvidé. Ya mismo te la plancho." Luis decidió ocupar el lugar de Niño Opositor y Padre Tiránico
amenazando y sembrando miedo: “Si esto no se arregla hay otras opciones”
Como se podrá dar cuenta todo esto que estamos analizando del proceso de
comunicación es de suma importancia en la relaciones humanas, específicamente,
en la producción de sobreentendidos y malos entendidos. Es alarmante la cantidad
de parejas que se separan por transmitir y recibir información desde lugares
determinados por el Guión de Vida. He aquí otros ejemplos cotidianos. Sería
interesante que usted pensara en los suyos propios:
1) La esposa transmite desde el lugar de su Padre Tiránico:
"¿Te das cuenta que eres un perdedor? Eres un tipo lento... te dejas estar".
Esto se lo oía decir, aunque con otro estilo de verbalización, a su madre
respecto de su padre.
2) Este maestro de escuela les habla a sus alumnos desde el lugar de un
maestro de su infancia usando, también, su Padre Tiránico:
"¡Y si oigo hablar, si oigo respirar, si oigo un imperceptible sonido, se quedan
después de hora!"
3) En una reunión de amigos, uno de ellos, terapeuta, habla desde el lugar del
analista mal usando su Adulto Reflexivo que encubre a un Padre Tiránico,
perseguidor :
"Y tienes que preguntarte por qué te cuesta tanto tener una pareja".
Innumerables son los ejemplos. En estos tres, ninguno de los protagonistas
está ubicado en su propio lugar: el de esposa, el de docente con estilo propio, el de amigo y no terapeuta.
El Análisis Transaccional (AT) estudió minuciosamente estos lugares desde
los cuales se envía y se recibe el mensaje y la respuesta correspondiente. Llamó
TRANSACCIONES a este intercambio, queriendo significar con ello que un objetivo de esta psicoterapia es alcanzar tal nivel de comunicación que los trastornos derivados de fallas en la comunicación sean mínimos.
En definitiva:
Una Transacción es una acción cuyo objetivo es comunicar un mensaje, ya
sea en forma verbal y/o no verbal, y la respuesta correspondiente. Esta acción
mediante la comunicación se origina en "lugares" de la persona que, si no son los
apropiados para transmitir o recibir ese mensaje, puede provocar serias
distorsiones. Estos lugares ya los conoce: son los Estados del Yo y cada uno de
ellos tiene su propio estilo comunicativo tanto verbal como no verbal:
El Padre es imperativo, el Adulto es reflexivo e interrogativo y el Niño,
básicamente, emocional.
Transacciones
En el proceso de enviar y recibir información, estos "lugares" determinan
estilos comunicativos. El AT los clasificó en Transacciones complementarias en
donde la respuesta es pertinente al estímulo y Transacciones cruzadas en donde
no la es. Pero las cosas se complican algo más porque, tanto las transacciones
complementarias como las cruzadas pueden promover o frenar el crecimiento. Las
transacciones que frenan responden a una necesidad inconsciente de ambos
interlocutores de estancarse en una inmovilidad patológica girando sin cesar dentro del Guión de Vida, las que impulsan el crecimiento responden a un Plan de
Vida Adulto y hacen que la vida sea digna de ser vivida.
Veamos otros ejemplos:
Transacción complementaria frenadora
MADRE: Hijo, hace frío. Ponte un pullover.
HIJO : (de 32 años) "Bueno"
ANALISIS: aquí la comunicación tuvo lugar pues se cumplió la intención de la
madre. Por lo tanto es una transacción complementaria. Sin embargo se espera
que un hombre de 32 años verifique el estado del tiempo y decida qué hacer al
respecto sin esperar indicaciones maternas. La madre transmitió con su Padre
Sobreprotector y el hijo recibió con su Niño Sumiso. Este tipo de transacción
mantiene y refuerza la creencia compartida de que la madre aún es joven y el hijo
es chiquito.
Madre Hijo
Sobreprotección - Sumisión
Transacción complementaria liberadora
PADRE: Mary... me parece que es importante que hablemos con Gustavo
sobre el estudio.
MADRE: Si... es verdad. Vamos a llamarlo.
HIJO: Te quiero mucho, papá.
PADRE: (Abrazándolo) Yo también te quiero mucho.
ANÁLISIS: en el primer ejemplo PADRE y MADRE se ubican en sus
respectivos "lugares" desde los cuales planifican una posible acción correctiva:
están ubicados en el Padre Firme y Nutritivo. En la segunda, el hijo envía el
mensaje desde su Niño Libre y el padre responde desde su Niño Libre y Padre
Nutritivo. En ambos casos la comunicación se estableció porque los "lugares"
desde los que se enviaron y recibieron los mensajes fueron los adecuados para la
situación.
Transacción cruzada frenadora
HIJO: Te quiero mucho, papá.
PADRE: Ahora no tengo tiempo para esas cosas.
EL: Necesito hablar contigo.
ELLA: Seguro que es para reprocharme lo del otro día.
ANÁLISIS: en estos ejemplos la transacción se "cruzó". El PADRE ocupó un
"lugar" no esperado por el hijo, el de Padre Tiránico cuando el mensaje fue enviado al Padre Nutritivo. En el segundo caso, ELLA se ubica en el "lugar" del Niño Sumiso que teme ser reprendida mientras que el esposo le envió el mensaje a su Adulto.
De ninguna manera hubo comunicación exitosa; la interacción ha sido frenada. No
hay crecimiento mutuo.
Transacción cruzada liberadora
Se pueden producir ante la invitación del emisor a que el receptor se
"enganche" en un juego de discusión, altercado, pelea, seducción indebida o
cualquier tipo de manipulación en donde ambos terminan perdiendo. Es muy
frecuente en psicoterapia en donde el paciente quiere "enganchar" al terapeuta en
un juego para inmovilizarlo y así evitar el cambio.
EL: (Gritando) ¡No sé por qué no le pones límites a esa vieja bruja!
ELLA: (Decide no aceptar la invitación) Me doy cuenta de que te molesta
mucho la actitud de mamá y la mía pero quiero que comprendas que todavía me es difícil ponerle los límites que sé que tengo que ponerle.
PACIENTE: (Al finalizar la sesión) ¡Ah, hoy no traje dinero para pagarle...!
¿Le puedo pagar la próxima?
TERAPEUTA: La próxima vamos a analizar qué significado puede tener tanto
el que no haya traído el dinero como el habérmelo anunciado al final de la sesión.
ANÁLISIS: Estas transacciones son cruzadas porque, en la primera, ÉL se
ubica en el lugar de un Padre Tiránico motivado por su Niño Justiciero que clama
por justicia, quizá con razón. ELLA, en cambio, en vez de aceptar la invitación a la
pelea con su Niño Opositor u obedecer con su Niño Sumiso reconoce con su Adulto que, todavía, no puede. Es liberadora porque, ante la explicación que le hace a ÉL, asume su imposibilidad y no se fuerza a hacer algo que no puede hacer
simplemente por complacerlo. En la segunda, PACIENTE, con su Niño Opositor,
invita a TERAPEUTA a que responda con un Padre Tiránico o sobreprotector pero
TERAPEUTA cruza la transacción respondiendo con su Adulto. Es una respuesta
liberadora porque deja a PACIENTE con dos interrogantes hasta la próxima sesión
promoviendo, de esta manera, el autoconocimiento y, por ende, la autonomía.
Esposo - Esposa – Paciente - Terapeuta
Reproche – Aclaración Manipulación - Confrontación
(Sigue en LA COMUNICACIÓN - 3)