EL MITO DE LA CAVERNA DE PLATÓN
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http://html.rincondelvago.com Platón nace en Atenas en el 427 a.C. y muere en el 347 a.C. Su padre Aristón descendía directamente del rey de Codro, y su madre Perictione descendía del mismísimo Solón.
Platón era un aristócrata griego llamado a la política. Más o menos a los 20 años conoce a quien sería su maestro, Sócrates.
La doctrina platónica se refiere puntualmente a que el Hombre está compuesto por cuerpo y alma (a lo que llamó Dualismo). En el Topos Uranos1, el cuerpo del hombre no puede estar presente. Cuando el alma cae al mundo suprasensible tiende a caer en algo meramente sensible y es por eso que cae en el cuerpo del hombre del “otro” mundo.
La belleza se puede contemplar dentro del mundo sensible.
En el mundo sensible sólo se puede obtener un contacto con la opinión, mientras que en el mundo suprasensible, estando el alma sola, puede conocerse la verdad, solamente si el alma se libera por completo del cuerpo.
El alma existe antes que uno nazca y después que el mismo muera, por eso que en el mundo sensible se tiene un previo conocimiento de las cosas a través del recordar, o precisamente mediante la Reminiscencia, que es la capacidad que tiene el hombre para recordar todo lo contemplado en el mundo suprasensible.
En el mito de la caverna, Platón trata de descubrir lo justo.
En este mito, ¿Qué se libera?, se libera plenamente el alma; y, ¿de qué?, de toda la ignorancia que nos rodea, la cual está simbolizada por la propia caverna, o de la vida apetitiva y vegetativa. En el texto se ve claramente la división que existe entre la realidad; entre las órdenes visibles e inteligibles.
Platón postuló dos mundos; el mundo inteligible (mundo suprasensible), donde se encuentran las ideas; y el mundo visible o perceptible, conformado por las cosas y todo aquello que somos capaces de captar por medio de los sentidos.
Dios es el intermediario, entre estos dos mundos, y las cosas son meras representaciones imperfectas de la vida real.
La teoría del conocimiento de Platón se expone en su discusión sobre la imagen de la línea divisible y el conocido mito de la caverna. Platón distingue entre los dos niveles de saber: opinión y conocimiento. Las declaraciones sobre el mundo físico o visible, incluyendo las observaciones y proposiciones de la ciencia, son solo opinión. Algunas opiniones están bien fundamentadas, pero ninguna de ellas cuenta como conocimiento verdadero.
La razón, utilizada de la forma debida, conduce a ideas que son ciertas y objetos de esas ideas racionales son los universales verdaderos, las sustancias que construyen éste, nuestro mundo real.
Platón crea el mito de la caverna solamente para aludir al mundo de las apariencias. Dicho mito explica, que los hombres serían prisioneros encadenados en una oscura caverna y que, por estar en tan incómoda situación, sólo pueden ver frente a sí las sombras proyectadas de otros hombres y de las cosas, a causa de un fuego que tienen tras ellos, pero que no podían ver. Por no tener otra manera de percibir su mundo, esas sombras serían para ellos su única realidad. Es por esto que postula la existencia del mundo visible (de los objetos que nos rodean), y el mundo inteligible (el de las ideas).
El mundo visible es fugaz, sometido a transformaciones continuas, y en él las cosas particulares carecen prácticamente de realidad, debido a que no tienen por sí mismas su propia esencia. El mundo verdaderamente real es el mundo inteligible, donde cada idea tiene existencia por sí misma.
Un ejemplo puede ser:
Para Platón, la forma de circulo existe, pero no en el mundo físico del espacio y del tiempo. Existe como un objeto inmutable en el ámbito de las ideas, que sólo puede ser conocido mediante la razón. Las ideas tienen mayor entidad que los objetos en el mundo físico; tanto por su perfección y estabilidad, como por el hecho de ser modelos, semejanzas que dan a los objetos físicos comunes lo que tienen de realidad. La forma circular, cuadrada y triangular, son ejemplos de lo que Platón entiende por idea. Un objeto que existe en el mundo físico puede ser llamado círculo, cuadrado y triángulo porque se parece (participa de...) a la idea de círculo, cuadrado y triángulo. O sea, un objeto es bonito porque participa de la idea de belleza.
Otro ejemplo es, si aplicamos el mito platónico a nuestra realidad, se podría decir que los profesores son quienes nos ayudan a liberarnos de las cadenas de la ignorancia, y su misión, como ya mencioné, es ayudar y aconsejar a los que persistimos encadenados en el fondo de esta, compuesto por verdades a medias, errores o mentiras, el desorden y el mal; con la diferencia de que a ellos no les importa en lo más mínimo el riesgo, y aceptan gustosos su vocación; la de educarnos correctamente.
Platón además, reprocha a los sofistas el hecho de que sólo enseñaban medios para alcanzar un fin, sin respetar ningún criterio de verdad y sin ni siquiera reparar en las exigencias de la moral. Más bien dicho, hacer triunfar el razonamiento débil por encima del más fuerte, la apariencia por encima de la realidad.
“El Mito de la Caverna”: a través de este mito Platón nos muestra que hay una continuidad entre los distintos grados de conocimiento, en correspondencia con una visión jerárquica de la realidad. Platón no llega a decir cómo se conocen las ideas, simplemente indica que el alma tiene capacidad para ello, sólo si se sabe mirar en la buena dirección.
Las matemáticas son las que nos ayudan a dar un empujón hacia regiones superiores, pues nos arrancan del mundo del devenir y nos introducen a la contemplación de los objetos intangibles. Pero el matemático aún pertenece atado a las representaciones sensibles (geométricas). Abandonarlas y penetrar en el mundo de las ideas, será la difícil misión de todos y cada uno de los filósofos.
El mito de la caverna de Platón describe a personas encadenadas en la parte más profunda de una caverna; como dije al comienzo de este ensayo, la caverna es simbolizada por la ignorancia que nos rodea, y los prisioneros son nuestras propias almas que están prisioneras en el mundo sensible.
Atados de cara al a pared, su visión está limitada y por lo tanto no pueden distinguir a nadie. Lo único que se ve es una pared delante de ellos, sobre la que se reflejan modelos o estatuas de animales y objetos que pasan delante de una gran hoguera resplandeciente. En este caso, la pared o el muro, representan la muerte, las estatuas u objetos, son el paso del estado mental de los hombres al de la realidad; que implica dolor y conversión del alma, y la hoguera o fuego, se refiere a la razón, además de ser quien posibilita que las sombras de los objetos se proyecten en la pared, a la que se ven obligados a mirar los prisioneros.
Uno de los individuos huye y sale a la luz del día por una escampada subida, con ayuda del sol, esta persona ve por primera vez el mundo real y regresa a la caverna diciendo que las únicas cosas que han visto hasta ese momento son sombras y apariencias, y que el mundo real les espera en el exterior, si es que quieren liberarse verdaderamente de las ataduras, de sus propias ataduras. Cuando el prisionero sale por la escampada subida, se refiere a la pura transición hacia el mundo real, el universo de la existencia plena y perfecta, a la sabiduría en su punto justo, que es objeto pleno del conocimiento; también simboliza el estado mental de los prisioneros, al igual que las sombras y las imágenes, o más simple aún, es el camino hacia el mundo suprasensible.
Los liberados, son la liberación plena del alma, y la luz o el sol, es el salto del mundo sensible al mundo suprasensible.
Los prisioneros están encadenados a sus propias opciones, coyunturas y especulaciones y están atados a ellas sólo porque así lo decidieron, sólo porque así lo quisieron, y no quieren ver otro mundo que no sea el de las apariencias. De esta manera quedan así, en el mundo de lo perceptible. Las imágenes para los prisioneros eran la única realidad de la que eran capaces de darse cuenta.
Platón sin saberlo describe en su metáfora a la sociedad a fines del siglo XX, cuyos hombres y mujeres consideran sus ideas como verdades absolutas, sin darse cuenta si sus conclusiones son reflejos o ecos de un mundo diferente al que logran percibir.
Los hombres sólo perciben las sombras que se proyectan del mundo extremo; el techo de su lúgubre mundo y las sombras proyectadas para los hombres son la realidad. Para los filósofos, el mundo real es el que se ve en el exterior de la caverna, ahí donde sólo se puede llegar con la ayuda de un gran maestro.
Quien consigue desprenderse de las amarras que lo mantienen encadenado en un mundo de apariencias, el interior de la cueva, y logra ascender progresivamente hasta el mundo suprasensible, es quien se llega a convertir en un gran, excepcional y admirable filósofo.
Es como decir que sólo miramos ficciones y no verdades; en caso de no romper las trabas, ascender hacia la luz, resistir la ofuscación del deslumbramiento y contemplar al fin, las ideas supremas, cuyas sombras son meras apariencias del mundo espiritual presidido por el bien, cuyo conocimiento muestra el camino de redención del hombre.
Nosotros que estamos en la caverna, y no conocemos otra verdad (y estamos a gusto con ella), nos podemos explicar nuestro mundo perfectamente.
Dentro de lo último puedo decir que las realidades compartidas, construidas por los prisioneros de la caverna, les impide imaginar lo que en verdad existe afuera, y sólo hasta que lo observan, y después de vencer el deslumbramiento que provoca la luz del exterior de la cueva, es que encuentran libertad y nuevos esquemas de pensamientos. Las ataduras de los prisioneros, que les impiden mover el cuello y sus piernas, girar y darse la vuelta a fin de ver el mundo desde una perspectiva distinta, equivalen al los modelos mentales que los miembros de cualquier organización comparten y limitan su funcionamiento, restringen su capacidad creadora y su velocidad de respuesta ante un medio cambiante y sin rumbo seguro.
Respecto a la relación existente entre las ideas y las cosas, este gran filósofo, dice que es de participación o imitación: las cosas participan de las ideas o las imitan. Y las ideas están, de alguna manera, presentes en las cosas. Afirma también, que las ideas son causa de las cosas, no porque las produzcan, sino porque constituyen su verdadera esencia; o que sirven de modelo para las cosas meramente particulares. Las cosas concretas parecen perder su realidad, pues quedan reducidas a un mero reflejo o imitación de las ideas, pero carente de valor por sí mismas.
Para terminar, todo lo relacionado con el mito de la caverna de Platón, lo puedo dejar bien en claro con el ejemplo de una de las películas ganadora de tres “OSCARES” de la Academia 2000, como es: “THE MATRIX” . En esta película se puede apreciar claramente el caso de la realidad para algunos y el “otro” mundo, el mundo real para otros.
La gran pregunta que todos nos hemos hecho, sobre lo que hemos escuchado de la película, es ¿Qué es THE MATRIX?... y frente a esto, puedo decir que es una celda virtual para el subconsciente de los prisioneros, su mente está atrapada en una réplica de la tierra antes de la gran catástrofe... es decir, nuestra vida es un programa de computadora... todo lo que tenemos, pensamos y poseemos no existe!!!, la verdadera realidad es la que está allá afuera, la que no todos somos capaces de percibir pero que con la ayuda de un buen maestro, algún día alcanzaremos: esa tan añorada realidad, la del mundo suprasensible.
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http://www.liberatuser.es/elmiktodelacavernadeplaton.html)