AUTOESTIMA
La autoestima es el núcleo principal alrededor del cual orbita cada aspecto de nuestras vidas. El nivel de bienestar que somos capaces de experimentar, el éxito que podemos manifestar, cuan funcionales son nuestras relaciones, la creatividad que nos permitimos expresar, los logros que somos capaces de actualizar, y tantos otros aspectos de nuestra vida personal, están intrínsecamente ligados a nuestra autoestima.
En lo más profundo de nuestro ser existe una imagen que nosotros hemos creado, aunque no estemos plenamente conscientes de ello, que refleja la idea que nosotros nos hemos forjado de quienes somos como persona, y cuan valiosos somos con respecto a otros.
Se corresponda o no con la realidad, esta imagen es nuestro punto de referencia con respecto al mundo que nos rodea, es nuestra base para tomar decisiones, y es nuestra guía para todo lo relacionado con nuestro diario gestionar en la vida.
La autoestima es esencial para nuestra habilidad de interactuar de una manera funcional y armónica en nuestras vidas cotidianas. Pero existe un pequeño detalle. Puesto que esa imagen que tenemos de nosotros mismos es algo muy sutil, y de lo cual no estamos plenamente conscientes, por lo general no atinamos a señalar a nuestro nivel de autoestima como la causa de las situaciones que experimentamos en la vida.
Si, es correcto. Nuestro nivel de autoestima es el responsable, nosotros somos responsables, de todo lo que ocurre en nuestras vidas. Recordemos que nuestra vida no es más que un reflejo de lo que existe en nuestro interior. Nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras emociones le han dado forma a través del tiempo a lo que hoy llamamos "Nuestra Vida".
ORIGEN
Los seres humanos formamos nuestra visión predominante del mundo alrededor de los cinco años de edad. Nuestra percepción del mundo que nos rodea como un lugar seguro o peligroso, y nuestra predisposición a interactuar con él de manera positiva o negativa, es determinada a esta temprana edad.
Nuestra autoestima se desarrolla a lo largo de nuestras vidas a medida que formamos esa imagen de nosotros mismos que llevamos en nuestro interior, y lo hacemos a través de nuestras experiencias con otras personas y las actividades que realizamos.
Por eso las experiencias vividas durante la infancia juegan un papel predominante en el establecimiento de nuestra autoestima, y la calidad de estas experiencias influye directamente sobre nuestro nivel de autoestima
Durante estos primeros años de vida, nuestros éxitos y tropiezos, y como fuimos tratados en cada ocasión como resultado de ellos por los miembros de nuestra familia inmediata, nuestros maestros, nuestros amigos, etc. contribuyeron a la creación de esa imagen de nosotros mismos que llevamos dentro, y en consecuencia, a establecer nuestro nivel de autoestima.
Teniendo esto presente, las personas quienes tienen a su cargo el cuidado de los niños, pueden hacer la diferencia al estar conscientes de las consecuencias para los niños de cada cosa que ellos dicen, hacen o piensan. De esta manera estarán contribuyendo a crear una generación de seres humanos con mayor bienestar general en sus vidas.
NIVELES
Nuestro nivel de autoestima puede ser alto o bajo, y consecuentemente cada uno incidirá en nuestra calidad de vida.
A falta de una base de autoestima sólida, nos cuesta asumir riesgos y tomar las decisiones necesarias que nos permitirán vivir una vida productiva y gratificante. Un bajo nivel de autoestima afecta adversamente nuestras relaciones familiares, amistosas y de pareja, nuestro desempeño personal y profesional, y lo más importante, nuestra sensación interna de bienestar.
Las personas que tienen un nivel de autoestima bajo dependen de los resultados presentes para establecer como deben sentirse con respecto a si mismos. Necesitan experiencias externas positivas para contrarrestar los sentimientos negativos que albergan hacia ellos mismos.
Mientras que un alto nivel de autoestima hace florecer un alto nivel de confianza en nuestras habilidades para resolver situaciones, y la asertividad necesarias para permitirnos llegar a ser todo lo que podemos ser. Un alto nivel de autoestima nos permite tener relaciones más funcionales, saludables y profundas, principalmente con nosotros mismos.
Un nivel de autoestima positivo se fundamenta en nuestra habilidad para evaluarnos objetivamente, conocernos realmente, y ser capaces de aceptarnos y valorarnos incondicionalmente. Es decir, ser capaces de reconocer de manera realista nuestras fortalezas y limitaciones, y al mismo tiempo aceptarnos como valiosos sin condiciones o reservas.
Es importante no confundir un alto nivel de autoestima con el egoísmo o sentirse superior, los cuales son en realidad intentos de ocultar sentimientos negativos sobre si mismo.
La autoestima positiva nos permite realizar nuestros sueños. Mientras más nos aceptamos y nos apreciamos nosotros mismos, más nos comportamos de una manera que nos permite ser aceptados y apreciados por otros. Mientras más creemos que somos capaces de lograr nuestras metas, aumentan nuestras probabilidades de hacerlas realidad.
IDENTIFICAR
Conocer nuestro nivel de autoestima es fundamental para establecer en que situación nos encontramos, y decidir que queremos hacer al respecto. Podemos ayudarnos para conocer nuestro nivel de autoestima tratando de reconocer en nosotros algunos de los detalles que se mencionan a continuación.
Para algunas las personas, sus pensamientos y sentimientos sobre si mismos tienden a fluctuar basados en su experiencia diaria. Los resultados de una evaluación, como le tratan sus amigos, los altibajos de una relación amorosa, etc. pueden tener un impacto temporal en su sensación de bienestar.
La autoestima sin embargo está por encima de los altibajos normales asociados con los cambios en las situaciones cotidianas. Para las personas con un nivel alto de autoestima estos altibajos normales de la vida podrían producir fluctuaciones temporales en su sensación de bienestar. Mientras que para una persona con baja autoestima estos mismos altibajos podrían hacer una enorme diferencia.
Identificar a las personas que tienen un nivel de autoestima alto es por lo general sencillo, tienden a ser personas que se la llevan bien con la mayoría, de trato jovial, su presencia es agradable y bien recibida, y están siempre dispuestos a colaborar.
Son capaces de escuchar las criticas sin tomárselo personalmente. Por lo general manejan mejor esas situaciones porque los mensajes negativos tienen menos poder sobre ellos, no hacen eco dentro de su mente.
Tienen facilidad para establecer claramente la diferencia entre "Ser" y "Hacer". Este pequeño detalle les permite mantenerse centrados en si mismos mientras observan los cambios que ocurren a su alrededor, sin necesidad de identificarse con ellos.
Para las personas con un nivel de autoestima positivo es sencillo detenerse a evaluar una situación para decidir el más adecuado curso de acción a seguir, en vez de simplemente reaccionar nerviosamente ante ella.
En cuanto a las personas con autoestima baja, no es tan sencillo reconocerlas, pues la baja autoestima puede usar diferentes mascaras. Veamos algunas de las más comunes.
El Impostor: Aunque se muestra feliz y exitoso, en realidad le aterra el fracaso, y vive con el constante miedo de "ser descubierto". Necesita triunfos externos constantes para tratar de mantener la mascara de alta autoestima, lo cual le podría conducir a problemas con el perfeccionismo, competencia, o sobre exigencia.
El Rebelde: Actúa como si las opiniones o buenas intenciones de otros, especialmente las personas importantes o poderosas, no importaran. Vive con una rabia constante por no sentirse "suficientemente bueno". Continuamente necesita probar que los juicios y criticas de otros no le duelen, lo cual podría crear problemas al culpar a otros excesivamente por sus tropiezos, romper las reglas y/o leyes, o desafiar y pelear con las figuras de autoridad.
El Perdedor: Se muestra desvalido e incapaz de valerse por si mismo, y espera que alguien venga a rescatarlo. Usa la auto compasión o la indiferencia como una barrera contra el miedo a asumir la responsabilidad de sus actos. Siempre anda en busca de la guía de otros, lo cual podría llevar a una falta de asertividad, falta de logros propios, y una excesiva dependencia de los demás en sus relaciones.
Si se identifica con algunas de las mascaras señaladas alégrese, reconocer algo es el primer paso a solucionarlo, y para lograrlo necesitamos conocer que factores influyen en ello.
RUIDO
Nuevamente regresamos a nuestra imagen de nosotros mismos, pero esta vez desde la percepción que tenemos de ella, la que es a su vez nuestra percepción de nosotros mismos.
Nuestra percepción de esa imagen interna que nosotros mismos creamos lo es todo para nuestra autoestima. Cómo nos vemos a nosotros mismos tiene un efecto sobre todo lo que hacemos en la vida.
Y no podía ser de otra manera, pues cómo nos percibimos da origen a nuestro dialogo interno, esa voz interior que es un eco de nuestros pensamientos más profundos, y nos etiqueta según nuestra percepción de esa imagen.
Es importante entender la diferencia entre esa imagen y nuestra autoestima, pues no son la misma cosa.
Esa imagen interna que hemos formado de nosotros mismos es el resultado de las comparaciones que realizamos entre nosotros y quienes están a nuestro alrededor, es el juicio que hemos emitido con respecto a nosotros. Es el producto de comparaciones externas.
Tal vez la manera más sencilla de apreciar esta diferencia sea observando a los niños pequeños. Ellos tienen una alta autoestima porque aun no han formado esa imagen interna, no están constantemente comparándose con algo o alguien externo a ellos, y emitiendo juicios de valor al respecto.
Al entender esto es sencillo comprender porque nuestro dialogo interno contiene tanto "Ruido". Ruido que no es otra cosa que el eco de nuestros pensamientos más profundos. Ruido que si escuchamos atentamente nos revelará las verdaderas ideas que tenemos sobre nosotros mismos.
Pero, ¿Qué son esa voz interior y ese ruido?. Sencillo, son la clave que nos permitirá mejorar nuestra autoestima si escuchamos atentamente.
Nuestras experiencias pasadas, aun esas cosas sobre las cuales usualmente no pensamos, están vivas y activas en nuestra vida diaria en la forma de nuestra voz interior.
Aunque la mayoría de las personas no escucha esta voz interior de la misma manera que escucharía una conversación normal, esta actúa de manera muy similar, repitiéndonos constantemente los mensajes originales de nuestras experiencias pasadas.
Para las personas con una alta autoestima los mensajes de la voz interior son positivos y elevadores. Pero para una persona con baja autoestima, esa voz interior se convierte en un duro critico interno, constantemente criticando, castigando y menospreciando sus logros.
Puesto que nuestra autoestima se forma a través de nuestras experiencias con otras personas y las actividades que realizamos, el eco de nuestra voz interior no puede hacer otra cosa que recordarnos nuestra percepción de esas experiencias.
En este punto conviene preguntarnos, ¿Qué tan importante es la opinión que otros tienen de nosotros?.
Aunque nuestra voz interior puede contener mensajes positivos, y a menudo nos los comunica, es principalmente cuando nos enteramos de la opinión que otra persona tiene sobre nosotros que el ruido interno aumenta a un nivel que no nos permite escuchar lo que estamos pensando.
¿Le parece extraño?, obsérvese, tal vez se sorprenda al descubrir cuanto le cuesta escuchar lo que piensa.
MODIFICAR
Indiferentemente de cual sea nuestro nivel de autoestima actual, siempre podemos aumentarlo, y al hacerlo mejorar nuestra calidad de vida.
Como vimos anteriormente uno de los factores que influye en nuestro nivel de autoestima es la imagen que hemos creado de nosotros mismos, pero la clave está en obviar esta imagen, y concentrarnos en nuestra autoestima, ocuparnos de lo más interno para obtener los mayores beneficios.
Sucede que esa imagen fue formada desde lo externo, de las comparaciones y juicios de valor que establecimos sobre nosotros, con respecto a factores externos. Mientras que nuestra autoestima tiene su asiento en nuestros sentimientos, algo que está arraigado muy profundamente dentro de nosotros.
Al ocuparnos conscientemente de lo interno y mejorarlo, lo externo consecuentemente no tendrá otra salida que seguir ese mismo camino. Así, al ocuparnos de nuestra autoestima, nuestra imagen interior mejorará también al recrearse sobre bases sólidas.
La manera más sencilla de mejorar la autoestima es volvernos conscientes de nuestro dialogo interno, y dirigirlo conscientemente de manera constructiva. Todo lo que nos decimos a nosotros mismos durante nuestro dialogo interno, junto con el significado que elegimos asignarle a los eventos que ocurren en nuestras vidas, se combinan para crear la realidad que hoy vivimos.
Tomar las riendas conscientemente de nuestro dialogo interno es vital, pues son nuestros pensamientos y nuestras expectativas las que le dan forma y producen eso en lo que nos transformamos. Nuestra calidad de vida está directamente relacionada con nuestro dialogo interno.
Tal vez se pregunte, ¿Pero cómo lograrlo?, simple. Aunque la mente y la personalidad humanas son algo muy complejo, operan de manera muy sencilla. Si, es correcto, y en esa sencillez se encuentra la clave para lograr un cambio significativo y positivo en nuestra calidad de vida, veamos.
Nuestra mente es incapaz de albergar dos conceptos contradictorios al mismo tiempo. En el caso de existir dos conceptos antagónicos en nuestra mente, eventualmente uno de ellos se fortalecerá, y hará colapsar completamente al más débil.
Por eso la manera más sencilla de crear el dialogo interno que deseamos tener es alimentar nuestra mente con pensamientos positivos con respecto a nosotros. De esa manera acabaremos con el ruido, y nos permitiremos alimentar creencias con la suficiente energía emocional y consistencia de pensamiento, que nos permitan hacer realidad la más grandiosa imagen de nosotros mismos que somos capaces de imaginar.
Es nuestra elección, podemos permitir que nuestro ruido interno nos controle, o podemos remplazarlo sistemáticamente mejorando lo que podemos cambiar, y aceptando lo que escapa de nuestro alcance, empleando pensamientos positivos que nos permitan mejorar nuestra calidad de vida.
Mejorar nuestra autoestima es uno de los mejores proyectos de vida que podemos asumir, al hacerlo estaremos mejorando cada aspecto de nuestras vidas, y nos estaremos ocupando de la relación más importante que jamás tendremos. Nuestra relación con nosotros mismos.
¡Dispóngase a Disfrutarla a Plenitud!
(
http://www.helios3000.net/desarrollo/autoestima.shtml)