EL EQUILIBRIO DIVINO
Como un ciclo interminable de transición infinita, el Universo fluye en balance. Tenemos modelos de dualidad estable como la noche y el día, lo masculino y lo femenino, la niñez y la adultez, la vida y la muerte.
Otro patrón de reciprocidad en la vida es el dar y recibir.
En occidente, confiamos ciegamente en creencias equivocadas como que es mejor dar que recibir, sin hacer conciencia de que estas acciones van ligadas ininterrumpidamente en el flujo infinito de la vida.
Este es un proceso natural, como inhalar y exhalar. Cuando das, el universo se equilibra cuando hay un intercambio, dejando a un lado justificaciones de la mente que nos hacen creer que recibir es una acción egoísta. Recibir, cierra el círculo y permite que trascienda la acción concibiendo la posibilidad de continuar dando.
Cuando tú das, te invade un estado de alegría y satisfacción porque te regalas a ti mismo el concepto de ver más allá de ti y compartir. No importa si das cosas materiales, compañía, apoyo incondicional o amor. El dar es un obsequio, tanto para quien recibe, como para quien entrega.
El recibir funciona de la misma manera. Le permites a alguien tener el regalo de dar y al mismo tiempo equilibras el ciclo que fue iniciado por ti. Mientras más recibes, eres más capaz de dar y ofrecer.
¡Abre tu corazón a recibir! Cuando recibes, inmediatamente tu corazón se llena de gratitud y esa gratitud es la que hace que te conectes con más frecuencias de abundancia que literalmente te rebotan y te hacen merecedor de recibir en mayor cantidad y al mismo tiempo, de dar y compartir.
CONSEJOS PARA APRENDER A RECIBIR:
1. Cuando recibas un elogio, agradécelo; no requieres negarlo o justificar qué barato te salió o qué ordinario es.
2. Utiliza decretos (afirmaciones en primera persona, en tiempo presente y en positivo) para habituarte a merecer. Por ejemplo: Abro mis brazos a recibir las bendiciones que el Universo tiene para mí.
3. Reconoce tu capacidad de dar y tu habilidad de recibir. Mientras más consciente seas del ciclo, más fácil será para ti ejercerlo.
4. Trabaja en tu autoestima. Cuando nos amamos nos sentimos merecedores y por lo tanto, la apertura a recibir existe en nuestro corazón.
5. Siente gratitud desde el corazón. El agradecimiento tiene una frecuencia vibratoria muy alta y al vibrarlo te conecta con la Gracia. Además, te permite atraer más situaciones por las cuales sentir gratitud.
Andrea de la Mora
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